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Día
3
(26/09/2017) Azerbaiyán: Bakú
Antes
Nuestro vuelo a Kazhajistán sale tarde con lo que
tendremos casi todo el día para visitar lo que nos quede por ver en
Bakú.
0- Ciudad vieja
1- Bayraq Meydani y Crystal Hall
2- Centro Heydar Aliyev
3- Ateshgah
4- Aeropuerto
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Después
Hoy nos levantamos tarde. ¡Por fin podemos
hacerlo! Y está
incluso justificado porque nos espera una noche muy movida. Así que,
como el desayuno del Sultan Inn es hasta las 11h, nos presentamos a las
10:30h. Volvemos al hotel con tiempo para ultimar las maletas y hacer
el checkout a las 12h.
Nos habíamos dejado la visita al Palacio Shavanah
para
este mañana y ya ayer contratamos en el hotel el tour a Ateshgah para
esta tarde pidiendo que nos dejaran en el aeropuerto. Con el plan del
día hecho caminamos hacia el palacio y pagamos los 10 AZN de cada
entrada para acceder al patio que comunica las diferentes rutas a
seguir.
Comenzamos por la puerta al nivel del patio, que
nos lleva
a un recorrido por múltiples salas que a modo de museo tienen
diferentes artefactos en exposición.
Luego pillamos las escaleras que
bajan, que nos llevan a los jardines, una antigua mezquita y algunas
tumbas.
La puerta bajo la marquesina de madera lleva al Divankhana.
Lo
último es disfrutar del patio en sí y las vistas a las
Flame Towers.
Tras la visita al palacio paseamos junto a la
muralla
hasta la doble puerta porque es por ahí que está la calle Turolev, la
principal calle de Baku, que concentra las tiendas de las grandes
marcas. Nos estamos despidiendo de esta Ciudad Vieja que tanto nos ha
gustado.
Allí hacemos tiempo tomando un té en una terraza
hasta que
se acerca la hora en la que nos recogen para llevarnos al aeropuerto
previa parada en Ateshgah: las 15:30h
El hombre llega puntual y nos conduce hasta el
famoso
templo de fuego, al que accedemos previo pago de 2 AZN por persona.
Este antiguo templo zoroástrico muestra información sobre esta antigua
religión en cada estancia.
En el patio destaca el templete con una llama
perpetua.
Éste se encuentra rodeado de muros con puertas que llevan a las
pequeñas estancias que he mencionado antes.
Después nos dejan en el aeropuerto, que reluce
tanto que
parece inaugurado hoy. Tenemos tiempo de sobras como para gastar los
manats que nos quedan en comida. Comemos sushi en uno de los locales
por 15 AZN y una ensalada y alguna pasta en otro por 16 AZN. Los 2 AZN
que nos sobran van para una botella de agua.
El vuelo a Aktau es corto, de apenas una hora,
pero una
vez allí nos toca esperar. El aeropuerto de Aktau es pequeño y pasamos
la inmigración de Kazajistán y recogemos la maleta rápidamente. Mi
temor sobre si las tres horas que teníamos para estos trámites eran
suficientes era tan infundado que nos toca esperar la mayoría de ese
tiempo a que abran la facturación, y les sumamos una hora y media más
que marca el vuelo como retrasado.
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