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Día
11
(4/10/2017) Khiva
Antes
Día entero para dedicar a la ciudad antigua de Khiva. el
Hotel Kala, marcado en el mapa con el 0, está dentro de la ciudad
amurallada, de la que no habremos de salir, por lo que tenemos todas
las visitas a mano.
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Después
Lo primero que tenemos que hacer tras el desayuno es
cambiar moneda, para eso en el hotel nos indican como ir al banco,
fuera de la ciudad vieja. Salimos por la Puerta Este, donde hay un
mercado lleno de vida, pero que debemos obviar por la prioridad que
tiene nuestra misión. En el banco nos dicen que ellos no cambian moneda
extranjera, eso sólo lo hace un banco aquí y nos indican cómo llegar.
Ya
con la moneda justa para estos dos días que nos quedan en el país,
volvemos a la ciudad museo, en la que pasaremos el resto del día
explorando cada rincón. Ayer ya estuvimos en esta parte para subir a la
muralla, pero desde fuera la puerta es bonita y la muralla espectacular.
Lo siguiente es adquirir el ticket para entrar en la multitud de
lugares históricos de Khiva. Eva se queda en un bar frente a Kunya Ark
(la zona que en el mapa de arriba está indicada como "Zindan") tomando
un café mientras yo voy a la puerta Oeste, la de arriba del todo en el
mapa, a por los tickets, por los que pagamos 51000 soms por persona. Es
un ticket genérico, que sólo vale para hoy, con la lista de esos
lugares a visitar y casillas para que nos vayan marcando los visitados.
Cuando recojo a Eva me indigno con el precio del café: 10000
soms. Parece mentira cuando pienso que sólo es un euro, pero
acostumbrados ya a los precios de aquí, nos parece abusivo. Sin duda se
cobran las vistas de su terraza, aunque no hayamos subido a ella.
Son casi las 11h cuando estamos listos para comenzar a tachar
visitas de la lista y nos dirigimos hacia el conjunto de Islam Khodja,
al que su inconfundible minarete nos guía.
Las calles por las que nos introducimos nos imbuyen en un
ambiente único y diferente sacado de las mil y una noches, con
constantes puestos de souvenirs y artesanía local.
Nuestra primera visita es para la madraza junto al minarete, que contiene un museo de artes aplicadas.
Continuamos nuestro camino hacia la Mezquita Djuma disfrutando del
paseo por estas calles donde continuan apareciendo rincones que llaman
a la cámara.
La Mezquita es una sala repleta de columnas de madera tallada y
esta descripción tan sencilla y corta no puede hacer justicia a algo
tan espectacular.
Nuestro camino nos lleva a la Puerta Este, que cruzamos para
comprobar que el mercado que estaba tan vivo a primera hora de la
mañana ahora, a mediodía, languidece.
Volvemos dentro de la Ciudad Vieja y, en una estrecha calle, encontramos la entrada al Palacio Tash Havli.
Exploramos las diferentes salas del Palacio siguiendo un
itinerario no siempre claro donde destacan las zonas exteriores: los
dos patios con mosaicos azulados y maravillosos trabajos en la madera.
El palacio se encuentra frente al complejo Allakuli Khan, donde
la vista de las dos madrazas enfrentadas nos atrapa unos minutos. Aquí
vemos una pequeña oficina de cambio de moneda, y no es la única de esta
ciudad vieja. Si lo llegamos a saber nos podríamos haber ahorrado ese
periplo por las calles exteriores a primera hora de la mañana.
Volvemos hacia el Oeste por otro camino para las siguientes
visitas. Primero paramos en la madraza Qozy Kalon, que alberga el museo
de la música.
Luego seguimos el muro para entrar en la madraza de Mohamed Rakhmin Khan, justo frente al Kunya Ark.
Dentro hay un museo de historia de la ciudad. Estos museos en las madrazas son pequeños y se visitan rápidamente.
Seguimos nuestro camino hacia el Oeste ya que nuestro objetivo
ahora es atravesar esa puerta y obtener una buena vista de la muralla
de la ciudad.
Hay un pequeño parque en frente de la puerta desde donde
gozar de las mejores vistas. El estado de conservación es excelente y
no es necesario imaginar nada para saber cómo lucía esta ciudad en su
momento de esplendor. En la parte derecha hay una gran estatua de
Al-Juarismi, un relevante matemático, y un mural mostrando la ruta de
la seda y el lugar que ocupaban las ciudades uzbecas en ella.
En la parte izquierda, la muralla se extiende marcando los
límites de la ciudad. En la entrada hay un mosaico con un mapa de esta
ciudad vieja y sus monumentos.
Son las 13:30h y nos disponemos a comer en el mismo lugar que
ayer, ya que lo tenemos en frente. el plato de plov está a 8000 soms y
está delicioso. El mejor que he comido. También pedimos sopa, unas
berenjenas rellenas y ensalada de zanahoria y nos sale por poco más de
40000 soms en total.
Durante la comida he repasado las visitas de hoy y he visto que
los mausoleos que tengo en mi lista está en zonas por las que hemos
pasado y no hemos visto, así que lo primero va a ser volver ahí para
localizarlos.
En medio de la primera calle donde
nos sentimos maravillados por la atmósfera de este lugar está el
Mausoleo de Pahlavan Mahmud, en el que nos hacen pagar 10000 soms extra
a cada uno. Los interiores son preciosos, completamente cubiertos
de mosaicos con cenefas azules.
Después vamos en busca del otro mausoleo y atajamos por un bonito
callejón para llegar al Mausoleo de Said Alauddin, aunque tenemos que
preguntar para encontrarlo porque está algo escondido. El interior es
muy pequeño.
Todavía no son ni las 16h y sólo nos queda una visita en nuestra
lista: la fortaleza Kunya Ark. La dejamos para el final porque
queremos subir a su mirador cerca de la puesta de sol para mejorar las
vistas. Así que, como todavía queda para eso, nos damos una vuelta por
los alrededores externos de la muralla, mirando lo que queda del
mercado que vimos esta mañana.
Rodeamos Kalta Minor para no perdernos detalle, tomamos un té en
lo que ya es nuestro restaurante y pedimos unas samosas que serán
nuestra cena y llevamos al hotel, donde descansaremos un poco.
Salimos alrededor de las 18h hacia el Kunya Ark y recorremos cada
sala de esta ciudadela que fue la residencia de los gobernantes de la
ciudad.
Cuando acabamos con todos los recintos ya sentimos el atardecer y
nos plantamos ante la única puerta de acceso a la terraza, que ya no
recordaba que se paga a parte: 7000 soms por persona.
Arriba nos encontramos con las mejores vistas. Hay dos niveles,
el superior es un balcón con techo. En frente la ciudad vieja de Khiva,
Itchan Khala, a la derecha la increible vista de la parte superior de
la muralla, con sus curvas increíbles.
El sitio en sí es pequeño, pero estas vistas maravillosas te atrapan y sientes que podrías estar horas aquí.
Cuando volvemos al hotel nos comemos las samosas que trajimos
antes y aun saldremos a dar una vuelta para admirar la Khiva nocturna y
vacía para despedirnos de este maravillos lugar.
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