Este día está dedicado a Chiang Mai. Visitaremos los templos
más
relevantes de la ciudad, que además quedan cerca de nuestro hotel.
Completaremos las visitas que no pudimos hacer a la llegada: Doi
Suthep y el Tiger Kingdom con taxi o tuk tuk. La idea es comer en el
Tiger Kingdom donde tienen un buffet muy completo y barato. Al
anochecer nos dirigiremos al aeropuerto porque hemos de despegar a las
21:30 para cruzarnos el país, de Norte a Sur, rumbo a Phuket.
Llegaremos tarde, a las 23:30h, con el tiempo justo de llegar al hotel
y dormir.
Después
Hoy no madrugamos, ni usamos el despertador ni
nada:
hasta que el cuerpo diga que ha descansado (o hasta que el horario del
desayuno nos lo permita).
Cuando acabamos el
desayuno le pregunto al recepcionista la mejor manera de ir a Doi
Suthep. Él me contesta que es en taxi y que serán 1000 Bahts. Yo me
quedo estupefacto, pues ese era el presupuesto máximo para hoy para
todos los transportes. Cuando me aclara que se trata de ida y vuelta,
le comento que no quiero volver, sino que de allí queremos ir al Tiger
Kingdom, donde ya nos quedaremos a comer, y él, después de llamar, me
dice que serán 1500 Bahts. Le digo que no, y me dice que ya no puede
cancelar el pedido del taxi. Me empieza a quedar claro que se lleva una
buena tajada de esto y amenazamos con irnos, pero nos convence de que
esperemos al conductor. Cuando éste llega le digo directamente que
cancelamos el pedido porque es muy caro. Él, tras hablar algo en thai
con el recepcionista, me dice que me lo deja por 1000 Bahts y le
decimos que sí.
Me quedo mosqueado porque en tuk
tuk me consta que ir a Doi Suthep son unos 300/400 Bahts y estoy
convencido que de ahí al Tiger Kingdom no me llegaría a los mil nunca,
pero al menos vamos en taxi, con aire acondicionado y muy cómodos.
Cuando acaba la subida al templo, el taxista nos indica donde
nos
espera y nosotros, sabiendo que la escalinata es muy bonita, pero con
más de 300 escalones, nos dirigimos al funicular. la entrada son 30
bahts y el funicular 20, así que por 100 (unos 2€) estamos los dos en
el templo.
A parte del templo, también hay unas vistas preciosas de la
ciudad y alrededores, aunque la niebla nos priva de parte de ellas. Hay
mucha gente y tienen varios festivales montados, con bailes y
atracciones. La gente hace cola para tocar la fila de campanas, con
sonidos graves, y hay que descalzarse para entrar en lo que es el
templo en sí, donde hay un chedi dorado precioso y otros iconos
budistas, con mucha gente alrededor en pleno fervor religioso.
Decidimos bajar por las superpobladas escaleras, flanqueadas
por
dos
serpientes
larguísimas y muy coloreadas. Después continuamos bajando hacia donde
nos indicó el taxista que estaría. De camino Eva se para en uno de los
puestos que hay montados y vendiendo de todo porque ha visto una
sombrilla idéntica a la que compramos en Bangkok. Dice que va a
preguntar el precio y yo, que ya me veo que va a ser más bajo, le pido
que no lo haga para que se ahorre un berrinche. Pero la curiosidad es
más fuerte y el vendedor le responde que 150 Baht. ¡Y eso como precio
de salida!. Así que fácilmente podríamos decir que aquellos 500 Baht
estarían sobre 5 veces más del precio.
Nos acabamos encontrando con nuestro
conductor para ir al Tiger Kingdom. De camino nos comenta que el
cumpleaños del rey son tres días festivos, lo que explica la masiva
afluencia
de gente local a pesar de ser lunes.
Tras una
trayectoria de unos 20 minutos nos deja en la puerta y nos dice que nos
espera allí. Yo le recuerdo que vamos a estar varias horas porque
tenemos previsto comer allí, pero me dice que está bien, que nos
esperará allí. Eva cree que nos devolverá al hotel por el mismo precio,
pero yo no me lo creo, pues lo pactado era hasta aquí. El caso es que
estoy seguro de que esperará porque todavía no le hemos pagado.
