Día 10 (15/10/2011)   El Cairo: Giza



Antes   

Ruta de las piramides




  El punto principal de hoy es la visita a las pirámides de Giza. Ya estamos alojados cerca, precisamente por esto. Las visitas opcionales sería ampliar el tour a Saqqara y/o Dahshur.

   Después comeríamos en el hotel o cerca y haríamos tiempo hasta la hora del tren nocturno, que pillaríamos en la misma estación de Giza, a las 20:00h.

Las referencias en el mapa son:

0- Hotel Oasis
1- Pirámides de Giza y esfinge
2- Saqqara
3- Dahshur

Después

   Otro día que no nos comportamos a la hora de salir del hotel temprano. Entre varios temas que finalizan en el checkout y en un taxi del hotel llevándonos a las pirámides por 45 EGP, entramos al recinto monumental sobre las 11:00h. Ya he eliminado la visita a Dahshur, pero espero hacer la de Saqqara.

   La entrada al área de las pirámides de Giza es de 60 EGP por persona. Una vez dentro la presión vendedora es brutal y, aunque se nota la bajada del turismo, precisamente aquí tiene un giro negativo: hay más buscavidas que turistas, con lo que a los pocos que estamos nos tienen más agobiados. No nos dejan un segundo solos, aunque busquemos apartarnos siempre tenemos algún "camellista" o vendedor siguiéndonos. Hay miles de trucos, desde casi obligarte a que les hagas una foto para luego querer cobrarte (insistiendo en hacerte posar buscando el juego visual de tocar la punta de la pirámide con el dedo) hasta los que te ponen algo en la mano diciendo que es un regalo y te persiguen incansables hasta que se lo vuelven a llevar. Llegamos a la conclusión de que vamos a tener que convivir con ello y hacemos la visita como podemos, sin llegar a disfrutarla del todo.

   Toda persona aquí va a querer que le des dinero: los que te piden la cámara para hacer una foto, los policías turísticos que te indiquen cualquier cosa, ... incluso un vigilante me rectifica cuando quiero salir de un recinto y me hace pasar por un sitio equivocado, cuando me doy cuenta vuelvo a ir por donde quería salir, pero él me pide dinero por haberme indicado erróneamente.

Gran pirámidePirámide de Keops
















Pirámide de MicerinosPirámide de Kefrén















 
  Teniendo en cuenta esto como entorno, rodeamos las tres pirámides desde su base, primero la de Keops, o Gran pirámide, luego la de Kefrén, que es la única que conserva el revestimiento original en la punta y después la pequeña Micerinos, donde pillamos dos calesas para que nos lleven al mirador. Un lugar alejado desde el que tener la vista de las tres juntas, algo imposible cuando estás cerca de ellas. Acerca de mi sensación al contemplar las pirámides, he de decir que la de Keops es realmente enorme, como una montaña, la de Kefrén no le va mucho a la zaga, pero la diferencia de tamaño con Micerinos es mucho mayor de lo que parece, pareciendo ridícula en comparación con sus hermanas mayores.

Calesa con pirámide de MicerinosVista de las pirámides
















   Después nos llevan a la esfinge, pero me doy cuenta del error que he cometido en la ruta cuando veo que la esfinge, que ya sabía que quedaba algo alejada, está en la misma salida, así que volvemos al pie de la gran pirámide para ver la barca solar que enterraron para que el faraón pudiera llegar a los cielos. 50 EGP por cabeza para entrar y 100 EGP por las dos calesas, que terminan aquí su servicio.

MastabaBarca solar
















   Luego bajamos andando hasta la esfinge y, tras unas cuantas fotos, emprendemos la salida, pero antes cerramos el trato con un taxista que nos ofrece llevarnos a Saqqara, y de allí a la Ciudadela de Saladino por 120 EGP. Este taxista se debió jubilar por edad hará unos veinte años, pero ahí está esperándonos fuera del recinto.

EsfingeEsfinge desde la salida
















   Iniciamos el trayecto a Saqqara alrededor de las 13:00h y todavía no sé cómo me lo voy a montar para comer si la ciudadela cierra a las 17h. Nos ponemos en el recinto histórico de Saqqara un poco antes de las 14h en un recorrido que nos muestra, aún más, las miserias del país. La basura se amontona en las calles y en los canales y hay gente viviendo sobre ella.
Camino a Saqqara
   Pagamos los 60 EGP por persona de la entrada, más 2 EGP para que pase el taxi, que nos sube hasta el pie de la pirámide escalonada, que está en reformas. Ésta es la pirámide más antigua que queda en Egipto y nos muestra un eslabón en la evolución de la construcción de estos monumentos funerarios.

Pirámide escalonada de ZoserComplejo funerario de Zoser














 

   Visitamos las tumbas de los persas y el recinto funerario de Zoser para acabar el círculo pidiéndole al taxista que nos acerque al Serapeum y la pirámide de Teti.

   En esta última pirámide es donde tenía decidido entrar con mis padres, ya que el camino es más sencillo que el de las demás y el interior más espléndido.

   En seguida un chico se apunta a hacernos de guía sin pedirlo, nos alumbra con linterna durante la bajada y el trayecto recto que hay que hacer en cuclillas. Dentro hay tres pequeñas cámaras repletas de escritura jeroglífica con el sarcófago de granito negro del emperador Teti.

Pirámide de TetiPirámide de Teti
















   Ya no hay tiempo para más, pasan un poco de las 15h y salimos de vuelta a El Cairo a ver la ciudadela. Llegamos a las 16h, muy cansados y tan hartos de soltar dinero que cuando vemos que nos cuesta otros 200 EGP la entrada de los cuatro a la ciudadela para una hora, damos media vuelta y pillamos un taxi al hotel. Este cansancio viene de sacar un día del plan original para visitar Atenas, por lo que hemos tenido que hacer en un día lo que en principio estaba para dos. Comeremos allí y así seguro que salimos a tiempo para la estación de tren.

Mezquita de Mohammad AliCiudadela de Saladino
















   Y así es, más o menos. El enorme plato de spagueti a la boloñesa sacia el hambre y a las 18h estamos preparados para salir a la estación. Vamos muy bien de tiempo teniendo en cuenta que el tren sale a las 20h. Pero no, ahora nos topamos con el tráfico en la hora punta de un día laborable y eso hace que pasemos en el taxi más de una hora y media, llegando a temer por llegar a tiempo y con el terror a no ver alternativa a perder este tren. Encima, en el único tramo en el que se podía circular por la autopista el coche se para un par de veces, necesitando el conductor tocar algo del motor para volverlo a arrancar.

   Al final todo sale bien y nos ponemos en el primer andén, cerca del pilar 3, que marca el número de vagón que tenemos marcado en el billete.

   El mayordomo de nuestro vagón nos sube las maletas y nos pillamos los compartimentos más cercanos a la puerta de ese mismo vagón.

   Como hemos comido tarde la cena nos viene de más, con el aliciente de que no está tan mal o seca como había leído, más al contrario, tenemos un bol de arroz, otro de carne en salsa, tipo fricandó, y algo parecido a tortilla de patatas. Las bebidas se pagan aparte.

   Con una facilidad extrema, el mayordomo transforma los asientos en dos camas y nuestro agotamiento nos transforma a una velocidad similar de despiertos a dormidos.