Día 6 (30/11/2010)   Ang Kor

Antes   

  Nuestro tuktukero nos llevará a hacer el recorrido corto de Ang Kor. El resto del día será para relajarnos en el hotel y cenar en Siem Reap.

Mapa de Ang Kor


   La ruta larga es la verde y la corta la roja.


Después

   Mientras desayunamos tengo bastante claro que vamos a contratar al que nos acompañó desde la frontera. El tanteo de precios de anoche tampoco mejoraba la oferta. Ya en recepción pregunto que desde donde puedo llamar y me dice que ya llama él. En menos de 10 minutos lo tenemos en la puerta del hotel y nos dice orgulloso que estaba llevando a una pareja de turistas cuando ha recibido la llamada y los ha hecho bajar para venir enseguida. Me quedo a cuadros.
Imagen rural de Camboya
    Convenimos, aconsejados por él, en empezar hoy con la ruta larga y añadirle la visita a Banteay Srei, un templo que está algo más lejos, al contrario de lo que tenía marcado en el "antes". Hemos confirmado el precio de ayer: 40$ todo.

   La gente suele madrugar mucho para hacer estas visitas, pero nosotros arrancamos a las 9.

   Paramos cerca del hotel, en una gasolinera con supermercado, para avituallarnos de aguas, que podemos guardar en el tuk tuk, bajo nuestros asientos, y que no nos cuestan ni un dólar las 4 aguas.

   Sacamos las entradas para tres días, que valen lo mismo que dos de un día: 40$ cada uno, y reanudamos nuestra curiosa travesía en tuk tuk. Tras un rato entre la vida rural camboyana paramos en el primer templo: Pre Rup.

Templo Pre Rup en Ang KorTemplo Pre Rup en Ang Kor
















   Nos gusta, vamos subiendo las empinadas escaleras hasta alcanzar la cima donde hay unas bonitas vistas. Nos perdemos entre sus rincones. La anécdota la tenemos justo en la entrada del recinto, donde se nos acerca un policía de uniforme y nos enseña la placa. Cuando le decimos que entendemos la identificación y preguntamos que qué quiere nos llevamos una sorpresa con la respuesta: ¡vendernos la placa!. Dice "souvenir, auténtica placa de policía de Camboya". Sonriendo reclinamos la oferta.

   Pronto aprenderemos que aquí todo el mundo lo vende todo. La frase "one dollar" la oiremos cientos de veces, de boca de niños y ancianos, y por cualquier cosa.

Detalle de Pre RupMuros en Pre Rup




























   Subir las empinadas escaleras es obligado. No son muy largas, y arriba, a parte de poder observar los detalles, las vistas te devuelven al entorno. Cuando entras en uno de estos templos te ves transportado a épocas pasadas y remotas olvidándote de donde estás, pero es arriba cuando tomas consciencia de que estás rodeado por selva en una llanura que llega hasta el horizonte, mires en la dirección que mires. Es el conjunto de templos con naturaleza lo que hace este lugar uno de los más especiales del mundo.

Bar de carretera en Camboya   Después del primer templo, que nos ha servido para hacer boca, emprendemos un largo camino hacia Banteay Srey o también conocido como "El templo de las mujeres". Está a unos 30 Km y los tuk tuk, que son básicamente una motillo tirando de un remolque que consta de un asiento y un techo de tela, tardan algo más de media hora en llegar. Pero es una hora de camino (media de ida y otra media de vuelta) entre selva y cabañas rurales donde se aprecia la vida local, parecida a lo que vemos en las películas de Vietnam. Se ven pocas construcciones de ladrillo, y las que hay son instituciones públicas como escuelas. Por eso, por la carretera te cruzas con campesinos conduciendo un par de vacas o niños uniformados yendo al colegio. Las vacas de aquí no corresponden a la imagen que tenemos de ellas. Nos parecen extrañas, aunque quizás no tanto de lo que le parecería a un camboyano una típica vaca frisona (la de Milka).

Vacas en Camboya

   Banteay Srei es muy bonito y diferente, por los grabados y ese color rojizo. A la entrada hay unos puestos de ropa y souvenirs en el que Eva quiere acercarse a mirar, pero eso no es posible aquí. La gente te quiere llevar a su tienda. Otra lección: mientras no entres en una tienda eres mercancía libre y todos pelean por llevarte al huerto. En el momento que entras en una, los otros no pueden agobiarte hasta que salgas. Así que lo de mirar por mirar aquí no se puede hacer como lo entendemos nosotros. Hacemos las primeras y peores compras, pero prometiendo aprender en el regateo para la próxima. Camboya es un país muy barato, y se ha de entender que cuando hablamos de malas compras lo hacemos comparando con otros precios de aquí. En nigún caso nos acercamos a nuestros precios.

Banteay Srei o templo de las mujeres

   Unas muestras del templo:

Templo Banteay Srei en Ang KorTemplo Banteay Srei en Ang Kor















Templo Banteay Srei en Ang KorTemplo Banteay Srei en Ang Kor
















   Otra media hora de camino de vuelta, entre cabañas y selva hasta parar en el siguiente templo: Banteay Samre.

