Día 18 (23/06/2008) San Francisco


Antes   


   No hay un plan fijo de visitas para San Francisco, sino diversos puntos de interés para repartir entre estos dos días enteros y la tarde del primero.

  San Francisco map

   Estos puntos son:

0- Hotel Castle Inn
1- Pier 39 en Fisherman's Wharf
2- Isla de Alcatraz
3- Jardín japonés en Golden Gate Park (En este parque también hay una reserva de bisontes)
4- Golden Gate
5- Marina (posibles buenas vistas del Golden Gate)
6- Powell Station (salida y llegada del tranvía turístico)
7- Twin Peaks (colina con buenas vistas de la ciudad y la bahía)


Después


   Desayunamos en una sala justo al lado de recepción sobre las 9:00. Cuando termino, y mientras mi hermana acaba de estar lista, nos vamos cerquita para un tema que tenía pendiente. Ayer había visto el logo de UPS en la calle de al lado del hotel y ahora nos dirigimos a ese local, al cruzar la esquina, con el palo de golf en la mano. Tanto que había leído sobre los envíos baratos desde EEUU y al final lo hemos dejado en UPS, pero para que lo envíen por correo ordinario: 34$, lo que sumado a los 20$ que había costado el drive, todavía era una ganga. Aunque es algo extraño pagar más por el envío que por el objeto en sí. Aprovechamos para conversar con los de UPS y les preguntamos cuándo llega el verano a San Francisco, nos contestan que ya es verano, pero con este frío no queremos imaginar cómo será el invierno.

Parque del museo de arte   Sobre las 10:00 estamos en el coche ya camino del dichoso jardín japonés. Todos vamos con manga larga y chaqueta. No hay pérdida esta vez: hacemos una L perfecta bajando por Van Ness y girando para tomar Fell St. hasta la entrada del parque. Bueno, tan perfecta no es la L, si está el revés. Será una J... Esta vez me estoy liando al explicarlo. En dos palabras: pabajo y pal-laoizquierdo. Los mapas y documentación que hemos obtenido en el hotel nos van a ayudar todo el día.

   Aparcamos ahí mismo, junto al parque del museo de arte. Este mapa de la zona - mapa que no teníamos ayer - nos ayuda bastante. Hemos entrado por la derecha y conducido por John F Kennedy Dr. hasta el Museo. El lago Stow está ahí al lado y después pasaremos porque he visto fotos muy chulas de él. La odisea de ayer con los bisontes nos hizo recorrer el lado izquierdo del parque hasta dar con el área verde claro marcada como "Bison Paddock". ¡Lo que nos hubiera ayudado este mapa!. Además, se puede ver que la impresión de que no había más entrada que la de la izquierda era errónea, siendo suave.


mapa Golden Gate Park

   En el parque del museo estamos solos, si descontamos a cuatro chinos haciendo tai chi, así que nos dirigimos a la entrada del jardín japonés que, ahora sí, se muestra abierta. Pero antes de cruzarla, Eva se encuentra un gato y, mientras lo mira y yo la miro a ella algo se mueve llamando nuestra atención. Es una pequeña banderita, que se sacude arriba y abajo de forma irregular. El mensaje en el pequeño cartón que culmina el palo reza "Pay here". ¡¿Qué coño es esto?!. Pues es una niña japonesa que está dentro de lo que nos damos cuenta que es una taquilla, donde una mujer - tal vez su madre - despacha las entradas al jardín. No sabíamos que había que pagar. En fin, abonamos los 12$ - cuatro por persona - y nos adentramos en este rincón tan peculiar. Hay mucho turista, ¡no hay más que vernos!, pero se respira una tranquilidad especial. Cada pequeño recoveco está muy cuidado y es una auténtica exposición de qué se puede hacer con un jardín. Las plantas están cuidadosamente podadas haciendo bonitos dibujos de aspecto casi natural y hay un estanque con canales que ofrecen una excusa a los más variopintos tipos de puentes. Las pagodas rematan el aire exótico del entorno. Voy a necesitar unas imágenes para ilustrar esto:
Pagoda japonesa en San Francisco

Pagoda japonesa en San Francisco






Puente japones en San Francisco



















Puente japones en San Francisco

   Probamos todos los puentes, incluyendo la escalada que hay que hacer para pasar el de la última foto, y tratamos de estar en cada rincón. Queremos probarlo todo, incluyendo, obviamente, el té. Por algo se llama Japanese Tea Garden esto. Una caseta de madera en medio de todo es el lugar para ello. Hay chucherías japonesas y, por si alguien tiene la duda, no entra con el precio de la entrada.

