Después
Salimos temprano según lo previsto, a las 4:45h. Una hora
mortal si no fuera porque a las 19h de ayer ya estábamos durmiendo.
Enseguida nos meten en un rickshaw que nos pide solo 60 Rs
por llevarnos a nosotros y nuestras tres maletas a la estación de New
Delhi. Al final nuestro tren sale de esta estación y no de la de Old
Delhi, como mostraba el mapa de la página de ayer, pero New Delhi ha
resultado estar incluso más cerca de nuestro hotel.
Ya en la estación buscamos el número de nuestro tren en el
panel de la entrada para descubrir que hemos de ir al andén 2. Subimos
a la plataforma superior que comunica todos los andenes y la cruzamos
casi enteramente, desde el andén 15 hasta el nuestro. Ya abajo
comprobamos la zona de nuestro billete para saber en qué parte del
largo andén estará nuestro vagón y a esperar. Falta casi una hora. Creí
que sería más complicado.
El tren entra de culo y nuestro sitio está al final. Los
asientos son cómodos y con mucho sitio. Empezamos a ver los privilegios
de la primera clase. Otro privilegio es el continuo servicio de
catering que nos provee de un completo desayuno. Tenemos la persiana de
la ventana bajada porque hemos descubierto que el paisaje no es
interesante, a no ser que quieras ver gente cagando.
Si el tren salió a la hora prevista también llega a las
10:20h según lo previsto. Sin embargo, en nuestro camino a la salida no
vemos ningún cartel con nuestro nombre, con lo que al final nos vamos
con un joven que lleva un taxi y con el que cerramos trato para mañana:
960 Rs por todas las visitas del día.
Pagamos 100 Rs por el trayecto y llegamos a nuestra
fantástica habitación tras aclarar que nos estaban esperando en otra
salida de la estación.
El plan para hoy es sencillo y nos da mucho tiempo para
descansar: solo hemos de explorar el centro de la ciudad rosa. Cuando
salimos a ello un taxista del hotel nos ofrece llevarnos por 150 Rs,
aunque cuando estamos llegando convence a Eva de ir a visitar una
fábrica de piedras preciosas por el mismo precio.
Allí nos muestran el proceso de pulido de las gemas, que
es muy manual aquí, y después nos llevan a la tienda a mostrarnos todo
tipo de anillos. Con nuestra actitud rápidamente van pasando a los más
baratos hasta que desisten de anillos y pasan a pendientes. Eva acaba
comprándose unos por 10€.
Por fin nos dejan en la entrada al Palacio Real. Son más de
las 12h y ya no vamos tan bien de tiempo para nuestro sencillo plan de
visitas. El camino pasa por coloridas puertas entre desvencijadas
calles donde las vacas campan a sus anchas.
Nos encontramos antes con las taquillas del Jantar Mantar y, como
es una de las visitas previstas, sacamos las entradas por 200 Rs cada uno y
entramos en este peculiar observatorio astronómico.
En esta explanada que parece una exposición de arte
moderno destaca el gigantesco reloj de sol que alcanza una precisión de unos dos segundos.
Vemos 12 estructuras similares, una por cada horóscopo, que pretenden apuntar a la ubicación de cada constelación.
Tras esta visita nos metemos en el recinto del City Palace tras pagar las 400 Rs de cada entrada.
Varias puertas van comunicando diferentes patios con
estructuras en el centro donde predominan los arcos. En una de ellas
encontramos dos enormes vasijas que tienen el honor de ser los recipientes
de plata más grandes del mundo.
Los interiores quedan para exponer ropas, vehículos, armas o
imágenes de la época y donde no se permiten fotografías. En el salón del
trono me hacen borrar una que le hago a mi mujer cuando todavía no
conocía esta prohibición.
Cuando salimos estamos bastante cansados y es que aquí el calor
machaca. Así que decidimos cambiar nuestra intención de
caminar hasta el Jawa Mahal entre los bazares por aceptar una de las
múltiples ofertas de rickshaw que recibimos.
Quedamos en pararnos frente al icono de Jaipur para hacernos unas fotos y después llevarnos al hotel por 200 Rs.
La parada es breve y el Jawa Mahal espectacular: una
colmena de ventanas construidas para que las mujeres del emperador
pudieran chafardear la vida del exterior sin ser vistas.
Es hora de irnos al hotel y comer por 1120 Rs, aunque sea a
las 16h. Yo he pedido espaguetis y Eva pollo a la Strogonoff, con algún
entrante y postre.
Estamos deseando dormir, pero aún tengo tiempo de probar la piscina.
La idea es hacer tiempo para no dormirnos antes de la hora. Como ayer, a las 19h nos rendimos al sueño.
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