El avión tiene previsto dejarnos en el aeropuerto
de
Melbourne a las 6:45h. Tenemos mucho tiempo para los trámites de
inmigración ya que la oficina para el coche de alquiler no abre hasta
las 9h.
Ya con el coche empezamos nuestra aventura australiana con un
plato fuerte: la Great Ocena Road, donde disfrutaremos de sus
acantilados y naturaleza hasta Port Campbell, donde haremos noche.
Podeis descargaros esta imagen para tener el mapa
ampliado.
Después
Cuando recuperamos las maletas tras una larguísima
cola en
inmigración somos conscientes de la dificultad que tiene el dia que
tenemos por delante sin haber dormido. El avion ha aterrizado sobre las
6h, mucho antes de lo previsto y todavía tenemos más tiempo que gastar
hasta que abran la oficina de alquiler de coches a las 9h. Somos de los pocos seleccionados para no pasar
por aduanas y control biológico, y eso nos pone fuera sobre las 7:30h.
Desayunamos, ya que la comida en Jetstar es escasa
aun
siendo de pago, y voy a la tienda de telefonía de al lado para hacerme
con una Sim con llamadas ilimitadas a Australia y 1,5 Gb de datos por
30$.
A las 8:30h cogemos un taxi que nos deja enseguida
en la
oficina quejándose del corto trayecto porque dice que lleva 2 horas
esperando en el aeropuerto. Tal vez haga mal, pero de casi 15$ que
cuesta la carrera yo le pago 30$.
Completados los trámites, y llenado el depósito
por 40$,
nos ponemos en marcha sobre las 10:15h por la 43. Luego entramos en la
M80, que hace de anillo, y de ahí a la M1 dirección Geelong. Ahi
dejamos la M1 para ir a Torquay, donde comienza la Great Ocean Road.
Vamos parando en miradores sobre la costa y las
playas
llenas de surfistas. No paramos en todos porque el viaje se haria
eterno.
La parada en Split Point lighthouse es técnica,
pues Eva
ha de usar un lavabo, pero el bar al que entramos nos gusta tanto que
aunque son poco más de las 12h nos ponemos a comer. Los hot dogs de
aquí están deliciosos, con sus grandes salchichas de ternera. Yo me
pido uno con extra de bacon y queso mientras admiro el local ambientado
en la cultura americana de los 50-60, no en vano lo llaman "60's
diner". Están muy orgullosos de su "museo" y te animan a
explorarlo. Disfrutamos mucho la comida y su amabilidad que,
además, llega al punto de darnos un mapa de la Great Ocean Road y
consejos para los lugares donde parar. El Freestone's
Roadhaven y hemos pagado 27$ por los tres hotdogs y las
bebidas.
Uno de esos consejos nos lleva a las Erskine Falls tomando
un desvío de la carretera que nos lleva hacia arriba entre eucaliptos.
Aparcamos para tomar las escaleras que bajan, entre hermosos helechos,
hasta el rio. Es un lugar precioso con paisajes imperdibles donde
conseguimos fotos alucinantes.
Otro de los consejos nos hace parar en Kenneth River,
donde enseguida vemos gente fotografiando las copas de los árboles en
la entrada del parque indicándonos donde está lo que hemos venido a
ver: hay un koala en lo alto de un eucalipto, pero luego detectamos
otro algo más bajo.
Al poco de perder de vista el mar entramos en el
Otway
national park, que era donde teníamos previsto ver koalas en libertad,
pero ahí no localizamos ninguno entre el espeso bosque de eucaliptus.
Menos mal que ya habíamos conseguido esto en Kenneth River.
El trayecto fuera de la costa entre colinas
cubiertas de
un manto verde y ganado bovino u ovino se hace largo con el sueño que
traemos atrasado. Nuestra intención era alcanzar los Doce Apóstoles en
la puesta de sol y lo conseguimos: aparcamos a las 17:20h y anochece a
las 18h.
No somos los únicos. Los dos miradores están
repletos de
gente que esquivamos para hacer nuestras fotos. Aunque en el mejor
mirador, el que está sobre un pico que se adentra en el mar, no hay
forma de hacerse con un hueco para posar.
Llegamos a Port Campbell en 10 minutos desde la maravilla
natural
que acabamos de ver, y ya de noche. Ahí tenemos una amplia habitación
que sólo abandonamos para comer un seafood chowder y un entrecot por
49,50$.