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Día
8
(13/10/2011) Taba: Mar Rojo
Antes
Día de relax en el resort Sol y Mar Sea Star en régimen de "Todo Incluido":
playa en
el Mar Rojo, piscinas, campo de golf, bar... Si aun así tuviésemos
deseos de salir, no se descarta una excursión para ver Pharaoh's Island
o, aunque mucho menos probable, el Coloured Canyon.
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Después
Hoy toca un día relajado y, como tal, nos
presentamos en
el desayuno a las 9:55h, cuando lo cierran a las 10h, aunque son lo
suficientemente amables como para ir recogiendo conforme vamos acabando
las distintas secciones. A las 11:15h estamos en la playa del
hotel en el Mar Rojo. Tomamos algo en el chiringuito y pronto
nos
ofrecen hacer snorkel. Esta actividad no está incluida, pero nos sale
por 5€. Eva y yo pillamos un patín hacia el cercano arrecife de coral.
Mi primera experiencia con el snorkel es muy rápida y
negativa:
en menos de un segundo me he bajado y vuelto a subir al patín. La
razón: picaduras de erizo. Estamos muy torpes y a Eva también le pican.
Cuando por fin nos organizamos y conseguimos mirar bajo la superficie
el espectáculo que se nos presenta es maravilloso. Entre una calma
inimaginable el arrecife está repleto de esponjas, anémonas, etc... Esa
vida que vive sujeta y que sólo habíamos visto en los documentales de
Costeau. Alrededor, los peces de vivos colores deambulan como si
pasáramos inadvertidos. El momento más alucinante es cuando me rodea un
enorme banco de peces pequeños y plateados.
No sé cuánto rato estamos porque no queremos salir de allí,
pero
al final lo hacemos. No nos habíamos dado cuenta que nos hemos ido
alejando de la playa y regresar nos cuesta un consumo extra de calorías
invertidas en el pedaleo.
Tras un rato más de playa en estas aguas
cristalinas nos volvemos para el buffet de la comida.
La tarde la pasamos en la piscina y en el bar de la misma.
Mientras no perdamos la pulserita la vida es maravillosa.
Durante este tiempo, yo aprovecho para pedir en recepción que
llamen a nuestro conductor. Quiero atar el viaje de mañana a El Cairo y
busco una rebaja en el precio diciendo que tengo una oferta por 80€,
pero que como ya le conocemos a él y a su coche le preferiríamos si nos
iguala dicha oferta. Consigo la rebaja fácilmente y quedamos para
mañana a las 9:00h o que llamemos cuando estemos listos para salir.
Tras cenar, nos unimos con otros huéspedes - casi todos de
nacionalidad rusa - en la discoteca del hotel donde, tras un
espectáculo de baile y humor, tomamos unos cubatas y bailamos hasta que
el sentido común y el cuerpo nos dicen que nos vayamos a dormir.
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