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Día
9
(18/09/2015) Bahía de Sidney
Antes
Día entero para explorar la Bahía de Sidney:
tenemos un
tour para visitar el interior del edificio de la ópera y pillaremos un
ferri a Manly para tachar tres puntos fuertes de la lista:
- Disfrutar de las vistas de la Bahía desde el mar a la ida
- Inbuirnos en el ambiente playero de Manly
- Disfrutar de las vistas nocturnas de la Bahía a la vuelta
Los puntos marcados en el mapa son:
0- The Bayswater Sydney
1- The Rocks, Puente de la Bahía y Ópera
2- Manly
3- Estación Central
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Después
Cuando salimos del tren en Circular Quay algo
pasadas las 10h, tenemos nuestras primeras vistas de la Bahía de Sidney
y del edificio de la ópera desde la plataforma elevada, ya que aquí el
tren pasa a un nivel superior de la calle.
Tenemos el tour de la ópera a las 11:30h, así que
nos dirigimos hacia el puente para disfrutar de sus vistas.
Después paseamos por el pintoresco barrio de The
Rocks hasta que se acerca la hora del tour y pasamos por todos los
muelles de ferries para alcanzar el otro lado. Circular Quay se muestra como una zona de mucho ambiente.
Hago el check in en la taquilla de fuera y nos
dirigimos a la puerta indicada para unirnos al grupo del tour.
Nuestro guía nos lleva a través de los entresijos
del edificio y nos muestra tres teatros, aunque en dos de ellos no nos
permiten fotografías por estar los decorados puestos. El edificio es
curioso y espectacular por dentro también.
Cuando terminamos el tour de una hora, salimos a
disfrutar del exterior, aunque como estamos en la hora de comer,
volvemos a The Rocks para hacerlo en uno de los locales que vimos
antes: sopa, roast beef y falafel por 29$.
Volvemos a la ópera a ver las zonas inexploradas
del exterior y, justo en la última, nos topamos con Kevin Smith rodando allí.
Hacemos tiempo, pues el plan es pillar el ferri a
Manly, visitar el lugar y volver cuando haya oscurecido para tener las
vistas de la bahía desde el mar, tanto de día como de noche. Embarcamos
en el ferri de las 15h: 15,20$ cada billete de ida y vuelta.
La popa del barco se llena de gente como nosotros,
buscando su instantánea.
En media hora nos dejan en el embarcadero del
ferri en Manly, que parece un mercado. Nos tomamos un café al principio de la calle
Corso, que es la avenida principal y que comunica dos playas. Estamos
haciendo tiempo. Después paseamos por la calle explorando sus tiendas
de souvenirs sin prisa alguna.
Al final de la calle nos topamos con la bonita
playa de Manly, rodeada de un paseo con altos abetos. Nosotros tomamos
el camino de la derecha para hacer el Cabage tree coastal walk,
siguiendo el mapa que he sacado de la oficina de información.
El paseo transcurre siguiendo la costa, con
surfistas jugando con las olas a nuestra izquierda y curiosas
esculturas de temática marina a nuestra derecha. Cuando abandonamos la
costa el cielo está
oscuro e intentamos acortar el camino. Justo cuando empiezan a caernos
gotas un surfista que se está cambiando nos oye hablar en castellano y
se identifica como madrileño que lleva 13 años viviendo en Australia y
se ofrece a llevarnos al embarcadero del ferri. Gonzalo, que así se
llama, es majísimo y rebosa felicidad.
Llegamos justo a tiempo de embarcar en el ferri de
las 18h y no salimos a la proa hasta que se divisa la Bahía de Sidney,
pues el viento y la lluvia fuera hacen unas condiciones horribles.
Sacamos bonitas fotos de la ciudad iluminada y
pillamos el tren para ir directos al hotel. Después salimos para volver
a cenar sushi en el mismo lugar de ayer por 29$.
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