Día 18 (25/09/2012)   Hong Kong


Antes   

   
Mapa de Hong Kong
   
 





























   Aterrizamos en Hong Kong a las 7:30h, con lo que tenemos todo el día para visitar esta fascinante ciudad usando el metro.

   Ese mismo metro nos puede llevar del aeropuerto a nuestro hotel, en un rascacielos del Oeste de Kowloon, donde, si todavía es temprano para que nos den habitación, al menos, nos guardarán el equipaje.

   De ahí nos moveríamos entre los puntos marcados como imprescindibles, y el mismo hotel, donde podríamos disfrutar de sus instalaciones.

   Un orden lógico de las visitas sería:

0- Hotel Nina et Convention
1- Hong Kong Park: parque al estilo de Central Park. Un oasis rodeado de rascacielos.
2- Victoria Peak: Un pico en la ciudad al que se puede subir con el teleférico más empinado del mundo y que ofrece las mejores vista de la ciudad.
3- Templo Wong Tai Sin: una visita a la China más clásica entre la modernidad de los edificios del centro de Hong Kong.
4- Mong Kok: la zona de los mercados, una de las zonas de compras más famosas del mundo: el mercado de los peces, de las flores y de las señoras se encuentran aquí.
5- Tsim Sha Tsui: El puerto, donde sale y llega el ferry entre islas, que cojeremos, ya sea a la ida o a la vuelta. También se encuentra aquí el paseo de la fama del Hollywood de Oriente. Cuando se acerque la noche deberemos de estar aquí para disfrutar del skyline de Hong Kong.

Después

   
En el aeropuerto de Hong Kong   Con mucha mejor suerte a la hora de dormir en el vuelo, que ha durado 10 horas, aterrizamos en Hong Kong justo cuando la noche, que nos ha acompañado durante todo el viaje, ha sido echada por el sol. Ha pasado rápido, y el hecho de ir bastante vacío nos ha ayudado a todos a la hora de llegar descansados. Yo tenía dos asientos para mí y, en todo el avión, eran mis dos pantallas las que no funcionaban, pero el descanso lo paga todo.

   Tras pasar inmigración y recuperar nuestro equipaje, cambiamos moneda. A mí me dan casi 300 HKD por mi billete de 50 NZD, que son unos 30€. El cambio de dólares de Hong Kong es muy fácil de calcular, pues están a unos 10 por euro: sólo hay que quitarle un cero.

   Después pregunto en un mostrador de Información por la mejor forma de llegar a nuestro hotel, que yo creía que iba a ser ir en tren con la tarjeta de 24 horas que quería comprar, pero que siendo 8 me indican que es mejor en dos taxis, que nos saldrán por unos 200$ cada carrera. También me avisan que los taxis han de ser de los rojos. Y ante ellos nos presentamos. Todos son el mismo modelo de coche, que no identifico, pero que parece muy antiguo. También vemos pocas posibilidades de que esos maleteros puedan albergar nuestro equipaje, pero en eso nos equivocamos, ya que lo meten todo sin pensar en cerrar la puerta, ya que no es necesario porque aguantan ésta con cuerdas elásticas. Antes de subir, me han dado en un mostrador, mi destino escrito en chino y una tarjeta que me avisa de que pida el ticket al taxista en todo momento.

   Nos embutimos en sendos taxis rojos en grupos de cuatro y recorremos una autopista y un largo puente en el que aparecen altísimos bloques de viviendas iguales a nuestra izquierda, como colmenas de cemento, con apariencia de pisos baratos, y enormes y majestuosos rascacielos de cristal enfrente, sobresaliendo del skyline de la costa a la que lleva el puente. Enseguida identifico la forma del más alto como el del hotel al que vamos y el conductor me lo corrobora: "El más alto es vuestro hotel".

