Dia 4 (13/09/2013)   De Amboseli a Naivasha

Antes   

Ruta de Amboseli a Naivasha


   Este día habrá que madrugar ya que, según parece, el Kilimanjaro suele estar tapado a partir de las 10h.

   Dejaremos el Sopa Lodge para cruzarnos el Parque Nacional de Este a Oeste por la parte Norte, donde esperamos ver las manadas de elefantes bañándose en las marismas.

   Después desandaríamos la carretera de Namanga hasta desviarnos para comer en la granja Masai de avestruces, en el punto blanco del centro del mapa. Allí también esperamos montar en avestruz antes de seguir nuestro camino hacia el lago Naivasha.

   Nos toparemos por primera vez con el Valle del Rift y bajaremos a él para acabar haciendo noche en un bungalow del Carnelley's Camp, en la orilla sur del lago.

   Son unos 370 Km de recorrido que podemos cubrir en unas 8 horas. Estamos mentalizados en pasar todo este día en el coche.  


Después

   No nos pusimos despertador porque queríamos descansar de la dura noche de ayer. Aun así me despierto alrededor de las 7. Normalmente se sale muy temprano de safari porque los animales están muy activos y, específicamente en Amboseli, porque el Kilimanjaro se tapa con nubes conforme avanza la mañana, pero nosotros ya hemos modificado el plan de hoy para conducir directamente a Naivasha al salir de aquí y comer en ruta un sandwich de lo que tenemos en el coche. Además ayer tuvimos buenas tomas del monte despejado.

   Pero esta mañana el Kilimanjaro luce espléndido y se ve perfectamente desde el Sopa Lodge. Me paseo por los jardines deleitándome con esta imagen mientras espero que mi mujer esté lista para ir a desayunar en el lugar con las mejores vistas de todo el lodge.

Bungalow en el Amboseli Sopa LodgeMonte Kilimanjaro desde el Amboseli Sopa Lodge
















   Al finalizar, una miríada de pájaros acude a acabar con las migas.

Festín en el desayuno del Amboseli Sopa Lodge

   Ya estamos de safari, si entendemos como safari a la observación de la naturaleza: los monos deambulan por el lodge, hay murciélagos durmiendo colgados de las ramas de un árbol, vemos una rana tratándose de esconderse... Estos últimos descubrimientos nos los indica el simpático masai que atiende el mercadillo que tienen en el recinto y al que acabamos comprando alguna cosilla y haciéndonos unas fotos con él.

Monos por el Amboseli Sopa LodgeMercado Masai del Amboseli Sopa Lodge
















   Es hora de afrontar los problemas, estoy casi decidido a arriesgarme a entrar en el parque sin rueda de repuesto cuando veo que también necesito repostar y me indican que ambas cosas he de hacerlas en Kimana, el pueblo más cercano - a unos 10 kilómetros -, pero en dirección contraria.

   Para allá vamos para encontrarnos un pequeño pueblo, tras cambiar camino infernal por asfalto, con el Kilimanjaro como telón de fondo. Echamos gasolina a 113 ksh el litro y un montón de jóvenes nos tratan de ayudar a encontrar el mecánico, e incluso uno pilla la rueda y se la lleva, siempre esperando una propinilla a cambio.

Kimana
 
   El neumático es inservible y me lo cambia, junto a la cámara de aire, con la única ayuda de una palanca de hierro, por el único que tiene del tamaño que necesito y que tiene un aspecto ruinoso, aunque prefiero eso que nada.

   Como no he preguntado precio antes, trato de presionar por uno justo diciéndole que necesitaré una factura para la empresa de alquiler de coches para que me devuelvan el dinero, pero no parece que eso afecte al hecho de cobrarme 4000 ksh por el servicio y un neumático tan malo.

   Por fin estamos listos para comenzar nuestro safari de forma oficial. Son las 10h y retomamos el odioso camino a la puerta Kimana para pasar unas horas recorriendo Amboseli. Al poco de entrar ya nos encontramos con una manada de ñus caminando cansinamente en ordenada hilera y alguna gacela en un paisaje polvoriento lleno cubierto por una maleza seca y corta y salpicado de unas pocas acacias. El Kilimanjaro todavía no está cubierto, pero las nubes comienzan a tocar su imagen.

Manada de ñús en Amboseli

   Sin embargo, poco después encontramos una explosión de vida. En la primera explanada verde que vemos hay centenares de grandes herbívoros pastando: varias especies de gacelas, ñus, jirafas, facoceros, cebras ... La explanada es vasta y la amplitud visual tan grande que permite ver los remolinos de polvo tan típicos de este lugar desde grandes distancias.

Fauna en Amboseli

   En cada cruce de este parque hay unas estructuras de piedra con indicaciones de a dónde lleva cada camino, lo que ayuda mucho en la orientación. Nosotros vamos hacia la colina de observación y estas señales nos ayudan enormemente.

