Día 19 (13/12/2010)   Regreso a Barcelona

Antes   

   A las 7:50h despega nuestro avión a Barcelona, tras haber pasado la noche en Qatar, en el aeropuerto de Doha, más concretamente. La llegada a Barcelona está prevista para las 13:15h.

Después


   Por una vez lamentamos que el vuelo haya aterrizado puntual, y es que tenemos muchas horas que gastar en el aeropuerto. Y como tenemos tiempo, nuestra primera tarea es hacer cola en el escritorio de información de Qatar Airways para ver si podemos "rascar" algo que nos evite tener que pasar la noche en el aeropuerto. El premio gordo sería que nos pagaran el visado y una noche de hotel fuera - no es fantasía, algunos vuelos tienen derecho a ello si el transfer es superior a 8 horas -. Cuando nos toca nos informan de que tenemos derecho a cena y desayuno y nos dan unos tickets para ello, que sólo se pueden usar en el buffet del fondo. Algo es algo. Así que cenamos, escogiendo entre las escasas opciones de este buffet. Pero la ternera con salsa estaba buena.

   Investigo sobre la sala para dormir de la que había leído. Efectivamente está abajo, junto a la mezquita y la sala de fumadores, donde hay un lavabo con cola para lavarse los pies. Esta sala tiene varias hileras con divanes que parecen cómodos y podría ser un buen lugar para dormir si no fuera porque está llena, incluyendo el suelo en ese "llena", y porque resulta un problema para tres de nuestros cinco sentidos: la vista - y es que, aunque esté oscura, está frente a un lugar muy luminoso, con lo que la oscuridad pierde fuerza, y permite ver a personas que se han desprendido de cualquier vergüenza a la hora de elegir postura y/o atuendo para dormir -, el oído - con ronquidos y un continuo vaivén de gente que entra, como nosotros, y deambula para ver si hay sitio - y el olfato - y es que no se puede hacer nada cuando los viajeros, que no han tenido opción de asearse, necesitan descalzarse y estar cómodos en un lugar caluroso -.

   Así que, resignados, llega el momento de elegir intentar dormir en algún grupo de asientos para esperar. Como durante la madrugada no hay vuelos. Todos los que estamos ahí vamos a pasar la noche en el aeropuerto. Así que escogemos la puerta de embarque donde, a las 7:15 de la mañana, se abrirá el embarque para nuestro vuelo a Barcelona y probamos de entregarnos al sueño.

   Dormimos entre sí y no, con más no que sí. Horrible. Una experiencia a evitar. Y gastamos el tiempo que queda para embarcar consumiendo el desayuno que nos corresponde. Por cierto, el hecho de que no haya fotos en esta página se debe a que nos impidieron expresamente hacer ninguna en el aeropuerto, insistiendo en que está prohibido.



   Esta noche no puede empañar de ninguna manera un viaje fantástico. Hemos disfrutado tanto, que no recuerdo haberme ido de un lugar con este convencimiento de que vamos a volver pronto: hemos visitado una maravilla de las que dejan huella como Angkor (en el video de arriba) y hemos participado de una actividad de las que dejan huella como alimentar a un tigre (en el video de abajo). Si volviera probablemente haría la misma ruta en coche completando lo que nos hemos dejado: el mercado de Maeklong, pasar un día entero en Erawan, el festival del puente sobre el río Kwai (esto requeriría que, además, fueran las mismas fechas),  el Wat Yai Chai Mongkhon de Ayutthaya, el palacio de verano de Bang Pa In, la salida de murciélagos en Khao Yai,... y después, visitaríamos otras islas, como Koh Lanta, o Koh Samui y, por supuesto, no nos dejaríamos Phi Phi Leh si alguna vez volvemos a las islas Phi Phi. En ese futuro viaje, proseguiríamos a otros lugares, como zonas inexploradas de Camboya - y es que es difícil resistirse a esos precios - o a Laos o Vietnam. El caso es que, como dijo Terminator: "Volveré". Y nos ha gustado tanto que, si la crisis se agudiza en España y me quedara sin trabajo, incluso podríamos volver, pero para vivir aquí, como tanto nos han aconsejado los que nos hemos encontrado en el camino. Hasta ese punto.