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Día
1
(24/09/2017) Azerbaiyán: Bakú
Antes
Nuestro vuelo, que ya empezara el día anterior, tiene
prevista
la llegada alrededor de las 5:30h. Tenemos todo el día por delante,
pero dadas experiencias anteriores, seguramente querremos dedicar una
buena parte del día a descansar.
Este primer día exploraremos los alrededores del
hotel, que ya está bien ubicado en la ciudad vieja.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Seven Rooms
1- Palacio Shirvanshahs
2- Torre de la Doncella
3- Flame Towers
4- Callejón de los Mártires
5- Museo de alfombras
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Después
Como esperábamos, poco hemos dormido esta noche
volando,
así que nos plantamos en Bakú muy cansados. Los tramites de immigracion
son cortos y, tras acordar 35 AZN con el taxista para el trayecto al
hotel, estamos en recepción poco pasadas las 6h.
Lamentablemente no pueden darnos habitación hasta
alrededor de mediodía, así que hacemos tiempo recorriendo la bonita
Ciudad Vieja, que se nos presenta vacía a estas horas. La muralla está
prácticamente completa.
Las únicas personas que nos cruzamos en nuestro paseo a estas
horas son las encargadas de la limpieza. Nos encontramos con muchas
únicamente en esta Ciudad Vieja, lo que explica la extrema limpieza
que, incluso en un suelo adoquinado como éste, no hay ni un pequeño
papel entre las piedras.
Sobre las 8h, nos dicen donde podemos desayunar:
en el
restaurante de la azotea de hotel Sultan Inn y, por 10 AZN por persona,
tomamos el desayuno buffet. Además, este restaurante tiene una terraza
con inmejorables vistas. La Torre de la Doncella está muy cerca y ya
nos podemos ahorrar subirla, pues tenemos las mismas vistas aquí.
Nos indican que podríamos tener una habitación
sobre las
10h y, tras un último paseo, que parece llevarse el resto de nuestras
fuerzas, esperamos en el hotel prácticamente dormidos, hasta que nos
dan la habitación y caímos rendidos a la cama.
Cuando salimos del hotel son cerca de las 18h y el
sol se
está marchando pero como tenemos energías renovadas nos encaminamos
hacia las Flame Towers, que es una referencia que no podemos perder.
Comprobamos que el tema de la limpieza no era particular de esas
tempranas horas, sino que cayendo la tarde sigue habiendo gente
limpiando las calles y éstas siguen relucientes, incluso fuera de la
Ciudad Vieja.
En nuestro camino subiendo a las torres nos
sorprende una
larga escalinata blanca con magníficas vistas de la ciudad y la costa.
Aquí ya nos pilla la noche, lo que nos permite disfrutar de las vistas
antes y después de que se enciendan las luces de la ciudad.
Seguimos ese camino, que nos lleva a un templo con
fuego:
El Memorial de los Mártires. Desde ahí, volvemos por el Callejón de los
Mártires hasta toparnos con las Flame Towers.
De vuelta en la ciudad vieja, y ya enamorados de
Baku, nos
subimos al restaurante Mebo que, por 54 AZN (unos 27€), nos pone
costillas de cordero con patatas, rollos de carne en hojas de viña, una
ensalada Cesar y un Plov con albaricoques deshidratados.
Satisfechos con la cena y el paseo volvemos al
hotel a dormir hasta mañana.
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