Día 13 (20/09/2012)   Milford Road


Antes   

   

   Comenzaríamos este día en Queenstown donde tendríamos toda la mañana para escoger aventura, con la tranquilidad que da saber que en dos horas estaríamos en Te Anau, donde comienza la carretera que lleva al fiordo más famoso del hemisferio Sur: el Milford Sound. Esta carretera, la Milford Road, es un espectáculo en sí misma y sus 120 Km están plagados de puntos de interés donde parar y pasear.

Ruta NZ Día 10

   Los lugares a visitar se pueden ver en esta mini guía del recorrido: Drive_Highlights.pdf

   Destacan The Chasm, y los Mirror Lakes.

   La idea sería hacer noche en el Milford Sound, ya que así podríamos embarcar al día siguiente en el primer crucero, cuando aún no han llegado los autocares de turistas.

   La ruta del mapa recorre 290 Km, que nos llevarían 3:30h.


Después

   
   Nos ponemos en marcha temprano, como está siendo habitual en este viaje, y a las 8, tras recoger el chocolate, con dos nubes, servido en la recepción del Holyday Park, estamos en Wanaka recorriendo la desierta ciudad.

   Todo está cerrado a esa hora. El i-site está junto al lago, pero abre a las 9:30h, con lo que tendré que reservar el crucero al Milford Sound de mañana en Queenstown. Las tiendas y el banco también abrirán en una hora, pero al menos puedo sacar dinero del cajero. La previsión es que hoy recuperaremos el retraso en el plan de viaje y, por lo tanto, mañana estaremos donde deberíamos. Lo que nos permite esta recuperación es, por un lado, el haber llegado hasta Wanaka ayer, a apenas una hora de nuestro destino final, y por otro, que la mañana de hoy estaba destinada a la realización de diferentes actividades típicas en Queenstown escogidas por cada uno, pero al final, dado los precios, las actividades se van a quedar en un salto de puenting de la más joven del grupo. Esto nos permitirá salir de Queenstown a la hora prevista y hacer noche en la Milford Road, como marca el plan.

   La ciudad de Wanaka está montada en torno a la esquina del lago del mismo nombre y con un aspecto muy cuidado, como todas aquí, le dedica una amplia orilla con césped y espectaculares árboles.

Lago WanakaWanaka
















   Alrededor de las 9h emprendemos la marcha hacia Queenstown, pero antes llenamos los depósitos de Diesel a 1,729$ el litro.

   La carretera es bastante escénica y la primera mitad no hace más que subir entre montañas que muestran la nieve cada vez más cerca. En un momento dado, nos topamos con el desvío que lleva a Cardrona, un pueblo con la estación de esquí más popular de por aquí. Una chica está ahí para avisar a todos los vehículos que necesitarán cadenas para llegar.

   Luego tocará la bajada hasta Queenstown. Toda esta carretera de Wanaka a Queenstown nos ha mostrado un paisaje muy diferente al que nos tenía acostumbrados Nueva Zelanda, con accidentados altibajos cubiertos por matorrales marrones en las zonas donde no había nieve. La temperatura exterior, justo antes de bajar, marca su mínimo en el indicador del salpicadero: 2º. Desde aquí, el resto del camino a Queenstown es una bajada hasta el valle.

Paisaje de la zona de Arrowtown

   Sobre las 10h nos plantamos en Queestown, donde se ve mucha vida. Como el resto de ciudades neozelandesas, todos los edificios son bajos. Parece ser que en este país todos viven en casas y el concepto de "piso" no es conocido. Nos sorprende la carencia de semáforos, incluso habiendo alcanzado el centro de la ciudad, con un intenso tráfico. En su lugar, los cruces se solventan con un pequeño círculo a modo de rotonda para cada uno de ellos. Nos cuesta encontrar aparcamiento para los tres "monstruos" de 8 metros que conducimos, pero al final lo hacemos en un lateral, tipo zona azul, aunque ocupando unas dos plazas cada uno. Aun así ponemos 2$ cada uno que nos da una hora de parking, hasta las 11h. De esta ciudad destaca su lago, formando un paisaje espectacular, y las cabinas del funicular que hemos podido ver subiendo, muy verticales, al monte desde el que suponemos se podrá disfrutar de este paisaje en todo su esplendor.

El funicular de QueenstownCalles de Queenstown
















   Hemos visto el i-site antes y nos dirigimos hacia allí. Es el momento de explorar la ciudad. Aunque también es el momento de otros recados que tenemos pendientes: hace ya días, justo antes de llegar a Wellington, se nos partió la tabla que une el sofá en forma de U del final de la caravana y completa la base de una cama doble. Desde entonces tenemos una cama "coja". El problema en Wellington fue que era fin de semana y nadie trabaja y, desde entonces, no hemos estado en ninguna ciudad en horario laboral... hasta hoy. Cuando llamo me dan la dirección de un taller donde me solucionarán el tema.

