Dia 8 (17/09/2013)   Masai Mara

Antes   

   Día entero dedicado a la observación de la vida salvaje en la reserva de Masai Mara. Tenemos el objetivo de localizar la migración de ñus y jugar la opción de poder ver el cruce del río Mara de cientos de herbívoros, aunque si ya lo hubiéramos conseguido el día anterior podríamos centrar el safari por la zona Este, sin alejarnos de nuestro alojamiento.

Mapa de Masai Mara

   Las referencias marcadas en el mapa son:

 0- Rhino Tourist Camp
 1- Lookout Hill (colina de observación)   

 2- Puente sobre el Mara y Visitors Center del Mara Triangle
 3- Llanos de Paradise
 4 y 5- Puntos de cruce más populares.

Después

Puerta Oloolaimutia a Masai Mara    ¡Por fin lo hacemos bien! Desayunamos antes de las 6h y lo lleno del comedor nos indica que ésa es la hora correcta. Salimos antes que las furgonetas de nuestro campamento y en seguida nos ponemos en la puerta de Oloolaimutia de Masai Mara. No somos los primeros, pero estamos cerca.

   Como nos habían dicho en el banco, pagamos los 80$ por persona y los 300 ksh por el coche en efectivo y nos adentramos en Masai Mara por la carretera que lleva al Keekorok Lodge, que es donde nos han indicado en la puerta que podremos echar gasolina.

   Por el camino vemos nuestros primeros antílopes, luego van apareciendo ñus y cebras muy cerca de la carretera. Un magnífico ciervo nos observa cuando pasamos muy cerca de él e incluso vemos elefantes y búfalos a lo lejos, entre las enormes llanuras amarillas. Se nos ocurre hacer fotos de las colinas Oloolaimutia de donde venimos para tener la posibilidad de identificarlas cuando queramos regresar.

Carretera al Keekorok Lodge
Topis en Masai MaraCobo de agua en Masai Mara
















   Nuestras primeras señalizaciones las vemos cuando llegamos al Keekorok Lodge, allí el hombre de la puerta nos explica que no sirven gasolina, que eso es en el Sarova Camp, al Norte, pero como eso sería ir en dirección contraria al camino que quiero seguir nos olvidamos. Es de esperar que medio depósito sea suficiente para hoy, aunque de todas formas deberemos usar sus servicios antes de abandonar la reserva, pues mañana no hay más opciones hasta Narok, un larguísimo recorrido que ya sufriéramos antes de ayer.

Pintadas en Masai MaraPaisaje de Masai Mara
















   Nos metemos por una carretera hacia el Oeste, que es donde queremos ir, pero al poco nos damos cuenta de que nos es la principal, ya que seguimos dos surcos entre la hierba amarilla cruzando una explanada inmensa y completamente solos.

Cebras entre el paisaje de Masai Mara

   Pensando que ya acabaremos en algún sitio la seguimos cuando nos damos cuenta que todos los puntos negros que veíamos se van transformando en ñus conforme nos acercamos. Creo que hemos encontrado la gran migración. ¡Hay ñus hasta donde llega la vista! Y preparo la cámara pues vamos a tener que pasar entre ellos.

Migración de ñus en Masai MaraNuestro coche en Masai Mara


   Habiendo conducido entre ñus se nos pasa rápido el tiempo hasta dar con la carretera "buena" e, intuitivamente, la tomamos hacia la izquierda, esperando que sea el Sur.

   Y lo es. Nos lo dejan claros dos rangers armados que nos paran para subirse. No sentimos como que podamos negarnos, lo único que nos piden es que les llevemos a 2 Kms de allí al Hippo pool, donde se reunirán con otros rangers, y nosotros íbamos para allá de todos modos.

   Hacemos sitio detrás, que está llenos con nuestras cosas, y aprovecho para preguntarles lo que necesito saber: me indican que puedo echar gasolina en el Serena Lodge y me confirman que la zona de los grandes felinos es la que pensaba, el área del Explorer's Camp, en esa misma carretera pero en dirección Norte. También me confirman que la colina que señalo es la de observación y nos podemos bajar del coche en su cima.