   Tras salir del jardín encantador paseamos por los aledaños y encontramos una cascada muy escondida. Por aquí hay una orilla del lago Stow en la que alquilan esos vehículos a pedales que tenemos en nuestras playas para que las parejas paseen por él. Pero ni rastro de la pagoda y la cascada que había visto en fotos. Pillamos el coche para salir, no sin antes dar una vuelta alrededor del lago buscando el paisaje, hasta que lo encuentro, ya de cara a la salida. Es lo de la foto:

Stow Lake
   
   Nos dirigimos a Twin Peaks, un nombre evocador de la serie de David Lynch, pero que, como significa simplemente "Picos gemelos", aparece cientos de veces por la geografía de Estados Unidos, allí donde haya dos colinas de altura similar. Así que no tiene nada que ver con la serie, pero esperamos tener las mejores vistas de la bahía desde allí. Hay que aprovechar la bendición del día extra de coche para este tipo de cosas.

   Gracias al mapa llegamos bien a la zona, pero no damos con la subida a la colina. Una gasolinera llamada "Twin Peaks" nos confirma que estamos en el sitio, pero sólo tras unas cuantas vueltas nos encontramos verdaderamente subiendo a la cima. Conforme ganamos altura desaparecen los edificios de los aledaños y ganamos en vista. O, mejor dicho, ganaríamos en vista si alguien levantara el telón de niebla. Pasamos un autocar de turistas que, sospechamos, van a tener la misma decepción que nosotros.

Típicos edificios de San FranciscoAlrededores de Twin Peaks




























   Y así es. Un telo blanco impide ver todo lo que no sean las casitas al pie de esta colina. En un alarde de inteligencia científica me encuentro a mí mismo achinando los ojos. Sí, claro, en las instrucciones del cuerpo humano ya pone que eso es el antiniebla.

   Bajamos con una gran decepción. Hemos llegado a hacer fotos en blanco sólo porque habíamos subido ahí para eso. Bueno, hay que cambiar el chip. Nuestro próximo destino es también un importante recado: hemos de ir al pier 33 a comprar los tickets para visitar Alcatraz. Dependiendo de la disponibilidad será esta tarde o mañana. El mapa es claro respecto al trayecto: entro en Market St. por Castro y me la recorro entera hasta el mar, allí busco la numeración del Pier.

   Y así es, comenzamos nuestro recorrido por esta transitada calle, con dos líneas de tranvía pasando por el centro. En la primera mitad la calle está completamente flanqueada por banderas arco iris. Si esto indica que es un barrio gay, debe ser el más grande del mundo. Luego atravesamos lo que debe ser el centro de la ciudad: mucha más gente, centros comerciales y una vista inmejorable del ayuntamiento, que nos hace parar para sacarle la foto.Market Street

