Día 16 (21/10/2011)   El Cairo y llegada a Atenas



Antes   

Mapa de El Cairo




   La mañana entera estará disponible para visitar la capital de Egipto. Las visitas principales serán el museo arqueológico y la ciudadela. Después comeríamos por allí e iríamos al aeropuerto, o comeríamos en el mismo aeropuerto, para embarcar en nuestro vuelo a Atenas de las 14:10 y que tiene prevista su llegada a la capital griega a las 17:10. Tras el checkin del hotel, cenaríamos por Plaka y nos recogeríamos.

   Las referencias en el mapa de El Cairo son:

 0- Hotel Isis
 1- Museo arqueológico
 2- Ciudadela
 3- Mercado de Khan El Khalili
 4- Estación de tren

Después


   A las 9:00h estamos desayunando  en el hotel. Las vistas del centro de la ciudad desde este edificio alto se muestran ahora en todo su esplendor.

Panorámica del centro de El Cairo

   Aunque también, por otro lado de la planta, se pueden ver lo que sería la calidad media de la vivienda en esta ciudad. ¡Y nos quejábamos del estado de este edificio!.
Vistas de El Cairo 
   A la izquierda de la foto panorámica podemos ver el Nilo y, justo cuando acaba la foto, en ese lado izquierdo, aparece una puntita de un edificio rojo: ese es el museo de El Cairo. Nuestro objetivo de hoy.

   Un objetivo que peligra. Cuando hablo con la recepción para reservar el taxi al aeropuerto, yo pretendo salir sobre las 12-12:30, pero se nos presenta un problema: el encargado del hotel nos dice que lo mejor es llegar a las 11:30h porque así el taxista puede hacer el rezo de las 12 en la mezquita del aeropuerto. Si no, tendremos que esperar a que acabe el rezo aquí para partir en busca de nuestro vuelo. Prometo que intentaré llegar lo más cerca posible de las 11:30h. Aunque esto le quita tiempo a la ya mermada visita al museo.

   Lo dejamos todo listo con sorprendente rapidez: maletas hechas y nosotros arreglados y desayunados. El objetivo es llegar al Museo antes de las 10:00h. Una vez fuera sólo tenemos que acabar nuestra manzana y cruzar una avenida y ya estamos en el Museo, aunque como es la parte de atrás, todavía nos tocará recorrer todo su ancho para llegar a la entrada.

   Vamos ligeros, pues hemos dejado las cámaras en el hotel sabiendo que no se pueden meter en el museo y tenemos bastante suerte en la única calle que tenemos que cruzar, esa avenida que comentaba antes, pues hay un guardia que para los coches para que pasemos. Por lo tanto, cumplimos nuestro objetivo y nos presentamos en el museo unos minutos antes de las 10:00h.

   Un muro a unos 20 metros del recinto del museo forma una calle estrecha frente al monumento y no nos deja ver la famosa plaza Tahrir y no tenemos tiempo para dar vueltas. Compramos los tickets, a 50 EGP cada uno, y atravesamos la verja. Hay bastantes militares por aquí y es un grupo de ellos quienes nos rompen las entradas. Al subir las escaleras, pasamos ante una hilera de guías de diferentes idiomas. En cuanto rechazamos al primero, que nos habla en inglés, diciéndole que no en castellano, nos viene el de español. Aquí no sirve el escaqueo por idioma. Nos insiste mil veces que la visita no sirve de nada, desoyendo el escaso tiempo que tenemos para hacerla. Están desesperados por trabajar.

   Ya dentro, subimos directamente a la planta de arriba. Tenemos poco tiempo, por lo que vamos a organizar la visita según nuestras prioridades. Descartada la entrada a la sala de las momias, justo al finalizar las escaleras, y que nos ahorra unos 100 EGP por persona, vamos directamente a ver los tesoros de Tutankamon.

Museo Egipcio de El CairoMuseo Egipcio de El Cairo
















   Tanto que me había preparado la visita y resulta que no sabía que la cámara con los tesoros de la tumba de Tutankamon es gratuita, más bien estaba convencido que valía 100 EGP por persona también. ¿Por qué?. Pues, no lo sé, pero celebro el ahorro en el presupuesto intentando captar con mi iPod unas tomas de la impresionante máscara dorada - máximo emblema de este museo  - sin que el guarda del centro de la pequeña sala lo detecte.

   Al ver el video después, se hizo evidente un error de estimación en la altura de la grabación, convirtiéndose en un oscuro video lleno de pantorrillas.

   Un error que subsané más tarde durante la delirante - por clandestina - grabación por las diferentes salas del museo, como en las dos de arriba, frente a los colosos de Amenhotep III y su esposa favorita Tiye.
  
