Día
11
(4/12/2010) Chiang Mai: Baanchang Elephant Camp
Antes
Nos pasarán a recoger temprano, a las 8:30h, por
el hotel para llevarnos
a la granja de elefantes Baanchang, donde seguiremos el
programa
establecido para aprender a conducir un elefante, hasta las 16h, a las
que está previsto que te
devuelvan al hotel. A las 17h comienza el Sunday Market de Chiang Mai,
así que será el momento de hacer las compras.
Después
Un buen desayuno en el jardín y ya tenemos a los
de la
granja de elefantes en la puerta. Tras recoger a un grupo de cuatro
estadounidenses recorremos unos 45 minutos de camino hasta la granja.
Nos dan unos trajes para cambiarnos y no preocuparnos de
ensuciarnos y tras una charla sobre la vida de los elefantes, nuestra
primera tarea es darles de comer, repartiendo la multitud de bananas
que hay provistas para este fin. Eva enseguida se dirige al bebé
elefante, que la abraza con la trompa. Algunos cogen los plátanos (el
manojo entero, no de uno en uno) con la trompa mientras otros abren la
boca para que se las introduzcas directamente. El contacto con su
enorme lengua es curioso, cuando menos.
La
siguiente tarea es darnos las instrucciones para montarlos: subir y
bajar, derecha e izquierda y adelante y stop. Con clases prácticas de
cada una de estas instrucciones. Resulta más fácil de lo que pensaba,
tanto subirse a él como mantenerte sobre su cuello.
Tras las clases toca comer, ante la incredulidad de todos por
lo
rápido que ha pasado el tiempo. La comida está deliciosa.
Un rato de relax o siesta e iniciamos las tareas de la tarde
que
básicamente se resumen en conducir el elefante por la selva y acabar
en un fantástico fin de fiesta, bañándolos o, mejor dicho, bañándonos
con ellos. No has de pensar en lo que es lo blando que estás pisando en
el fondo del agua y te lo pasarás mejor.
Estupenda experiencia, de la que nos quedan las
fotos para el recuerdo:
Al final, una foto del grupo:
Poco después de las 16:00 estamos de vuelta en el hotel, algo
cansados, pero dispuestos a visitar el mercado de los Domingos de
Chiang Mai
Nos tomamos un cóctel y nos acercamos al mercado, que queda
muy
cerca del hotel. Hoy es el cumpleaños del rey de Tailandia y es el día
más festivo del año en este país. Cuando llegamos hay un escenario
montado con una enorme foto del rey, que ya conocemos de haberlo visto
por todos lados, todo decorado de rosa. Cenamos en el mercado por
apenas 2 euros y hacemos algunas compras pequeñas. El mercado es enorme
y está lleno de gente deambulando de un lugar a otro, por eso resulta
impresionante ver como todo el mundo se para de golpe y se queda en
silencio cuando suena el himno. Es como haber parado el tiempo.
De vuelta, en el escenario del principio están
dando un espectáculo de baile tailandés gratuito que nos quedamos a
ver, mientras van enviando al cielo farolillos que se pierden tras
confundirse con las estrellas. También presenciamos unos fuegos
artificiales. Un fin de fiesta al que nos sumamos recogiéndonos.