Rangers en nuestro cocheMarca de la frontera con Tanzania
















   Vamos algo acongojados con ellos - o más bien con sus fusiles -, pero en todo momento se muestran amables y nos muestran las marcas de hormigón que marcan la frontera con Tanzania, que hasta nos hacen atravesar por un instante. Al final, les dejamos en la zona de los hipopótamos, donde logramos ver a dos midiéndose la gran amplitud de su boca en una breve lucha.

   Después de ahí, el camino es corto hasta el único puente sobre el río Mara de toda la reserva, tras el que encontramos la barrera que marca el inicio del "Mara Triangle" otra zona que, gracias a que tiene convenio con la reserva, convalidan nuestros tickets - como ya comprobara en su web -. Allí también hay un comedero y los únicos lavabos públicos, que usamos sin dudar.

Hipopótamos bajo el puente del Mara
Paso al Mara TriangleÁguila esteparia en Masai Mara
















   Cuando cierro el papeleo en la ventanilla me abren la barrera y continuamos. Tenemos tres razones para pasar al conocido como "triángulo" - y que corresponde a la zona izquierda del mapa -: Ir por la carretera que sigue el río para ver si pillamos algún cruce, pasar por el Serena Lodge a echar gasolina y volver por la explanadas de este área, donde las referencias que he leído identifican como la zona con más población de guepardos.

   Cuando recorremos la carretera del río, y antes de tener vistas del Mara, nos topamos con la gran migración. ¿Otra vez? No, ésta es la verdadera. Hay tantos ñus que lo de antes parece el tráiler de la película que ahora tenemos delante. Están por todas partes, y eso incluye también el horizonte, que en esta zona llana abarca mucho más que en la zona anterior.

La gran migración en Masai Mara

   Las cebras y ñus se van apartando de la carretera conforme pasamos entre ellos y es ahora cuando obtenemos nuestras primeras vistas del río. Y sólo un poco después nos encontramos con un punto de cruce que, basándonos en la cantidad de vehículos, parece estar activo.

   Cuando encontramos el camino al borde nos metemos, pero los vehículos están todos parados antes, donde todavía no se ve el río. En silencio. Pregunto a un conductor en voz baja si no podemos ir más adelante y me contesta que todavía no. No quieren asustar a los ñus del otro lado.

Migración en las orillas del río Mara    Poco después, arrancan los motores y se colocan en el borde, nosotros también, buscando una buena vista del río. La cantidad de vehículos es enorme, aunque hay muchos más en el otro lado que en el nuestro, donde se supone que han de venir los ñus. Pues lo hemos conseguido: estamos en un punto de cruce a la espera de que se decidan a hacerlo. Pero son muy miedosos y, aunque hacen continuas bajadas a la orilla del río, siempre deciden dar marcha atrás. Hay unas cebras en nuestro lado que al principio pensábamos que querían cruzar, pero que entendemos de sus continuos gritos que están llamando a sus compañeras.

   Y tras una hora de espera serán éstas, las cebras, quienes nos muestren cómo se cruza un río. Dos cebras cruzan y, cuando yo pensaba que eso sería un aliciente para que cruzaran el resto, no lo es, y todos los animales de la orilla se echan para atrás, como se ve en el video del mini cruce del que fuimos testigos.
Migración al borde del río Mara


   Estaremos algo más de tiempo allí, donde incluso veremos una cebra cruzar el río hacia el lado contrario, aunque sin asomo de valentía por parte de los numerosos ñus, pero entendemos que te puedes pasar el día aquí y no ver a los ñus cruzar. Tal vez las grandes lluvias de anoche hacen que haya crecido el volumen de agua y sea eso lo que no les guste. ¡Quién sabe!

Ñus abortando un cruceCebra cruzando el río Mara
















   Seguimos la carretera del río, que ahora se separa bastante del mismo, hasta el Serena Lodge, que vemos coronando una colina. Por el camino nos cruzamos con búfalos, unos nuevos monos de la clase papión, hienas - incluyendo una que se refresca en un charco de la carretera -, y diversos antílopes. Cuando subimos al lodge tienen claramente señalizado el camino a la gasolinera, fuera de la zona de huéspedes.

