Día 12 (21/09/2015)   Cape Tribulation

Antes   

Ruta Cairns - Cape Tribulation










   Tenemos un coche reservado para conducir hasta Cape Tribulation que devolveremos mañana.

   En nuestro viaje hacia el Norte haremos múltiples paradas en este trayecto por la costa entre playas y selva.

   Las playas son paradisíacas pero no pueden visitarse con tranquilidad porque hay peligro de cocodrilos.

Después

   A las 9h, tras desayunar, salgo para la oficina de alquiler de coches que tengo la suerte de tener en la calle paralela a la del hotel. Sin embargo, Cairns, a pesar de ser una ciudad pequeña en población, abarca mucho espacio. Las calles son largas y anchas avenidas y salvar los poco más de cien números hasta la oficina se convierten en una tarea ardua con este calor.

   Dejamos el hotel a la hora que parece ser el límite para el check out en todos los hoteles del país, las 10h, y tomamos la salida hacia el norte en dirección Mossman.

Playas de camino a DaintreePlayas de camino a Daintree
















   Me salto la mayoría de miradores hasta Mossman pensando en hacerlos mañana a la vuelta, ya que todos están en la dirección contraria de la carretera. Aunque las playas que vemos desde el coche se ven espectaculares están desiertas, y es que en cuanto paramos en alguna nos topamos con el aviso de peligro por cocodrilos. Es una lástima.

¡Peligro, cocodrilos en las playas!

   En Mossman repostamos en una gasolinera y nos hacemos con un par de pasteles de carne que nos quitan el hambre.

   Cuando llegamos al ferri de Daintree, que es la única forma de cruzar el rio del mismo nombre, pago los 25$ del ticket de ida y vuelta y, al salir, paro en el primer mirador para quitarme de la caravana de vehículos que se ha formado.

Rio Daintree
En el ferri de DaintreeCarretera de Daintree
















   La carretera ha cambiado tras el ferri, ahora es más estrecha y tortuosa y la vegetación alrededor mucho más exuberante. La selva de esta parte es preciosa, con diferentes especies de helechos y este mirador, el Mount Alexandra lookout, es un buen ejemplo del lema de Daintree: "donde la selva se encuentra con la playa".

Mirador de Mount Alexandra o Walu WugirrigaMirador de Mount Alexandra o Walu Wugirriga
















   Llegamos a nuestro hotel en Cape Tribulation poco después de las 13h y nos hacemos con el fantástico bungalow del Rainforest Hideaway. Ya le dedicaremos a este sitio el tiempo que se merece mañana porque ahora tenemos que salir a explorar la zona.

Nuestro bungalow en el Rainforest HideawayNuestra habitación en el Rainforest Hideaway
















   Ya nos han dado un mapa y recomendaciones, así que nos dirijimos directamente al camino más popular: Marrdja.

Marrdja WalkMarrdja Walk
















   El entorno es fantástico y la selva, con sus árboles antiguos y llenos de lianas y plantas trepadoras, cede su paso a un manglar en el que podemos imbuirnos gracias a que todo el camino se hace en una plataforma de madera.
Marrdja WalkTalegalo de Reinwardt en Marrdja Walk
   Para colmo, nos encontramos un casuario - el animal estrella de este parque - con tres crías junto al camino y nos quedamos observándolo hasta que se adentra en el manglar fuera de nuestra vista. Pero nos ha regalado imágenes preciosas.
Casuario con tres crías en DaintreeCasuario con tres crías en Daintree
   Paramos en algún otro punto del camino, como la playa Thornton, y volvemos a la zona del hotel para visitar el restaurante que nos han recomendado. Las 16h no son en absoluto una hora para comer aquí y nos encontramos la cocina cerrada. Abren a las 18h.

Carretera a Cape Tribulation
Thornton BeachThornton Beach
















   Hacemos tiempo visitando la playa de Kulki, con sus advertencias sobre los cocodrilos, como todas las demás y el camino de Dubuji.

Kulki BeachKulki Beach















Dubuji WalkTalegalo de Latham en Dubuji Walk

















   A las 18h estamos de vuelta en el restaurante esperando los dos platos de Linguini que, con un brownie con helado de postre, completan nuestra cena por 48$.

   En nuestra habitación, que es más bien una cabaña, estamos solos con los sonidos de la selva.