Colina de observación

   La colina emerge en medio de una zona profusa en agua, con lagos y marismas, que viene del deshielo e la cima del Kilimanjaro. Esta zona, que ya nos recomendaran ayer en la puerta de Meshanani, está abarrotada de elefantes, hipopótamos y búfalos medio sumergidos, entre multitud de aves acuáticas y el resto de herbívoros que ya viéramos anteriormente. Unas hienas se están pegando un festín con el cadáver de un búfalo a los pies de la colina.

Elefante en AmboseliHienas alimentándose en Amboseli















Hipopótamos en AmboseliElefantes en Amboseli

















   Hay varios autocares aparcados a los pies de la colina de observación, donde comienzan las escaleras. Al parecer, varios colegios locales están de excursión aquí. Éste es uno de los pocos puntos del parque donde se permite salir del coche y aprovechamos para estirar las piernas mientras subimos las escaleras en busca de las formidables vistas del parque.

Colina de observaciónVistas de Amboseli desde la Colina de observación















Vistas de Amboseli desde la Colina de observación

   Tres niñas nos piden que les hagamos una foto sólo para poder verse después en la pantalla de la cámara. Van todos de uniforme y están volviendo a sus transportes. Nosotros también con el plan de ir tomando el camino hacia la puerta Norte del parque para evitar los 50 Km más horribles de nuestra vida. Nos han dicho que por ese camino sólo son 18 Km de mala carretera, después hay asfalto hasta la famosa autovía Nairobi-Mombasa y, de ahí, continuaremos conduciendo hasta Naivasha.

Elefante en AmboseliBúfalos en Amboseli














   Esta zona está llena de elefantes y disfrutamos de su vista mientras buscamos nuestro camino. En el siguiente cruce las señales están desgastadas y no podemos deducir el camino correcto. Probamos uno que, obviamente resulta el equivocado. Esto nos lo indica una persona cuando llegamos a la zona de acampada pública. Mientras nosotros creíamos ir hacia el Norte, estábamos muy cerca de alcanzar la frontera con Tanzania en el Sur.

   Ya en la dirección correcta cruzamos un páramo desértico por una carretera sobre piedras que nos hace reír al pensar cómo conducía ayer esquivando pisar piedras. Pasamos por la zona de los lodges del centro del parque antes de pillar el camino que definitivamente nos lleva a la puerta Iremito, por la que vamos a salir.

Zona yerma de AmboseliMonos en Amboseli














   Ya fuera del parque, y mientras esperamos que aparezca el asfalto durante esos 18 Kms de carretera infernal, todavía encontramos animales, como jirafas.
Jirafa a la salida de Amboseli
Puerta de Iremito
















   El camino hasta el asfalto se hace eterno porque la media de velocidad es de unos 15 Km/h, pero una vez en él, nos encontramos en un entorno más familiar, a 100 Km/h hasta unirnos a la autovía Nairobi Mombasa. Es una autovía muy concurrida, con multitud de trailers lentos que complican las cosas. Aquí conduce cada uno a lo suyo, adelantando en cuanto puedas, independientemente de las señales y el resto de vehículos. Hay un carril por dirección y en momentos en los que yo veo que no puedo adelantar, grandes autocares me pasan a mí y al camión que tengo delante. No es que calcule yo mal, es que estos vehículos grandes acojonan a los que vienen en su dirección y les hacen frenar para que puedan pasar. Hemos visto incluso grandes camiones con remolque adelantando a otro con una hilera de ruedas en el arcén y otro fuera de la carretera, muy ladeados por la diferencia de nivel, dando una imagen alucinante.

Autovía Nairobi - MombasaAutovía Nairobi - Mombasa














   En Nairobi el tráfico se hace más denso y las rotondas son tan caóticas que, de tres carriles, no nos salimos del de en medio para que no nos hagan dejar la autovía. Sin embargo, cuando llega la El sol se pone camino a Naivashaoscuridad es cuando descubro porque se recomienda tanto no conducir de noche en Kenia. Es horrible y no me veo capaz: las largas de todos los vehículos del sentido contrario no me permite fijarme en la carretera para esquivar los boquetes. La estrategia que sigo es la de  ponerme detrás de un camión cuya velocidad me viene cómoda y no soltarlo hasta Naivasha.

   No sabemos qué habrá pensado ese camionero que nos ha visto pegados a su culo durante horas, pero ya en Naivasha sólo tenemos que seguir el GPS para llegar al Carnelley's Camp.

   Lo encontramos tarde, pasadas las 22h, y con la puerta cerrada. Cuando nos abren, un hombre con linterna hace que le sigamos para llegar a nuestro bungalow. Está bastante oscuro y es difícil moverse por el recinto sin linterna, pero aun así logramos llegar a la zona del bar donde nos comunican que la cocina está cerrada y no nos podrán hacer cena, con lo que nos tenemos que conformar con hacernos otro sandwich con lo que tenemos en el coche.

Zona de ocio del Carnelley's CampHabitación del Carnelley's Camp

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