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Día
8
(15/09/2012) Wellington
Antes
Desde donde hayamos acabado la ruta de ayer nos encaminamos hacia
Wellington, la capital del país, parando en algunos puntos del rodaje
de "El señor de los anillos" por el camino. Los que no requieren desvío
serían:
- Kaitoke
Park: Rivendell
- Fernside Lodge, en Featherston: Lothlorien
- Dry Creek Quarry que hizo de Abismo de Helm y Minas Tirith.
- Town Belt (ya dentro de la ciudad, un parque en el Monte Victoria):
donde los hobbits se esconden del jinete negro.
La principal visita en la ciudad sería al museo Te
Papa.
La ruta sería de unas 2 horas para
recorrer
unos 150 Km.
Entrada gratuita en todas las visitas.
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Después
Cuando nos despertamos, los dueños del parque de
caravanas están ahí saludándonos muy amables, nos cobran sólo 40$ en
total - cuando en el resto hemos venido pagando 160$ por lo mismo - y
nos dejan huevos recién recogidos de su granja para que desayunemos.
Todos estamos de acuerdo en que éste es el mejor parque en el que hemos
estado.
Así que emprendemos la marcha. Como ayer hicimos los deberes hoy vamos
bien de tiempo para todo lo que queremos visitar en Wellington. Sin
embargo, cuando estoy encarando la rampa de salida, recibo un aviso en
el walkie talkie diciendo que la última caravana no sale. Cuando vamos
a mirar, las ruedas traseras están hundidas en el barro y resbalan. Una
de ellas ha abierto un buen boquete en el suelo. Así que nos ponemos a
recoger troncos para proporcionarle a las ruedas una superficie rugosa
pero todo lo que intentamos sólo parece hundir más las ruedas y hacer
los agujeros de barro más grandes.
La cosa empieza a ir para largo y la llegada del
dueño del parque de caravanas tampoco parece arreglarlo, ya que su
aportación de tablas y alfombra resulta ser igual de fútil que nuestros
intentos previos. Y así es hasta que aparece un hombre mayor que tiene
un 4x4 bastante viejo y nos dice que dejemos de darle al motor porque
sólo estamos empeorando la situación, que pongamos la primera marcha y,
sobre todo, no toquemos el acelerador. Entonces engancha la caravana a
su coche y la saca con una facilidad asombrosa. Es nuestro héroe y
recibe el agradecimiento de cada uno de nosotros.
Pero el tiempo que se ha perdido es un lastre para
nuestra agenda del día, sin embargo, ahora no hay que preocuparse y
conducimos por nuestra ruta, que incluye una carretera esculpida en las
montañas rebosantes de vegetación. La vista es espectacular.
En algo más de una hora nos plantamos en el parque
Kaitoke y aparcamos en la salida de dos paseos: el que va a Rivendel -
la localización de la ciudad de los elfos en la trilogía de "El señor
de los anillos" - y la que sigue una ruta corta y otra larga a través
de la selva.
Comenzamos por la segunda, que enseguida nos pone
un puente colgante sobre el río ante nosotros. Después, la vegetación
es espectacular. Marcaba 30 minutos de paseo, pero lo hemos hecho en
menos. Después vamos a Rivendel, que nos ofrece otra muestra de este
tipo de bosque exótico, pero que defrauda un poco tras el paseo
anterior.
Reanudamos la marcha directos a Wellington. Esta ciudad es
la capital de Nueva Zelanda aunque no sea la ciudad más grande,
privilegio que corresponde a Auckland. Cuando llegamos aprovechamos
para llenar los depósitos de gasoil ya que sabemos que los precios son
más caros en la isla Sur. Por el camino, no hemos llegado a ver la
cantera que teníamos en nuestra lista de localizaciones, aunque también
sabemos que nada del rodaje de "El señor de los anillos" ha quedado
allí.
Ya en la ciudad, y sin salirnos de la calle junto al
puerto, aparcamos las caravanas en el Wellington Waterfront Motorhome
Park que está, como su nombre indica, frente al mar y, también, está
situado junto a la terminal de Bluebridge ferry donde mañanas debemos
estar muy temprano. Sin embargo, no hay nadie en la pequeña oficina del
parque y la máquina que tienen en la pared falla cada vez que queremos
hacer el pago con nuestra tarjeta. Nuestros vehículos ya están
enchufados, lo único que realmente necesitamos es el código para usar
los lavabos y duchas. Hay dos teléfonos de contacto a
los que llamar, pero nuestro móvil no tiene saldo, así que salimos a la
ciudad con la misión de comer, recargar el móvil y hacer alguna de las
visitas previstas.
Comemos a base de pizza cruzando la calle. Allí preguntamos para que
nos indiquen que podemos recargar el móvil en esa misma manzana. Según
nos han indicado, el móvil no se puede recargar en un banco, sino que
se hace en las tiendas donde venden helados (??).
Ahora sí podemos llamar a los dos teléfonos, pero
no nos lo cogen en ninguno. Ya veremos más tarde. Nosotros nos vamos a
visitar el museo Te Papa, que es el más importante del país y es
gratuito.
La visita al museo resulta ser más rápida de lo
esperado porque el museo es más pequeño de lo que pensaba, aunque muy
entretenida. Podemos ver el calamar gigante que capturaron en la planta
dedicada a la naturaleza y algunas joyas arqueológicas maorís en la
planta dedicada a la población nativa.
Cuando salimos aun es de día y comenzamos a pasear en dirección a Town
Belt. Al parecer, hay dos Town Belts en la ciudad, pero el que queremos
visitar es el más cercano al museo. Llegamos cerca del pie de la
colina, pero el sol nos está dejando y se presume una costosa subida
que sería baldía si llegáramos de noche, así que, no sin pesar,
abortamos la misión y culpamos al barro de esta mañana de no tener
tiempo para esta visita.
Entonces nos encontramos al atardecer en medio de Wellington con
el resto del día para nosotros y continuamos con nuestro paseo
explorando la ciudad. Al menos, los locales parecen saber exactamente
qué hacer ahora: está a punto de empezar un partido de rugby entre los
All Blacks y Sudáfrica y yo creo saber dónde juegan cuando veo la
iluminación sobre el estadio de Wellington. Multitud de locales tienen
pantallas enormes con la previa del partido y nosotros tenemos la
teoría de que esto tiene que ver con no poder contactar con nadie del
camping.
Cuando pillamos asiento en la terraza de un gran bar indio, el partido
todavía no ha empezado y podemos ver la haka de la selección
neozelandesa recordando los pasos que ya nos enseñaran anteayer.
Nos tomamos unas cervezas alrededor del fuego que está encendido en el
centro de nuestra mesa y regresamos a la caravana ya de noche. Mañana
hemos de estar a las 7:00h en la terminal del ferri, aunque es esa que
tenemos justo al lado.
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