Serena LodgePapiones en Masai MaraHiena en Masai Mara

















   Ya esperaba que la gasolina estuviera más cara aquí. De hecho hasta tenía miedo de un precio muy abusivo dada la falta de alternativas, pero los 125 ksh por litro que pagamos me parecen bien. Ponemos 3000 ksh sin esperar a que se llene, ya que tal vez sea nuestro último repostaje.

Gasolinera del Serena LodgeTopi subido a un termitero
















   Ahora toca volver a la barrera que pasamos para entrar en el Triángulo, aquella zona con comedero es donde pensamos comer, pero el regreso lo haremos por una carretera del interior para apurar nuestras opciones de ver guepardos.

Paisaje típico del Mara TriangleElefantes en el Mara TriangleTántalos africanos en el Mara Triangle

   Vemos muchas cosas: avestruces, elefantes, pasamos por una zona con agua con varios animales bebiendo y zancudas, vemos uno de esos lagartos azulgranas que han apodado "Spiderman", también vemos nuestro primer buitre, e incluso partimos en dos una manada de impalas que se llaman mutuamente desde ambos lados de la carretera mientras les hacemos, las fotos de frente y de espaldas, dependiendo del lado escogido, pero no vemos guepardos. Al menos, aquí están señalizados muy bien los cruces y no nos salimos de nuestro camino.

Lagarto Spiderman
Buitre en el Mara TriangleImpalas en el Mara Triangle
















   Pasada la barrera vemos que hay varios vehículos aparcados en la zona para comer y nos pillamos un sitio. En cuanto paramos vemos monos aquí y allá y salimos a hacerles algunas fotos. Cuando veo un mono que se acerca al coche y se mete por la puerta que he dejado abierta me maravillo: "¡Se ha metido en el coche!", digo emocionado, pero cuando miro dentro le veo registrando la guantera, con mis gafas de sol en la mano. Cuando llega a tocar la tablet tomoMono ladrón huyendo con su botín consciencia de lo que puede pasar y mi alerta se traduce entrar a por el mono, pero justo cuando llego a tocarlo, él sale por la ventana con la bolsa de caramelos que tenemos para los niños. ¡Qué cabrón! Pero sólo podemos perseguirlo con la vista gracias al rojo de la bolsa que no va a soltar.

   Algunos de los caramelos se han caído durante el robo y podemos comprobar como sus compañeros se afanan en conseguir uno y con qué rapidez logran deshacerse del envoltorio.

Un guía de un grupo que está comiendo y que me ha visto intentar atrapar al mono de mi coche me advierte de que si llego a pillarlo me hubiera arañado y mordido y podría haberme hecho daño.

   La comida que nos traemos empaquetada del campamento es muy completa, pero sólo podemos dar cuenta de ella con un ojo, ya que el otro lo necesitamos para controlar a los monos, mangostas y pájaros que nos acosan. Mantengo las distancias gracias al garrote que me regalara ayer el masái, pero comemos bajo mucha presión.

Presión a la hora de comer

   Cuando salimos de allí tengo el objetivo claro de subir a la colina de observación, que aquí la llaman "Lookout Hill". Sin embargo, las vistas no son tan espectaculares como en Amboseli. Nuestra idea es, desde aquí, subir hasta la zona del Explorer Camp, donde esperamos encontrar leones, al menos. Le pregunto a un conductor que también está parado allí para confirmar que mi suposición es correcta y para que me indique el Norte, pues lo he perdido viniendo a la colina. Me comenta además que cerca hay una pareja de leones y salimos para allá.