   Cuando nos damos cuenta que estamos solos e identificamos la arquitectura del templo de los juegos de Tomb Raider nos ponemos a jugar por él. Nos encanta esta visita y grabo un video por todo el lugar.
Templo de Banteay Samre en Ang Kor


   Nos saltamos la visita al East Mebon porque se ve desde la carretera y parece idéntico al primero. Nuestro conductor nos dice que así es y seguimos hasta pararnos en Ta Som. Es un templo pequeñito que visitamos en cinco minutos.

Muro exterior de Banteay SamreTa Som















Ta Som











Detalle de Ta Som

















   Enseguida nos ponemos en el siguiente: Neak Pean. Tras una larguísima pasarela entre manglares se encuentra un lago cuadrado y una estructura de piedra en medio. Aquí compramos un títere de porcelana por 8$. Más que el templo en sí, llama la atención el paisaje acuático. Las "barandillas" del puente de la entrada está formada por una hilera de forzudos - la mayoría sin cabeza - aguantando el cuerpo de una naga, una serpiente mitológica de siete cabezas. Correspondería a la foto de la derecha.

Templo Neak Pean en Ang KorPasarela de acceso a Neak Pean en Ang Kor















Templo Neak Pean en Ang Kor

   La siguiente y última parada es Preah Khan. A la entrada unas niñas nos quieren vender pulseras, esto ya ha pasado antes, pero acabamos comprándole 10 por un dólar a una porque nos contaba las pulseras en español.

   Ya se nos advierte que el templo es bastante espectacular. Y así es. Es grande y hay mucho por observar, pero hacia el final comienzan a aparecer esas imágenes que han hecho famoso a Ang Kor.

Templo Preah Khan en Ang KorTemplo Preah Khan en Ang Kor



Templo Preah Khan en Ang Kor












Templo Preah Khan en Ang Kor

















   Los árboles crean estas extrañas formas (no quiero profundizar en la "forma" de la primera foto, ni donde estoy tocando) antes de salir disparados hacia el cielo, ¡y son enormes!. El choque de la naturaleza con las estructuras de templos antiguos es de una belleza singular. Observando las fotografías se diría que los árboles se amoldan a las construcciones de piedra aprovechando su "blandura". Pero eso no existe (la palabra "blandura" sí): cuando tocas cualquier parte de estas formas del árbol, por pequeña que sea, se diría que son incluso más duras que la piedra con la que están hechos los templos. La foto imposible es sacar estas enormes y bellas formas junto con el resto del árbol que se eleva con normalidad, como si no se sostuviera sobre una base tan especial, hacia el cielo y, sólo entonces, se decidiera a abrir su copa.

Templo Preah Khan en Ang KorTemplo Preah Khan en Ang Kor




























   Son las 14:30 y ya hemos acabado. Ya le advertí al conductor que éramos rápidos. Nos pregunta donde nos deja y le decimos que en Pub Street porque es la hora de comer. Por el camino pasamos por la puerta Norte y vemos Ang Kor Wat de lejos. El conductor nos dice "mañana". Sí, ya lo se.
Saliendo de Ang Kor por la puerta
    No hemos encontrado mucha gente por los templos y no sabemos porqué, aunque no nos quejaremos. Tal vez el truco esté en salir tan tarde. Por eso, y porque nos gusta dormir, le decimos que nos recoja mañana a las 9 también. Nos pide 5$ para gasolina, que le doy sin problemas, pero me los apunto.

   Tomamos un cocktail cada uno en el primer pub que vemos, que resulta ser muy pijo y nos clavan 4$ por cada uno. La razón parece ser que es que Angelina Jolie se tomó algo allí cuando rodaba Tomb Raider (nombre de uno de nuestros dos cockteles). Luego vimos que en el resto de pubs los cockteles valen 1,50$ porque no pararía nadie famoso, pobres. Compartimos una pizza buenísima con cocacola por 8$ todo y, esta vez sí, entramos en el mercado para mirar de hacer las compras que tenemos previstas. Lo primero que busco es la seda, que hay por doquier, pero no "a granel". Tampoco veo los sastres que había leído que había, así que sólo podemos comprar cosas hechas. Nos hacemos con ropa, que nos permiten valorar que la compra de la mañana ha sido mala y, al final, consigo rebajar el precio de dos relojes a lo mismo que me pedían en un pricipio por uno, pero llevándome dos: 30$ por un Omega y un Rolex, ambos muy bonitos, falsos, peroMercado de Siem Reap dando el pego de una manera fantástica. Salgo contento con esa compra, aunque los gritos de la joven vendedora diciendo "Me encanta España" me sugieren que ella también lo está.

   Volvemos al hotel, ya de noche, pero aun así deseando probar la piscina, que nos relaja bastante. Bajo a por tabaco y me llevo algo para cenar en la habitación a precio ridículo. Paro en un puesto callejero de fruta donde el muestrario está lleno de frutos extraños que, al parecer, no han sido interceptados en la aduana de Men in Black. Compro uno de ellos, que es como una gran alcachofa rosa fuerte, que por dentro es blanca con granitos negros. Se llama "Dragon fruit" (fruta de dragón) y tal vez si reuno siete pueda pedir un deseo.

   Había comprado un cartón de tabaco camboyano por 5$, pero ese es para llevar y aquí el Marlboro me sale a menos de un euro el paquete: 1,20$.