Taxi de Hong Kong hacia la ciudad

   Cuando llegamos nos hacen el check in a pesar de lo temprano que es, las 9h, pero no nos entregan las habitaciones, sino que nos dicen que podemos venir a por las llaves a partir de las 11h. Si todo ese rascacielos son habitaciones no es de extrañar que el hall muestre tanta vida, pues debe alojarse muchísima gente aquí. El caso es que debemos dejar las maletas en manos del conserje mientras salimos a explorar un poco la ciudad.

   Para ello intentamos localizar la estación de metro que, aunque el mapa que nos han dado marca que ha de estar ahí mismo, necesitamos de alguna indicación para llegar. Es la estación Tsuen Wan West de la línea Oeste (lila). Al bajar las escaleras nos topamosEstación "Tsuen Wan West" del MTR de Hong Kong con un hall enorme y limpio con un interminable tránsito de pasajeros que entran. No vemos taquillas, sino máquinas en la pared para adquirir los billetes. Éstas son muy fáciles de usar si quieres un billete sencillo: sólo has de pulsar tu estación de destino en el mapa, pero no encuentro la forma de optar al multipase de 24 horas. Entonces nos encontramos con el primer problema, y es que necesitamos hablar con un humano, pero no hay, al menos que trabajen aquí. Vemos un par de oficinas de bancos, pero al llegar, tampoco hay humanos, sólo máquinas. Acabamos preguntando a alguien, que parece trabajar en la seguridad del MTR y éste nos envía al Centro de atención al cliente, al otro lado de ese hall: unos 300 metros. ¡Con lo fácil que son las cosas cuando hay taquillas!

   Allí adquirimos el "Tourist Day Pass" por 55 HK$ cada uno y entramos. Con el mapa en la mano, y gracias a que todas las señales están también con caracteres "nuestros", nos guiamos bien para hacer los dos transbordos necesarios para llegar a la estación destino de "Causeway Bay", en la isla de Hong Kong.

Líneas del MTR de Hong KongMTR de Hong Kong














 

   Cuando salimos nos quedamos boquiabiertos mirando alrededor y, sobretodo, arriba. Lo que nos rodea son calles muy transitadas entre rascacielos. No es como en Nueva York, aquí el sentimiento que te hace pequeño es más bestia.

Edificios de Hong KongAndamio de bambú en las calles de Hong Kong




























   Caminamos sin orientarnos, ya que no es fácil localizar nuestra posición en el mapa. Hemos bajado en esta estación para acudir a nuestra primera visita: Victoria Peak y llegamos a un parque llamado Victoria Park, pero no hay montaña aquí. Así que pregunto al botones de un hotel que me hace ver que no son lo mismo, y que debería haber bajado en la estación de Central para llegar hasta allí. Victoria Peak no salía en el mapa, pero sí el lugar de partida del funicular.

   Ahora ya sé dónde vamos, así que tras dar una vuelta, volvemos al MTR para sólo tres paradas y salimos en una zona más bestia todavía, con rascacielos más concentrados. Por la calzada circulan autobuses de dos pisos y, lo que nunca había visto antes, tranvías de dos pisos también. Uno de los edificios tiene un Ikea pero, a diferencia con los de aquí, que están en grandes naves, este Ikea ocupa dos plantas de un rascacielos. Es cambiar nuestro concepto de horizontalidad por el vertical.

Tranvía de dos pisos en Hong KongEdificios de Central Hong Kong
















   Ser peatón es complicado aquí ya que las calles no se pueden cruzar fácilmente, tienen montado un sistema de pasarelas para desplazarse caminando y hay que averiguar cómo funciona. El funicular está cerca, pero mirar cómo llegar a él nos lleva un tiempo.

   Cuando lo hacemos, hay una cola de turistas para pagar los 65 HK$ que vale el billete de ida, la vuelta y la entrada al mirador. Luego vemos como se llena el siguiente funicular y conseguimos una posición para poder entrar en el próximo. Cuando llega, la gente sale por la izquierda y sólo cuando ya está vacío es cuando cierran las puertas de ese lado y nos abren el acceso por el nuestro.

