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Día
7
(30/09/2017) Bukhara
Antes
Este día pillaremos un tren a Samarcanda. La
previsión es
que tengamos más cosas que hacer en Bukhara que en Samarcanda, con lo
que es de esperar que lo pillemos por la tarde. De ser así, pasaríamos
la mañana haciendo las compras en los bazares de Bukhará.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Khurjin
1- Plaza Labi Khauz
2- Chor Minor
3- Poi Kalyan
4- The Ark
5- Parque exterior: Mausoleos de Ismail Samani y Chasmai Ayub.
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Después
Mientras desayunamos, en el hotel nos dan los
billetes del tren a Samarcanda para esta tarde a las 16h por 60000 soms
cada uno. El rápido va lleno, así que al final vamos en el Sharq, que
tarda poco más de dos horas. Sobre el tren nocturno, tuvimos que
activar el plan B al comprobar que no había literas disponibles juntas.
Compré dos billetes para volar de Samarcanda a Urgench via Tashkent por
unos 50 euros y reservé una noche más en nuestro hotel de Samarcanda.
Con todo arreglado salimos a la visita que nos
dejamos para hoy: el cercano Chor Minor. Llegamos tras preguntar un par
de veces y disfrutamos fotografiándonos con este coqueto edificio. En
la tienda que ocupa su interior nos ofrecen la posibilidad de subir por un precio a negociar, pero
declinamos amablemente la oferta.
Volvemos con el resto de la mañana por delante y
la sensación de tener los deberes hechos. Pasamos por el bazar, donde
el dibujante ruso al que compramos la miniatura se fotografía con
nosotros, como habíamos hablado ayer. Después vamos al bazar que nos
queda, Toki Zargaron, ante el que habíamos pasado ya varias veces.
También habíamos pasado junto a la madrasa de Ulugbek, pero
esta vez nos distraemos admirando esta madrasa y la de Abdulaziz Khan, que está justo en frente.
El resto de la mañana lo pasamos tomando una
cerveza en la plaza Lyabi Hauz hasta la hora en la que hemos quedado en
el hotel para nuestro taxi a la estación: las 15h.
Allí, los controles de seguridad, fuera y en la
entrada, son los mismos que en cualquier aeropuerto uzbeko. Dentro, el
único tren que se ve es el Afrosiab, el rápido para el que no hemos
podido pillar billetes. Tras preguntar, nos indican que el Sharq está
en la vía de al lado, así que nos toca cruzar sobre la vía para
embarcar en él.
El viaje pasa rápido y en Samarcanda pillamos un
taxi a nuestro hotel por 30000 soms, en un trayecto que resulta más
largo de lo que pensábamos.
La noche es oscura y la Avenida Tashkent aparece
desierta y con todo cerrado, así que vamos al restaurante de brochetas
para locales que nos han aconsejado en el hotel: Bobu. Allí comemos un
par de brochetas de ternera cada uno que estan deliciosas por unos
20000 soms en total.
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