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Dia
12
(21/09/2013) Mombasa
Antes
Para este día podríamos hacer un tour al parque nacional
marino Kisite, con la idea de disfrutar de la rica vida marina de esta
zona de Kenia: bañarnos con delfines y hacer snorkel por la isla de
Wasini.
La comida debería entrar, así como el
desplazamiento a Mombasa, donde tenemos hotel. Intentaremos ver lo más
destacado de la ciudad antes de irnos a descansar.
Si finalmente no hiciéramos el tour buscaríamos un
desplazamiento a Mombasa y exploraríamos la ciudad.
La noche será corta, pues nuestro vuelo despega a
las 4:10, rumbo a Estambul.
La referencias marcadas en el mapa son:
0- Hotel Papillion Lagoon Reef
1- Parque Nacional Marino Kisite
2- Mombasa
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Después
Sobre las 9h estamos desayunando y despidiéndonos del
buffet, porque lo que resta después en este resort es bajar las maletas
de la habitación e ir a recepción. Allí llamo a nuestro conductor
porque supongo que si no le digo nada no vendrá y hago el check out,
donde me cobran unos 900 ksh por la camiseta que nos llevamos de la
tienda de regalos, y nos quedamos sin nuestras pulseras mágicas que nos
daban derecho a todo aquí dentro.
Nuestro taxi llega tarde, sobre las 10:30h y nuestro conductor
echa la culpa a las colas del ferri, pero no nos importa ya que no
tenemos ninguna prisa.
El camino es como el de anteayer: recto entre palmeras
hasta el ferri de Likoni. Allí no tenemos la suerte de la ida y nos
encontramos haciendo cola en el mercado de Likoni, que contemplamos
desde el coche.
La cantidad de vehículos hace que tengamos que esperar a que se llene
más de un ferri para que llegue nuestro turno. Es una muestra de a lo
que se refería nuestro conductor.
Esta vez no
salimos ninguno del coche hasta que éste pasa unas rejas para parar en
una zona del hotel New Palm Tree. Quedamos con nuestro amigo en que
vendrá a buscarnos a las 5h para nuestro temprano trayecto al
aeropuerto. Pagaremos 2000 ksh por él y como me parece demasiado, pero
a la vez estamos contentos con él, quedamos en que la propina estará
incluida ahí.
El hotel es un edificio más entre estas calles cercanas al centro
de la ciudad, el menos turístico de todos en los que hemos estado.
Cuando lo pillamos la idea era que fuera un hotel de día, para dejar
las maletas y descansar antes de ir al aeropuerto, pero ante el cambio
de horario de nuestro vuelo vamos a dormir aquí, y nuestra habitación
parece adecuada para ello.
Salimos a pasear por la
ciudad. Mi idea es llegar a una gasolinera que hemos visto desde el
coche poco antes de llegar al hotel porque había un Pizza Inn y desde
Naivasha que nos quedamos con las ganas de comer pizza.
Sin embargo, pasear se hace complicado por estas calles que nos
recuerdan a las de Camboya: aceras levantadas, partes encharcadas,
barro... y para colmar la analogía, las calzadas están inundadas de
tuk tuks que no cesan de ofrecérsenos.
Cuando me
estoy planteando subirme a uno de esos tuk tuks porque no creo que
encuentre la gasolinera, aparece al girar en un cruce.
Por dentro está limpísima y tiene dos restaurantes, una farmacia
y un supermercado que lucen modernos. En la farmacia preguntamos por
alguna crema para las quemaduras que nos traemos de Diani, pero nos
envían a un supermercado Nekumatt, lejos de aquí. Pero lo que nos
interesa de aquí es la pizzería, y nos pillamos un menú de pizza y coca
cola por 750 ksh que compartimos los dos.
Antes de
salir de allí compramos algunas cosillas en el súper. Luego volvemos al
exterior buscando hacernos unas fotos con los colmillos. Pero pasamos
rotondas y calles muy transitadas sin dar por ellos. Yo sé que están en
la Moi Avenue, y creo que estamos en ella, pero no hay letreros para
confirmarlo. Cuando pasamos por un supermercado de varias plantas nos
metemos en él porque Eva hace tiempo que busca comprar café de aquí.
Dentro encontramos una farmacia donde nos hacemos con una crema para
las quemaduras que parece mejor que un aftersun.
Ya estamos hartos de deambular por ahí. Al salir pregunto que por
cuánto nos llevaría a los colmillos y de ahí al fuerte Jesús al primer
tuk-tuk que se nos ofrece. Como responde 150 ksh no regateo y nos
metemos en él.
No estábamos en Moi Avenue, sino en
una paralela. Nos hacemos unas fotos con este monumento en el que
nuestro conductor se ofrece para las fotos conjuntas.
Después hacemos el camino al fuerte y le doy un billete de 200
ksh del que no quiero cambio. Y nos despedimos pillando la subida a la
entrada del fuerte Jesús en la especie de plaza que hay frente a ella,
formada por tiendas de bebidas y souvenirs.
Me sorprendo
ante lo que es la entrada a un recinto más cara de todo el viaje: 1200
ksh por persona, pero lo pagamos, ya que es la única visita en esta
ciudad y la última en Kenia. Sin embargo, rechazamos las ofertas de los
diferentes guías que se nos ofrecen con la excusa de que ninguno habla
español.
La entrada da a un gran patio con
palmeras, con un sólo edificio restaurado y el resto con una pintoresca
capa de antigüedad con colores característicos que van del rojo al
negro.
Pero es explorando los rincones de este lugar cuando nos lo
pasamos bien y hacemos montones de fotos que demuestran lo fotogénico de
este fuerte. Algunos de los interiores muestran una exposición de algo
trivial y otros muestran su antigüedad con lo que queda de sus murales
originales.
Muy características también son sus murallas con cañones y vistas siempre dominadas por el mar.
Entramos en la tienda de souvenirs que el vendedor nos muestra,
como si fuera una indiscreción, que ese lugar era la cocina del fuerte.
Cuando dejamos ese lugar somos conscientes que nuestro viaje en
Kenia se ha acabado. Un corto camino de tuk-tuk nos devuelve al hotel.
Como tiene wifi gratuita descansamos conectados. Aunque la señal sólo
es estable fuera de la habitación, en el patio de nuestra planta
segunda y última.
La intensa lluvia nos devuelve a la cama y, cuando bajamos a
cenar en el mismo hotel a las 20:30h nos dice que está cerrado. ¿A qué
hora cenarán aquí?. Ante la nada atractiva alternativa de salir,
quedamos con el puesto de comida para llevar que hay dentro del hotel
para que nos suban dos de cada uno de los hojaldres rellenos que
tienen: de las bolas y de los triángulos. Tienen un nombre específico,
pero no soy capaz de reproducirlo.
Cenamos sobre la cama y nos acostamos temprano para poder estar listos a las 5h.
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