Ayuntamiento de San Francisco
















   ¿Qué puede ir mal cuando estás en una calle que va directa a tu destino?¿Cómo perderse?. Pues yo os lo explico. De repente, Eva comienza a alarmarnos a todos en el coche. Parece grave, pero al final se trata de una simple llamada de la naturaleza, que ha pulsado el timbre de la vejiga para ello. Pero parece que el tema va en serio y me urge encontrar un sitio donde "descargar". Me salgo de Market St. (no sin pesar) hacia la izquierda y comienzo a dar vueltas por la zona. Cuando llevo unos minutos me pregunto "¿Qué estoy buscando?", porque es evidente que no voy a topar con un letrero luminoso que diga "Eva puede mear aquí", así que decido parar en un sitio y buscar a pie un lavabo. Curiosamente encuentro un aparcamiento junto a la torre del centro japonés. La había visto en fotos mientras preparaba el viaje, pero no sabía dónde encontrarla. Sin embargo, dejamos a Trini en el coche y acompaño a Eva, que ahora no tiene tiempo de hacerle caso a la torre, deambulando por la zona. A mí me suena que aquí había un centro comercial y encontramos una entrada y nos metemos en él, más por casualidad que por otra cosa. Cuando por fin Eva entra en su lavabo, mientras la espero, me da tiempo de observar donde estoy. Los pasillos simulan calles de un pueblo japonés: con sus tiendas en fachadas típicas y todo lleno de cerezos en flor, y con algún farolillo colgando del techo. Es muy bonito y Eva está de acuerdo cuando, una vez eliminada la urgencia, puede disfrutar su alrededor. Ahora la prioridad es retomar Market St. Pero cada vez que lo intentamos salimos rebotados. Es una avenida especial, que rompe las direcciones horizontales y verticales de las calles y eso hace que nos encontremos con algunos sentidos obligatorios que quiebran nuestros planes y nos devuelven a los barrios de las subidas y bajadas. Aunque en estas vueltas pasamos por una catedral idéntica a Notre Dame - Otra más, como ya pasara en Washington -.Grace Cathedral en SF Cuando estuvimos en París, yo me traje una réplica de la famosa catedral, sin embargo, parece que éstos compraron una cuantas a tamaño natural y las repartieron por diferentes estados. También pasamos por chinatown y llegamos a ver uno de los clásicos tranvías culminando una subida. Retomamos Market St., pero nos llevamos estas típicas estampas de San Francisco (la de la derecha, la de la izquierda es típica de un lugar bastante más cercano) que siempre nos recordarán... bueno, básicamente nos recordarán una meada.

Tranvia en San Francisco
















   Esta calle, que como se apreciará en el mapa del principio, cruza toda la ciudad en diagonal y acaba prácticamente en la ronda marítima, donde se encuentran los pier. ¡Ay!, pero "prácticamente" es un adverbio que puede ser muy cruel. Un pequeño parque nos separa de los pier y nos obliga a girar hacia el Sur. Poco después estamos dando vueltas por calles con muros de hormigón, grafitis y basura, con aspecto de suburbio. También estamos solos en esta zona y queremos salir lo antes posible. Llegar a esa ronda, con dos líneas de tranvía recorriéndola y el mar, con sus piers a un lado y, al otro, la ciudad, es fácil. Lo que no encontramos es la forma de hacerlo hacia el Norte. Yo no sé dónde está el pier 33, pero el famoso pier 39 está bien marcado en el mapa y en él también se puede leer "Ferry building" en rosa justo en el pier donde acaba Market St., así que es lógico pensar que allí puedan vender los tickets al ferry a Alcatraz o, al menos, indicarnos bien dónde hacerlo.

Puente de la Bahía

   Como no conseguimos el cambio de sentido aparco y cruzamos la calle para consultar el número de pier. Estamos muy abajo, según la referencia del puente de la Bahía (va a ser éste por el que entramos ayer) y hacemos la foto de abajo a la izquierda, donde también se puede apreciar la niebla. Tenemos lo que parece ser un puerto deportivo delante nuestro, pero ni rastro de taquillas o ventanillas de información. Sí que encontramos el número de pier. Desconcertante. Es el 38. ¿Cómo coño cuentan las cosas aquí, si el pier 39 está en la otra punta y estamos en el 38?, ¿Qué números han puesto a todos los que hay entre los dos?. Me alejo un poquito para mirar el número del siguiente pier al Norte. Es el 36. La única lógica que le encuentro es que en algún lugar empiecen la numeración y de ahí para arriba estén los impares, y para abajo los pares. Volvemos al coche. Como estoy un poco indignado se me ha quitado la urbanidad del principio y hago una pirula para cambiar de sentido. Seguimos un trecho para arriba, a la altura del puente está el pier 24. Vale, se han comido unos cuantos. Un par de piers más arriba localizamos el 14 y, justo al lado, el 1. ¿Era aquí donde se originó ese movimiento que giraba alrededor de la marihuana, no?. Tras el 1, vienen el 3 y el 5. Al parecer la idea que me había hecho sobre la numeración - la última de ellas - parece correcta. En una versión muy libre, pero correcta. Total, que el pier 33 está... ¡Al lado del 39!. Lo que me hubiera ahorrado de saberlo. Ya teníamos previsto venir aquí a comer. Pues nada. Aparco en uno de esos parkings "hacia arriba" y bajamos a la calle a mezclarnos con la animación que rodea al pier 39. ¡Cualquiera diría que es su aniversario, o algo así!. Pero no, se ve que aquí es fiesta cada día. Aunque lo pasamos de largo un momento para hacer cola en las taquillas de los tours a Alcatraz.