   La subida es un corto paseo que va de menos a más, tanto en verticalidad, que queda muy atenuada por el diseño del propio vehículo, lo que te hace ver los edificios y árboles del exterior cada vez más torcidos; como en vistas, por una simple y lógica cuestión de ir ganando altura. Esta subida está enteramente grabada en este video:
Peak Tram


 En lo alto de la montaña nos espera todavía... ¡un centro comercial!. Así como lo digo. Para llegar al mirador hay que subir varios pisos llenos de tiendas con escaleras mecánicas. Luego en lo alto te esperan las vistas que hemos venido a presenciar: Los edificios de Hong Kong, vistos desde la colina que tienen detrás. Más al fondo, si la vista consigue atravesar el halo que parece neblina pero algunos apuestan que es contaminación, el continente, con la zona de Kowloon donde se encuentra el grueso de las residencias de esta ciudad, incluido nuestro hotel.

En el mirador de Vistoria PeakMirador de Victoria Peak















Vistas de Hong Kong desde Victoria Peak

   El mirador es de 360º, pero en realidad sólo interesa un lado, de los cuatro que tiene esta terraza rectangular.

   Cuando acabamos de maravillarnos de las vistas de la ciudad, y hartos un poco del viento - que no del frío - nos volvemos a cubierto para bajar todas las plantas hasta volver al funicular.

Pisos del centro comercial en Victoria PeakPeak Tram
















   Nuestro plan ahora es ir a la zona de la Terminal de ferris mirando la posibilidad de desviarnos al templo Wong Tai Sin y para ello había decidido pillar un tranvía, pero justo en la entrada - para nosotros salida ahora - del funicular hay un autobús parado que marca la Terminal de ferris como final de trayecto, así que nos metemos para facilitar las cosas en esta caótica ciudad. Es el 15C y tiene una caja donde echar los 4,20 HK$ por persona que vale el viaje. El conductor mira que todo el mundo pague, pero no devuelve cambio, lo que queda claro después de que yo eche un billete de 5. La ruta de este autobús es realmente corta, ya que nosotros nos hemos subido en el inicio de trayecto y hemos llegado al final en unos 10 minutos.

   En la Terminal de ferris seguimos las señales de "Tsim Sha Tsui", que es nuestro destino, hasta llegar a una máquina que te da una ficha por 2 HK$, esta ficha, que aquí llaman "token" lo has de meter en la ranura para pasar por el torno, y ya estás listo para embarcar en el ferry. Por lo tanto, el "crucero" de la isla de Hong Kong al continente nos sale de esta forma ¡por 0,20€ cada uno!

   Por otro lado el trayecto es rápido, pero da el tiempo suficiente como para disfrutar de las vistas de las dos orillas desde el mar.

Navegando por Victoria HarbourNavegando por Victoria Harbour
















   Al llegar, no queremos gastar mucho tiempo en Tsim Sha Tsui porque vamos a volver por la noche y estamos locos por disfrutar ya de nuestras habitaciones de hotel, pero el hambre aprieta y hacemos una parada en el McDonalds para que la parte del grupo a la que no le gusta la comida china se alimente. Nosotros, los que tenemos pensado probar la comida local, esperamos que completen sus Mac menús a precio record de menos de 3€ antes de subirnos al MTR en la estación de "Tsim Sha Tsui" para volver al hotel, haciendo trasbordo en "Mei Foo".Puerto de Tsim Sha Tsui

   En el hotel no lo tienen todo listo, sino que nos dan una y nos dicen que esperemos 10 minutos para el resto. Afortunadamente tienen cuatro ordenadores con internet libre.

   Las cuatro habitaciones están ¡en la planta 68!. Llegar a allí requiere un trasbordo de ascensores, ya que hay unos rápidos para la planta 40, donde se cambia a los que sí llegan a las plantas más altas.