   Es entonces cuando entramos en el i-site dispuestos a solucionar tres temas:

 a) Reservamos y pagamos el puenting de Claudia para las 12:30h por 180$ b) No nos reservan el crucero por el Milford porque el primero de las 9 de la mañana tiene poca gente y se puede comprar directamente allí. Aunque nos avisan de la posibilidad de tener que poner cadenas a las caravanas. c) Nos marcan en el mapa como llegar al taller cuya dirección me acaban de dar.

    Con esto, decidimos agotar el crédito del aparcamiento e ir de tiendas hasta las 11h, hora a la que nos pasaremos por el taller. De ahí, iremos al puenting, que está fuera de la ciudad, pero sólo a unos 15 minutos.

   Y así lo hacemos, tras unas compras de souvenirs, nos plantamos en el taller, donde recogen la tabla rota y nos dicen que en tres cuartos de hora podemos pasar a buscar el arreglo. Entonces salimos en convoy, los tres vehículos, porque es el turno de la benjamina del grupo. Buscamos el rio Karawau, que encontramos al cuarto de hora y, cuando tras una curva se abre el paisaje del río dejando ver el puente desde el que se ha de tirar se nos corta la respiración a todos. Este río, y en esta zona, también es donde se rodó la escena de los Argonath de "El señor de los anillos", aunque claro, esas titánicas esculturas de reyes con la mano en señal de "stop" fueron añadidas por ordenador.

Río KawarauLocalización de los Argonath en el río Kawarau
















Preparándose para saltar   La entrada del local da a una rampa espiral que baja hasta los mostradores entre pantallas y música muy dinámicas. Los trámites son rápidos: la pesan, escriben su peso en la mano y la mandan para fuera. Allí hay un mirador para los familiares y el puente, imponente, sobre el río Karawau. En este lugar nació el puenting y, con él, este magnífico negocio en el que la gente desfila para una actividad que apenas conlleva costes, dura un par de segundos y por la que cobran unos 120€. Alguien que no está aquí se está frotando las manos preguntándose cómo es posible que, por mucho dinero que se gaste, su cuenta no pare de crecer.

   Le ponen un arnés y le atan los tobillos con una toalla. Todo está a punto:

Bungy JumpBungy Jump




























Bungy JumpBungy Jump
















   Todo es muy rápido, pero me quedo con el respingo de su madre cuando ella da el salto. Al menos el enclave es espectacular.How many green tones are?

   Al ir al lavabo me doy cuenta de hasta dónde puede llegar un loco del puenting:

Señales en los lavabos del puentoing de Karawau Bridge

 







  Volvemos a Queenstown, pero sólo una caravana. Las otras se quedan en Frankton esperando nuestro regreso con la cama ya completa. Y éste se produce casi de inmediato, pues es llegar, poner la tabla y volver. Así que nos ponemos rumbo a Te Anau con la previsión de comer en algún lugar bonito de por ahí.

   Es un trayecto de 2 horas que ya hemos aprendido a hacer en menos. El primer tercio transcurre en la motorway 6 junto al lago Wakatipu, después se coge la 94 entre prados con ovejas - ¡cómo no! - hasta Te Anau.

Carretera junto al lago Wakatipu

   Paramos en la ciudad pues nos faltan algunas viandas y vemos un súper con espacio para aparcar de sobras. Después volvemos a llenar los depósitos porque nos quedan 4 horas de conducción sin gasolineras (2 de ida y 2 de vuelta) y porque está algo más barata que la de esta mañana.

Lago Te AnauSupermercado en Te Anau
















   Aunque son casi las 16h, decidimos tirar para la Milford Road y encontrar allí un lugar idílico para comer lo que ya preparamos anoche para hoy.

   Y así lo hacemos, acabamos entrando en un lugar que una señal de la carretera anuncia como merendero con lavabos, junto al lago Te Anau. Allí me hago la foto de arriba a la derecha, demostrando mi alegría por comer.

   Después, seguimos por la Milford Road, ya con el sol en contra, como siempre a esta hora. La entrada a las cascadas que queremos hacer como primera parada está cerrada, así que continuamos hasta los Mirror Lakes.

   Tenemos una terraza de madera hacia ellos para nosotros solos, pero hoy no están en su mejor momento. Las nubes tapan la mayor parte de las cimas nevadas de los montes que se deberían reflejar, y el agua está algo movida, con lo que el reflejo no supera el del lago Matheson que ya vimos.

Mirror LakesDetalle de la señal de los Mirror Lakes
















   Los deberes ya están hechos por hoy, sólo nos queda conducir hasta el último lugar permitido para acampar. Al estar en un Parque Nacional, la acampada libre está prohibida y, en su defecto, tienen varios puntos habilitados en esta carretera para ello. Entramos en uno junto a un río y frente a las montañas nevadas y usamos los servicios antes de que apaguen la luz.
Zona de acampada Deer Flat