Si no nos hemos dejado nada el día anterior,
recorreríamos los 230 Km que hay desde Port Campbell a Melbourne, esta
vez por el interior.
Ya acomodados en la ciudad, dedicaríamos el resto
del día a explorar su centro.
Después
Nos despertamos muy temprano, pero como no tenemos prisa,
no es hasta pasadas las 9h que dejamos el hotel. Y porque la hora
límite del check out son las 10h!
Desayunamos en un local donde una mujer me hace, fuera de
menú, un plato con tostadas, huevos, bacon, tomate... y Eva se pide un
fish'n chips. Pagamos 18$ por todo. Es pasadas las 10h cuando dejamos
Port Campbell para empezar con las visitas, aunque la primera parada es
un mirador al pueblo.
Las atracciones que quedan están muy juntas. Paramos a ver el Arch.
Después seguimos en dirección a los 12 apóstoles hasta el Loch
ard Gorge. Todo son espectaculares formaciones rocosas que surgen del
mar con ese color amarillento que tiene aquí la tierra.
La siguiente parada ya la conocemos: los 12 apóstoles, y
volvemos para deleitarnos con la vista de este maravilloso pedazo de
costa a pleno dia.
También paramos en Gibson Steps. Una oportunidad de bajar
a la playa y gozar de estas formaciones desde la arena, pero nos
encontramos cerrado el acceso por culpa de la marea. El mirador no
merece una parada porque hay mejores vistas de estas dos rocas desde el
de los 12 apóstoles.
Con esto concluimos nuestras visitas en la Great Ocean
Road. Volvemos a Port Campbell porque en el bar de los 12 apóstoles me
han indicado que la gasolinera más cercana está ahí y porque sale una
carretera hasta la M1 para volver a la ciudad rápidamente por el
interior.
Ya en la M1 paramos en Colca sobre las 14h para comer en
un chino por unos 40€ y continuamos hasta Greelong para desandar el
camino que hiciéramos ayer desde la ciudad.
Estaba preparado para perderme más por el centro, pero
conseguimos encontrar el City Tempo Melbourne CBD con poco esfuerzo. Llegamos algo antes
de las 17h. Como anochece a las 18h, no nos entretenemos y salimos para
ver el centro, al que se puede ir andando desde el hotel.
La zona del rio se ve animada. Se ven luces en el estadio y,
cuando comenzamos a cruzarnos con gente diversa con camisetas amarillas
y negras me queda claro que hoy domingo hay partido.
Luego, cuando cenaba en un pub un Parma porterhouse -
entrecot rebozado con una loncha de jamón encima cubierta por queso
fundido -, pude ver en la tele el resumen de la jornada e identifiqué
la camiseta amarilla y negra con la que viste el North Melbourne, que
había pegado una buena remontada para ganar hoy.