Vistas del Pier 39 desde el parking    Alrededor de una media hora en una de esas colas dirigidas por unas bandas para hacerlas serpentear de forma que quepan más personas en menos espacio, nos toca. Cuando pido tickets para el tour de hoy casi se me ríen en la cara. Me dice la chica de la taquilla que no hay nada hasta el jueves. Me hace pensar, pues en vacaciones todos los días son Domingo, pero resulta ser Lunes... ¡casi!. ¡¿El jueves?!. ¡El Jueves ya no estaré aquí!. Le dig... suplico algo para mañana, pero me repite que no hay nada hasta el Jueves, pero que sólo quedan cuatro plazas, si las quiero comprar me he de decidir ya, si no serían para unos días más tarde. Uh, la oferta es buena, si no fuera porque me tocaría venir desde Barcelona para aprovecharlas...

   ¿Qué pasa hoy?. Si no hubiéramos entrado en el jardín japonés oficialmente se podría decir que no nos ha salido nada bien. Tengo la sensación de haber perdido la mañana entre niebla y calles. En fin, vámonos a comer que ya es hora.Alrededor del Pier 39

    El Pier 39 es un festival. Es un centro comercial de madera, aunque está asfaltado en algunos trozos. Muchas tiendas y locales de ocio, e incluso un pequeño parque de atracciones. Al poco de entrar ya sé dónde vamos a comer. Teníamos una cuenta pendiente con la franquicia de Forrest Gump. Nos metemos en el Bubba Gump, un gran restaurante de madera con ventanales al mar. Escogemos una mesa y echamos una ojeada a la carta: todo lo que te puedas imaginar que se le pueda hacer a una gamba está ahí. Lo que se le puede hacer cocinando, se entiende.

    Entre esas cosas caen: 3 cremas de pescado porque somos amantes de la sopa y porque esta crema que llaman "chowder" es muy típica de San Francisco, un plato combinado con pollo, patatas, dos tipos de langostinos..., un cubo - porque aquí lo sirven con cubo de metal - con 3/4 de libra (que no sé cuánto es) de camarones al ajillo, un plato de langostinos cajun, más la bebida: 65$. Más de 20$ por persona sin propinas es caro para el estándar que hemos llevado en California, pero nos hemos puesto las botas.

   Al salir nos fijamos mejor en un banco que hay en la entrada. Es el de la película Forrest Gump, donde está sentado Tom Hanks y desde el que cuenta su historia. ¿Por qué lo sé?. Hombre, por el color de la madera, por el tamaño, porque hay una maleta y una caja de bombones pegados a él, porque en el suelo están las partes delanteras de las dos bambas que viste el personaje para que metas los pies en ellas... Es un decorado para hacerse la foto oficial, que por supuesto aprovechamos.

Pier 39 en San FranciscoLeones marinos en el Pier 39
















   Iniciamos una lenta salida del pier para recoger el coche y llevarlo en lo que será su último viaje con nosotros. Algunas de las tiendas de aquí tienen su aquel. Por ejemplo, entramos en la tienda de los Simpsons para zurdos. Sí, alguien la ha montado. Camisetas de "Obama es zurdo", tijeras para zurdos, etc... el capítulo hecho realidad. De una tienda de posters y cuadros me llevo 4 postales y una lámina panorámica, más alargada de lo normal, de la bahía con el skyline de la ciudad: 17$; y de otra una réplica de R2D2 de unos 10 cms de altura con algo de movimiento: 19,95$.

   Antes de salir visitamos el lateral del pier, donde ya fuera del gentío, se pueden ver los leones marinos sesteando (¿acaso hacen otra cosa?) en unas plataformas flotantes de madera y la isla de Alcatraz al fondo. Esto es lo más cerca que la vamos a ver.