Hay muchos paquetes montados para visitar a los tigres, pero
a
nosotros nos parece mejor el de grandes, pequeños y bebés por 1200
bahts cada uno, dejándonos sólo los medianos. El ahorro entre el
paquete y los tickets por separado es de unos 150 Baht.
Nos llevan al
recinto sólo apto para los que tenemos entrada y esperamos en tierra de
nadie con otros españoles. Parece que vamos a comenzar con los grandes,
pero al final nos meten con los pequeños. Mis primeras palabras son:
"¡¿Estos son los pequeños?!". Corresponderían a los de la foto de abajo.
En general, al ser
animales nocturnos, la mayoría están durmiendo, pero te acabas
abrazando tanto a los dormidos como a los despiertos. Ya había leído
que la mejor hora es, o a primera hora de la mañana, o a última de la
tarde, precisamente por esta razón. Pero el buffet me llamó a ir a
mediodía. Aun así, en cada jaula alguno hay activo y los cuidadores le
van dando cosas para jugar para que se mantengan así.
Los cachorros funcionan algo diferente: están en una
sala
techada. Eva tuvo la suerte de que, estando con estos bebés (que ya son
más
grandes que el gato más grande) uno se despertara y gruñera, lo que
rápidamente los cuidadores entendieron como una petición de alimento, y
cuando trajeron el biberón, la dejaron a ella dárselo.
Al salir, pasamos por un edificio con una gran ventana
abierta
donde tienen a los recién nacidos. Al pasar, y pese a que la foto de
abajo la tuvimos que hacer con el zoom a tope, nos comenzó a gruñir uno
de ellos. Nos pareció el más fiero de todos los que habíamos visto.
El lugar es caro para los estándares de Tailandia, pero la
experiencia es tan única y maravillosa que yo la valoraría esta visita
como imperdible.
Una vez al otro lado de la salida, subimos y comemos en el
buffet, con vistas a los tigres, por 200 Baht por persona y, al
finalizar, nuestro taxista estaba ahí esperándonos. Yo esperaba que me
propusiera precios o algo, pero en vez de eso me pregunta donde
pensábamos ir. Yo le muestro los dos templos de la ciudad de Chiang Mai
que queríamos visitar, el Wat Phra Sing y el Wat Chedi Luang, y él nos
lleva a
ambos y después al hotel.
Sólo entonces me doy
cuenta de que por 1000 Bahts habíamos alquilado un taxi para todo el
día, lo que ya no me parece nada mal.
Wat Phra Sing es un complejo con varios
templos y construcciones muy bonitas.
El Wat Chedi Luang también es un complejo, pero las
edificaciones
están rodeando un gran chedi de piedra, de aspecto muy antiguo, y más
cercano a una pirámide maya. Las serpientes que presiden las puertas de
aquí no parecen las famosas nagas, deben tratarse de otro animal
mitológico. Los templos que rodean el Chedi son heterogéneos en formas
y colores. Aquí nos encontramos muchos monjes budistas con su
característica túnica naranja.
Lo de tener un taxi para todo el día nos ha
"tocado" un día en el que tenemos tiempo que perder, lástima, porque se
hubiera valorado mucho en los días apretados. Gastamos el tiempo en
la recepción del hotel, en internet y tomando algo y, más tarde,
decidimos darnos un masaje de una hora ahí cerquita.
Los sitios visitados, y marcados en el mapa, son:
0- Banthai Village 1- Doi Suthep 2- Tiger Kingdom 3- Wat Phra Sing 4- Wat Chedi Luang
Cuando salimos ya estamos preparados para ir al
aeropuerto. El taxi son 180 Bahts y el vuelo con Air Asia perfecto.
Cuando estamos esperando por las maletas me dirijo a la
salida
para valorar mis opciones. Es muy tarde y sé que ya no hay autobuses,
por lo que me temo un abuso por parte de los taxistas, pero me
encuentro con un servicio de minibuses que nos llevan por 100 bahts
cada uno cuando el vehículo se llene con 10 personas, y que además
dejan a cada uno en su hotel. Saco los tickets
sin dudarlo y me vuelvo con los del avión, que siguen esperando su
equipaje. Esta vez lo he hecho bien, lo que no me esperaba es el
diluvio en Phuket.
Llegamos al hotel tardísimo y
dispuestos a acostarnos enseguida, cansados. Entonces ya habíamos
decidido que no pillaríamos el ferri de las 8:30 de la mañana, sino uno
más tarde para poder descansar.