   Pasamos por todos los lugares seleccionados desde mi guía de bolsillo y salimos del museo bastante mal de tiempo. Aprovecho para hacer una grabación en el exterior del museo, de donde extraemos las instantáneas de abajo, ya libres del yugo de la prohibición de grabar en el interior. O eso pensamos, pues en el momento Museo Egipio de El Cairode salir de la verja, los militares que nos habían pedido las entradas me piden ahora que abra mi bolsa. Me quedo blanco, ya que si buscan cámaras, al haberme relajado, la tengo justo ahí. Pero tras echar un vistazo al interior nos ceden el paso al exterior. Ahora pienso que tal vez comprueben que no te lleves objetos del museo, que debe ser peor que llevarse fotos de los mismos.

   Aunque queremos acelerar nuestro regreso al hotel, ya no está el guardia en la avenida y hay que cruzar la calle al "estilo local", pero parando en medio de la carretera varias veces y aprovechando un momento de relajamiento en el tráfico, logramos cruzar sin pasar demasiados aprietos.

   Llegamos al hotel a las 11:35h y el taxista ya está esperándonos. Le decimos que bajamos enseguida y subimos a por el equipaje. Entramos en la habitación, recojo los bultos y cierro con llave para entregarla con celeridad. Mis padres también han sido rápidos, así que ya estamos a punto para irnos. Sin embargo, cuando vamos a cruzar el umbral se oyen unos golpes y gritos que resultan venir de mi habitación. Es Eva. Resulta que me había dejado a mi mujer encerrada. El encargado del hotel saca la llave para abrir con urgencia y así hacer cesar los gritos y golpes.

   Me resulta difícil hacerle entender a Eva como, en mi rutinaria supervisión de la habitación justo antes de salir para asegurarme de que no me olvido ni de un zapato, ni de un peine... de nada, me la he dejado a ella.

   Y así dejamos el Hotel Isis, que ha cumplido a la perfección su papel dentro de nuestro itinerario. Sin embargo, todavía tendríamos noticias de ellos de camino al aeropuerto, ya que a mitad de camino el taxista recibe una llamada de él y me pasa el teléfono. Resulta que no encuentran la llave de la habitación y nos pide que la busquemos. Yo le recuerdo que es la que se ha usado para liberar a mi mujer y que entonces ya la tenía él.

   Cuando llegamos al aeropuerto el taxista nos saca las maletas y recibe la propina a tiempo para ir a su rezo de mediodía. No habíamos ni entrado por la puerta donde aparece la señal de Olimpic airlines cuando ya tenemos un mozo del aeropuerto dispuesto a ayudarnos con las maletas y colarnos en el control de seguridad. Como estamos un poquito hartos del bakshish de los cojones y tenemos tiempo de sobras, hacemos la cola para pasar el equipaje por el escáner y así entrar en el interior del aeropuerto. Estamos a punto de dejar este país de contrastes.

Aeropuerto de El CairoAeropuerto de El Cairo
















   Hay que hacer el control de pasaportes antes de facturar - esto es nuevo - y las colas son lo suficientemente largas como para agradecer haber venido con tiempo. Tras el trámite, la facturación es rápida y pronto estamos comiendo en un fast food con variedad de opciones. Todavía tenemos menos prisa, ya que hemos podido ver que nos han marcado un retraso de media hora en nuestro vuelo.

   Nos resistimos a entrar en la sala de espera de la puerta de embarque porque tiene su propio control de seguridad, así que matamos el tiempo que falta hasta la hora de embarque por las tiendas de alrededor, donde compro un cartón de Marlboro por unos 18€.

   Dos horas más tarde, tras un placentero vuelo, estamos de vuelta en Europa. Recogemos el equipaje y pillamos un taxi que nos lleva al hotel Chic tras un recorrido cercano a los tres cuartos de hora entre la noche griega. Pagamos el precio del taxímetro, que redondeamos a 35€ y, la verdad, es que esperaba pagar algo más.

Hacia AtenasVistas desde Hotel Chic
















Hotel Chic   El hotel nos gusta y decidimos descansar en él hasta mañana por la mañana, en la que nos reuniremos temprano en el desayuno. Estamos junto a la Plaza Omonia, en una zona famosa por los locales de prostitución, pero no se ven en la calle principal. Sin embargo, cuando me subo a la terraza en la que culmina el edificio, donde puedo fumar en absoluta soledad, al mirar en los callejones colindantes, puedo ver, desde arriba, las luces de esos locales.


Hotel Chic