   Sacamos el coche del parking para llevarlo directamente a entregarlo, al mismo garaje al que fuimos ayer, pero conforme nos acercamos a la Coit Tower y veo el desvío para subir no puedo evitar hacer una última visita. La torre no es espectacularmente grande, pero es un icono del skyline de San Francisco. Una rotonda con una estatua es todo lo que nos encontramos junto a la torre. Eso y unas vistas maravillosas. La niebla sigue ahí, pero estando tan cerca de todo, molesta bastante menos. Hacemos los 360º fotografiando los diferentes puntos cardinales del paisaje.

San Francisco desde Coit TowerEl puente de la Bahía desde la Coit Tower
















Coit tower en San Francisco     Se nos acaba el tiempo - el tiempo con el coche se entiende - y reanudamos el camino hacia el parking de la calle O'Farrell donde hemos de devolverlo. Pasamos por la calle Lombard otra vez y también por la puerta de Chinatown hasta llegar sin problemas. Ir por segunda vez a un sitio facilita mucho las cosas. Hay un par de chinos en el subterráneo que nos indican hacia dónde debemos llevar el coche. Me excuso brevemente acerca de por qué no lo entregué ayer y me dicen que no me preocupe. Nos hacen la factura que pago inmediatamente, y es que es mucho menor de lo que me había pensado.

   Al salir de allí, ya a pie, y con una añoranza hacia un coche con el que hemos compartido tanto tiempo y aventuras, repasamos la factura: 299,13$ . ¡Es menos de lo que nos costó el de la costa Este!. Aquel era un coche normal durante tres días y éste es un 4x4 durante 12 días. Parece que no me han cobrado el día de más, pero observando mejor la factura, me han contado 11 días (del 12 al 23, que es hoy), sin tener en cuenta que lo recogí por la mañana y lo he entregado por la tarde, prácticamente a última hora: las 19h. Estoy tan contento que me prometo tener siempre "Dollar" en la cabeza a la hora de alquilar vehículos en el futuro.

   Nos encaminamos hacia la parada que es salida del tranvía clásico, en Powell St, muy cerca de aquí, para volvernos al hotel con él. Por el camino pasmos por lo que parece ser una gran tienda de chinos (o así la definiríamos en Barcelona) con la idea de comprar un par de sudaderas para aguantar el inesperado frío de San Francisco. Los buenos precios (19.99$ la sudadera) hace que acabemos comprando muchas más cosas:  dos sudaderas, un "bolso" de hombre (con muchos compartimentos para documentación, cámara, etc... muy útil en los viajes. Lo siento, me veo obligado a justificarlo después de haberlo llamado bolso), una almohada para el avión, una réplica de un tranvía, tres imanes de nevera y una bolsa de tela para llevarlo todo. 80$ en total.

   La parada de tranvía está anunciada por un grupo de gente. Hay cola para el siguiente y nos vamos a la caseta de madera que hay en la acera a modo de taquilla. Compramos 3 billetes para el tranvía (a 5$ cada uno), más tres billetes más - los llaman pasaportes - para viajar en todos los tranvías de la ciudad durante un día para mañana (11$ cada uno).

   Mientras hacemos cola podemos ver cómo dan la vuelta al vagón en este punto que es origen y final de recorrido. Tenemos que esperar una media hora más hasta que llega el siguiente, al que ya podremos entrar. Nos sentamos dentro, mientras los últimos en entrar se han de quedar de pie. Pero yo enseguida abandono mi sitio y me pongo fuera del vagón, por la parte de atrás, para disfrutar más del recorrido y sacar unas buenas fotos.

Estación de Powell St.Desde el tranvía en San Francisco
















   Cuando dejamos el tranvía, el corto trayecto hasta el hotel por estas calles con cuestas y pendientes, nos recuerda lo mucho que vamos a echar de menos el coche estas últimas 24 horas en la ciudad.

   Descansamos en la habitación de la que sólo salimos para cenar. Elegimos un restaurante Tailandés en la misma acera del hotel en el que cenamos picante y muy bien. Se llama "The little thai" -aunque no es tan pequeño- y salimos a algo menos de 40$ los tres. Sólo falta volver al hotel. Hay que reponer fuerzas porque mañana no habrá cama: tenemos previsto dormir en un vuelo nocturno de vuelta a la costa Este. Así que hoy hay que aprovecharla lo máximo posible.