Día
15
(30/10/2014) Kuredu: Robison Crusoe experience
Antes
Este día tenemos contratada la Robison Crusoe experience, que
consta en pasar la mañana en una pequeña isla desierta.
Después
Desde que imaginamos todo este viaje el día que
nos
parecía más especial era en el que íbamos a tener una pequeña isla
paradisíaca para nosotros sólo, y ese día es hoy. Y hace buen día, que
era nuestra principal preocupación al respecto.
Como nos hemos de presentar en el escritorio de los tours,
que
está junto a recepción, a las 8:45h ya vamos a desayunar con la bolsa
que hemos preparado para esta experiencia. No es como la típica
pregunta de qué te llevarías a una isla desierta porque toda la parte
de supervivencia que lleva implícita la cuestión la tenemos solventada
por el hotel: nos proporcionan comida, bebida y cualquier otra cosa que
podamos necesitar. Por lo tanto, nuestra bolsa lleva toalla, crema
solar, varias cámaras de fotos, gafas de bucear...
El responsable de los tours nos acompaña al embarcadero donde
cargan tres neveras portátiles en la lancha en la que nos subimos los
tres. El piloto salva rápidamente la corta distancia y nos dejan las
neveras sobre una mesa que hay en la única entrada a la isla desde la
playa que la vegetación permite, en la sombra. Una nevera está llena de
comida, otra de bebidas y la otra lleva cosas que podemos necesitar
donde destaca un móvil con cobertura para llamar al hotel en caso de
problemas. Nuestra única indicación: no pasar a la isla de al lado
porque pertenece a otro hotel.
Cuando exploro la isla me encuentro con que el camino en
forma de
T lleva a una pequeña y hermosa cala a la derecha donde hay una
barbacoa y una cabaña con una cama. A la izquierda nos lleva a una gran
superficie de arena blanca que comunica con la playa en la que nos
hemos asentado, usando las hamacas bajo un pequeño techo de hojas.
Pronto descubro que debajo del agua no hay nada que ver, los
animales no se acercan a un lecho de arena con tan poca profundidad así
que el equipo de snorkel nos lo podríamos haber ahorrado. Sin embargo,
aunque parezca que esto pudiera contribuir a mi temor a aburrirnos
estando cuatro horas "abandonados" la realidad es la contraria. Y en lo
que a fauna se refiere, la isla está repleta de cangrejos hermitaños de
diferentes tamaños.
Cuando vienen a recogernos sobre las 12:45h se nos ha hecho
muy
corto disfrutando de los mejores entornos que Maldivas puede ofrecer.
Creo que esta experiencia es imperdible una vez que se llega hasta aquí
y nunca olvidaremos este pequeño punto en el mar.
Llegamos a tiempo para el almuerzo y vamos
inmediatamente para que no nos pase lo de ayer. La tarde la pasamos en
nuestra playa, aunque yo hago alguna escapada a la otra costa en un
afán de aprovechar nuestro último día y tratar de ver alguna tortuga,
que es la espina que me queda.
Aunque por fin consigo pillar en una foto el
murciélago gigante que sobrevuela la isla desde el primer día.
La puesta de sol
acude a su ineludible cita. Todavía nos quedan muchas horas en este
país, pero ya nos estamos depidiendo de todo.
Cuando vamos a cenar la decoración alrededor nos recuerda que
estamos en Halloween y estamos un rato en la discoteca antes de
recogernos definitivamente pensando ya en las maletas que habrá que
hacer.