Día 18 (23/10/2011)   Regreso a Barcelona


Antes   

  Día muy corto en lo que al viaje se refiere. Nos toca madrugar para pillar el vuelo a Barcelona que tiene programada su salida a las 8:45. Si no hay retrasos aterrizaríamos en Barcelona a las 11:00.

Después


   Nos toca salir del hotel tan temprano que ni siquiera podemos desayunar, aunque hoy podremos hacerlo en el avión. Yo creo que las 6:30 es demasiado pronto para salir al aeropuerto pero, con todo lo que hemos hecho en este viaje, ya no viene de ahí, así que seguimos el proceso sin incidencias: 40€ de taxi al aeropuerto, check in, espera y embarque en el vuelo de Aegean airlines que aterriza en Barcelona a su hora. Efectivamente, nos han dado desayuno.

   Estamos ansiosos por repasar las fotos de este increíble viaje en el que todo ha salido tan bien, pese a haber arriesgado en algunos puntos. Coincidimos en que nuestro periplo en Jerusalén nos ha dejado ganas de volver para visitar los sitios que encontramos cerrados en el Monte de los Olivos, pero también para visitar el resto de la ciudad, y del país. Tenemos la sensación de no habernos dejado nada en Jordania, pero también volveríamos para disfrutar de sus maravillas y sus gentes, aunque sabemos que seguramente eso nunca pasará. Sin embargo, el sentimiento con respecto a Egipto es confuso. Yo, por mi parte, no creo que vuelva, a excepción de la zona del Sinaí y de esos resorts en el Mar Rojo en régimen de todo incluido y a esos precios. Quizás el agobio al que nos hemos visto sometidos por los vendedores locales me ha podido, quizás la sensación de haber visto lo que quería ver - a pesar de que soy consciente de la cantidad de cosas que nos hemos dejado - ayude, pero sobretodo, la situación política del país me hace presagiar un futuro incierto para el turismo allí, y ojalá me equivoque.

   Aunque no sería justo con Egipto si no mencionara a la gente, fuera de a los que su vida basada en lo que sacan de los turistas les ha llevado a evolucionar a no aceptar un no y a perseguir hasta la saciedad porque aún puede haber recompensa - incluyendo el forzar el enfado o la lástima, porque la experiencia les ha mostrado que se puede sacar más -, el resto de locales con los que hemos interactuado se nos han mostrado consternados por la escasez de visitantes y preocupados ante una situación desconocida en la que los extranjeros no "quieren" visitar su país. Egipto es más que sus innumerables joyas arqueológicas, aunque estaremos de acuerdo en que, si no las tuvieran, no iría prácticamente nadie.

   Así las cosas, los puntos que rectificaría de nuestro plan, tras llevarlo a la práctica, son:

- Definitivamente añadiría un día más a Jerusalén, haciendo que alguno cayera fuera del fin de semana para poder visitar el Monte del Templo. Sin lugar a dudas, evitaría el Yom Kippur, es más un incordio que otra cosa para el turista.

- En Octubre y Abril habrá que investigar bien cuando se realizan los cambios horarios en los diferentes países a fin de evitar sorpresas.

- Reiterar la necesidad de tener dos días en El Cairo que, aunque no es algo a rectificar en el plan inicial, pues venía impuesto por el día en Atenas, conviene saberlo. Visto ahora de vuelta, hubiera pagado incluso más por visitar la ciudadela de Saladino.