   El premio está al entrar en la habitación: son magníficas. Una pared de cristal te separa de las vistas a los rascacielos que, por supuesto, están más bajos. Alguna tiene incluso vistas al puerto. Además de las vistas, la habitación en sí es grande, preciosa y con una ducha espectacular, a parte del gran baño, con bañera. Aunque se ve cierta predilección por las parejas, ya que las dos habitaciones con cama de matrimonio son prácticamente suites, mientras que las de dos camas se quedan en habitaciones. Estamos tan maravillados - y cansados, por qué no decirlo - que decidimos gastar unas horas en el hotel.

Pasillos del Hotel Nina et ConventionHabitaciones del Hotel Nina et Convention
















   Todavía quedamos algunos que tenemos que comer, y ya habíamos decidido pasarnos por el centro comercial que comunica con este hotel para ello. En la habitación teníamos un folleto con descuentos y el primer restaurante que encontramos está en la lista.

   Así que nos metemos en el Dimsum bar y comemos por menos de 8€ por persona, y eso que lo que más vale son las cervezas, y los platos son a base de marisco en su mayoría. ¡Buenísimos!

   Y por fin llega el momento de descansar. Me bajo a la planta 9 donde disfruto de una piscina con vistas a la ciudad y luego me paso a la climatizada interior porque quiero probarlo todo. Me tumbo un rato en la habitación y en seguida se hace la hora. Y es que todos estamos notando el cansancio acumulado que hace que la cama nos tiente a resistirnos al Hong Kong que tenemos fuera.

Dimsum BarPiscina del Hotel Nina et Convention
















   Volvemos al metro pasadas las 18h y prácticamente es de noche. Cuando salimos en la estación de Mong Kok ya lo es del todo. La ciudad de noche es todavía más espectacular, con todas sus luces. Este barrio está muy animado y hemos venido a hacer una rápida visita a los mercados y a un templo que viene en el mapa y que sustituirá a la visita del Wong Tai Sim. Pero cuando llegamos, aparte de estar cerrado, no es lo que buscábamos: no es un edificio en sí, sino un local entre rascacielos.

   Así que nos pasamos por algunas tiendas en la zona marcada en el mapa como mercado de los deportes, luego, en la calle paralela, se encuentra el mercado tecnológico, donde comprobamos que los precios, aun siendo más baratos, no lo son tanto como para compensar una compra sin garantía. Por último, nos asomamos por el Lady market, pero sólo para tomar inmediatamente el camino de vuelta a la estación del MTR. No queremos llegar tarde a nuestra cita de las 20:00h.

Mong KokMong Kok
















   Son sólo tres paradas hasta volver a estar en Tsim Sha Tsui. Seguimos las señales - y la gente - que llevan hasta la Avenida de las estrellas y al llegar, nos reciben una música muy del país en directo y unas vistas del Skyline iluminado de la isla de Hong Kong maravillosas.

   Todavía falta para que empiece la Sinfonía de Luces que hemos venido a ver, pero se puede pasar el tiempo sin problema sólo mirando a lo que tenemos delante, y que no me encuentro capaz de describir, sólo las fotos y el video pueden hacer un acercamiento - que no justicia - a tan impresionante postal.

Hacia la Symphony of Lights
 
 



   Y, como se ve en el video, la Sinfonía de luces comienza. A mí me desilusiona un poco porque parece quedarse pequeña entre tantos rascacielos que no participan, pero es algo único en el mundo. Un broche final perfecto para rubricar un viaje como éste.

Avenida de las estrellas

   Esto se acaba, y también lo notan nuestras piernas, que han encontrado el momento de quejarse, por eso, tras pasear por la Avenida de las estrellas donde, entre los nombres en el suelo, sólo reconocemos a Jackie Chan y Jet Li, acabamos ante la estatua de Bruce Lee. Es allí donde decidimos que no vamos a ir al mercado nocturno, que se acabó y que el cuerpo sólo quiere descansar.

Barco pirata en la Symphony of LightsEstrella de Jet Li en la Avenue of Stars
















   El viaje de metro de vuelta es el momento que se nos hace más pesado en dos semanas, pero tiene la recompensa de unas habitaciones maravillosas con unas vistas todavía mejores durante la noche.