Día 18 (12/12/2010)   Bangkok

Antes   

   Tenemos todo el día para completar las visitas diurnas a Bangkok que no hayamos podido hacer todavía. Cuando anochezca deberemos dirigirnos al aeropuerto para subir al avión que nos traiga de vuelta, a las 19:50h. A las 23:15h llega a Doha y tenemos 8 horas y 35 minutos para pasar en el aeropuerto de esa ciudad. Hay salas donde poder pasar la noche, visitaremos una de ellas.

Después

   Comienza el último día. Esta tarde pillamos el avión de vuelta a casa. Pero antes nos queda una jornada entera que gastar en esta apasionante ciudad. Una jornada que comienza con el buffet del desayuno de este hotel. ¡Cómo te he echado de menos!.

   En determinadas ocasiones, uno puede lamentar que no le quepa más comida. A mí me pasa pocas veces.

Mapa del Sky Train de Bangkok    Y ahora a bajar la comida. Hoy es domingo y podemos aprovechar la circunstancia para visitar el mercado más grande del mundo - según algunos, uno de los mercados de fin de semana más grandes del mundo, según todos-. Sí, ayer estuvimos en varios mercados, pero no podemos volvernos sin vivir el de Chatuchak. Para ello usaremos el sky train de nuevo.

  Si ayer fuimos de Nana a Chit Lom y volvimos desde Siam a Nana, por 20 Bahts el trayecto por persona, hoy nos toca ir hasta el final: de Nana a Mo Chit por 40 Baht.

   Yo suelo coleccionar los billetes de transporte público de las diferentes ciudades y me da mucha rabia cuando las máquinas de aquí se quedan el billete, y es que no te lo devuelven al salir.

   El recorrido es ameno entre rascacielos que van desapareciendo conforme nos acercamos al final.

   Cuando bajamos en Mo Chit da la sensación de encontrarnos en un barrio de la periferia. Aunque vayamos al mercado más grande del mundo, no lo vemos desde aquí y usamos la vieja táctica de seguir a los occidentales que han bajado con nosotros, que pronto nos ponen en el camino adecuado. Éste pasa a través de un animado parque, desde el que se puede ver, a través de las rejas de una de sus lindes, los típicos puestos de mercadillo en la calle adyacente.

Sky Train   Allí nos dirigimos. Se trata de una calle con paradas de diferente mercancía a ambos lados, pero no parece el más grande en su género. Ni siquiera parece uno grande.

   El truco está en que esto son las afueras del mercado. El mercado de Chatuchak está dentro de un recinto delimitado por un muro con alambrada. Al atravesar una de sus puertas sí aparece lo que esperábamos.

   ¿Cómo describirlo?. Hay calles repletas a rebosar de puestos del tipo mercadillo, y luego está el interior, que son como grandes naves con infinidad de pasillos estrechos donde todas las paredes son tiendas fijas, pero donde digo tiendas entiéndase pequeños "kioskos" rebosantes de mercancía. Si a ese entorno le sumamos una multitud de personas desplazándose sin cesar, estaremos más cerca de hacer una idea de lo que es.

   Ni en sueños se podrán ver todas las tiendas en un día, aunque uno no se detuviera en ninguna. Comprando agua en uno de los numerosos puestos de comida del mercado, y sin saber ya donde estábamos, nos ofrecieron un mapa por 20 Baht y puedo decir que fue la mejor compra que hicimos en todo el viaje. Gracias a ese mapa descubrimos que había una organización, y que los temas se distribuían por zonas. Así que, como ya teníamos souvenirs, camisetas, pantalones, etc... decidimos ir a la zona de mascotas para ver si les llevábamos algo a nuestros perros.
Mercado de Chatuchak
   Os dejo una imagen escaneada de ese mapa aquí.

   Entre el enjambre de tiendas de mascotas pudimos llevarnos un lote de cuatro pelotas por 1€, una correa, y un lote de tres camisetas, petos, o como lo quieras llamar, por otro euro.

   ¡No me miréis así!. Yo no estoy a favor de vestir a los perros, pero mi mujer sí. Creo que si pudieran hablar nos vendrían con un discurso sobre el pundonor y el sentido del ridículo. Algún día se vengarán.

   El caso es que había multitud de petos a elegir, y además buscando la talla adecuada. Entre los tres nos llevamos uno que era la camiseta de Messi - es posible que tuviera algo que ver en esto a pesar de todo -.

   Tras echar unas horas - o toda la mañana, según se mire - por el laberinto de Chatuchak emprendimos el camino de vuelta. Gracias al mapa conseguimos salir y dirigirnos de nuevo al sky train.

   Queremos volver a Pratunam porque Eva se quedó con las ganas de llevarse una camisa, así que esa va a ser nuestro destino.

   Esta vez nos sentamos en el lado correcto del tren, de forma que en la estación de "Victory Monument" pude hacerle una foto al monumento. Poco después, aparece la ya familiar estampa de la torre Bayoke anunciando la llegada a nuestra meta.

Monumento a la Victoria en BangkokTorre Bayoke desde el sky train
















   En un ir y venir nos hacemos con la camisa y nos metemos en el centro comercial Central World, donde ya estuvimos ayer, a comer.

   En realidad nos metemos porque Eva ha de ir al servicio, y luego, tras ver un KFC justo al lado, nos metemos en él. Allí pedimos un menú. ¿Por qué sólo uno?, pues porque como de un camello me tratara, las reservas acumuladas del desayuno de esta mañana todavía llenaban mi cuerpo. Así que mi mujer le daba al pollo mientras yo seguía satisfecho y me dedicaba a admirar el centro comercial desde esta tercera planta. Como prometí ayer, aquí hay un par de fotos de este lugar:Central World en Bangkok

Central World en Bangkok
















   En un momento dado, un cuarteto de cuerda se pone a tocar música de cámara en el vestíbulo. Aunque nosotros, siendo las 17:15h, nos toca emprender el retorno y despertar del sueño.

   A las 18:15h estamos en el aeropuerto. Mientras esperamos en la puerta de embarque me hago con un cartón de Lucky Strike porque sale a 2€ el paquete - los precios de Camboya no creo que los vuelva a ver -.

   El vuelo es placentero, la chica de facturación, a la que pedí una puerta de emergencia, nos ha dado la primera fila de una sección, lo que significa que no tenemos asientos delante. Por un momento temo por la posibilidad de que me quede sin pantalla de juegos y pelis, pero todo está pensado, y estos asientos disfrutan de un brazo que se puede desplegar y articular al gusto. Así que no será por espacio.

   Tras un rato de pantalla, me pongo a dormir.