Vistas de Masai Mara desde la Lookout Hill

   En el camino nos topamos con un riachuelo por el que hemos de pasar. El agua no es el problema, pues no debe cubrir más de un palmo, pero el desnivel sí lo es, y el camino son una serie de rocas que hace que me pareciera complicado pasar por ahí incluso andando. De hecho, hubiera dado media vuelta de no ser por ver cómo el coche de delante salva el obstáculo, yendo muy poco a poco, dejando primero que una rueda pase su roca, y luego la otra, y así. Me atrevo y paso detrás de él. La subida la hago en primera y don un acelerón y cuando llego arriba y veo por donde he pasado me entra la euforia que me hace celebrarlo e incluso recibir las felicitaciones de los que esperan a pasar por el mismo sitio en dirección contraria.

Pareja de leones en Masai MaraLeón macho haciendo la siestaLeona en Masai Mara

















   Poco después de ese punto vemos una acumulación de furgonetas alrededor de un árbol. Ahí tiene que haber algo importante. Son la pareja de leones de la que nos habían hablado: el macho duerme a pierna suelta, mientras la leona se mantiene alerta, aunque indiferente a la cantidad de vehículos amontonados a su alrededor. Nosotros tenemos la libertad de hacer una foto de Eva junto a la ventanilla dando a los leones y luego girar el coche para poder hacer lo mismo conmigo.
Caravana de furgonetas
    Cuando dejamos ese lugar lo hacemos siguiendo la carretera al Norte como pretendíamos, pero siguiendo a un par de furgonetas con la esperanza de que tal vez nos lleven a otro sitio interesante que les hayan comunicado. Por el camino vemos varios buitres en un árbol y, algo más tarde, algunos más volando en círculo sobre algo que hay en medio de la explanada, pero nosotros seguimos la carretera tras las furgonetas. Poco después la cosa parece seria, pues se juntan multitud de furgonetas en la misma dirección y yendo rápido. "Esto es que les han comunicado algo", pienso en voz alta, y las sigo como puedo, aunque vayan más rápidas.

   En un momento dado, la carretera se divide en dos y la hilera de vehículos también. Nosotros decidimos seguir a las que pillan el camino de la derecha, simplemente porque hacia esa dirección debemos regresar. Cuando llevamos media hora siguiéndolas ya nos hemos quedad rezagados, pero a mí me parece que están recogiéndose. Eso explicaría la división: recto para las que van a salir por la puerta Talek, y derecha para las que van a salir por la puerta Meshanani. Como nosotros tenemos tiempo, pasamos lento observando lo que tenemos alrededor, como un avestruz que pasa muy cerca del coche, o una jirafa comiendo.

Avestruz en Masai MaraJirafa alimentándose en Masai Mara
















   No tenemos ni idea de dónde estamos, pero sabemos que vamos en la dirección correcta, hacia el Este, porque el sol se está poniendo a nuestra espalda. Tras un buen rato conduciendo en el que nos encontramos con una familia de facoceros, todavía más grande que la anterior, comiendo junto a la carretera, vemos una avioneta aterrizar y comprobamos que hemos llegado a la pista de aterrizaje del Keekorok Lodge. Hoy no nos vamos a perder.

Familia numerosa de facoceros

   Deambulamos lentamente camino de nuestra puerta, haciendo tiempo, porque queremos apurar nuestro tiempo en el parque para conseguir una buena foto de esas puestas de sol africanas. Éste es el mejor sitio para ello. Sin embargo, cuando se acercan las 18h todavía el sol está demasiado alto para ello. Llegamos a nuestra puerta, pero cuando nos dicen que la hora de cierre son las 18:30h, todavía nos volvemos a buscar buenas tomas. Creo que lo conseguimos.

Conduciendo por Masai Mara al atardecerPuesta de sol en Masai Mara
















   Ya en semioscuridad llegamos a nuestro campamento, donde Jackson nos pregunta cómo ha ido y yo atropello las palabras al querer contarle tantas cosas a la vez.

   Cenamos todavía alucinados por todo lo que hemos hecho y visto, demostrando que un día puede ser suficiente. Hemos recorrido la Reserva entera, de derecha a izquierda y de arriba a abajo, como muestra el siguiente mapa, donde he dibujado el itinerario que hemos seguido hoy.

Itinerario seguido en Masai Mara

   También ha sido nuestro último safari hasta no se sabe cuándo.