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Día
7
(16/09/2015) Ayer's Rock: Uluru y Kata Juta
Antes
Día entero para visitar Uluru y The Olgas y
disfrutar de
las actividades indígenas incluídas en nuestro paquete de alojamiento.
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Después
Me presento en el stand de Avis para el alquiler del coche
antes de las 9h y me entregan una especie de pick up con luz de
servicio y todo, como las ambulancias. Con eso paso a recoger a Eva y
nos ponemos en marcha algo pasadas las 10h, ya desayunados.
Enseguida nos ponemos ante la entrada del parque, donde
pagamos los 25$ por persona que vale la entrada y avanzamos ante la
espectacular imagen de Uluru que hace que nos paremos para
fotografiarlo en cuanto podemos: justo antes del desvío a Kata Juta
(The Olgas), que tomamos a continuación.
Dejamos Uluru atrás. Ahora lo que domina el infinito
paisaje de vegetación sobre arena roja son las cimas redondeadas de
Kata Juta. Primero paramos en un espacio de la carretera, después en el
"Dune viewing", un mirador a 300 metros del aparcamiento.
Hemos decidido rápidamente, entre los dos caminos que hay en Kata
Juta, hacer Valley of the winds hasta el primer mirador (2,2 km ida y
vuelta) y hacer el Walpa Gorge hasta la entrada del gran desfiladero
entre dos altos muros de piedra roja.
Enseguida recuerdo lo que leí sobre las moscas en este
lugar: que acosan continuamente. Por esa razón la mayoría de la gente
que nos cruzamos por el camino tienen la cabeza cubierta por una
redecilla y es que decenas de moscas andan constantemente alrededor de
uno y las de la cara son las peores. Tanto que llevando toda la vida
oyendo el refrán "en boca cerrada no entran moscas" es ahora que
aprendo a callar, cuando una mosca me ha tocado la campanilla.
El camino hasta el mirador Karu es agradable y en él podemos ver
un paisaje dominado por estas formaciones rocosas rojas que asoman
sobre la inmensa llanura como cabezas. Es sorprendente caminar por la
arena roja entre altas formaciones pulidas y de ese mismo color.
En Walpa Gorge el camino hasta la entrada del desfiladero es más
largo de lo que parecía. Aquí todo es más grande de lo que parece.
Con esto acabamos la visita en Kata Juta y, sobre las 13h,
emprendemos el camino de vuelta al lodge. Allí nos preparamos en la
cocina comunitaria los entrecots que traemos. La carne de este país es
excelence y casi lo más barato del carro de la compra.
Algo pasadas las 15h volvemos al parque para, esta vez,
visitar Uluru. Nuestra primera parada es en el centro cultural y desde
ahí, seguimos la carretera que rodea la enorme roca roja hasta parar en
el Kuniya Walk, la caminata que hemos escogido, de tan sólo 1 km, ida y
vuelta.
No tenemos prisa y nos deleitamos con cada punto destacado
del camino: cuevas con pintadas de aborígenes, tocar Uluru, rocas
desprendidas de la superficie, ... y la estrella de esta caminata, que
se encuentra al final, un desagüe desde la cima que ha dejado su camino
marcado en la roca y un pequeño lago al pie, dejando un paisaje extraño
y precioso.
Completamos la carretera alrededor de Uluru parando en
algunos puntos para sacar algunas fotos de las zonas nuevas. Entre ellos un camino muy popular, el Mala Walk, que hemos
descartado por largo y porque lleva a un lugar que no sé qué
significará en indígena, pero en castellano sí: Mala Puta. Cuando
alcanzamos el Cultural center de nuevo pillamos el camino de salida del
parque.
Todavía no toca salir. Son las 17:30h y esa es la hora mínima que
me había marcado para venir al Car sunset. Escogemos un lugar para
aparcar de cara a la roca, que en este lugar se muestra más majestuosa
que nunca. La zona ya está llena de coches y caravanas con gente
dispuesta a disfrutar de los cambios de color de Uluru durante la
puesta de sol. No de la puesta de sol en sí, pues el astro queda a
nuestras espaldas.
Todavía van viniendo más vehículos y delante tenemos un
despliegue de formas de capturar imágenes de Uluru: trípodes fijos,
trípodes flexibles, go pros, drones, ... Nosotros presenciamos el
espectáculo desde lo alto de nuestra pick up, viendo como el rojo se
hace más oscuro e intenso. Nos vamos cuando el sol ya no está y el
color de la roca sólo puede ir hacia el negro, pero somos de los
primeros en abandonar el lugar, lo que ya está bien.
Nos hacemos unos espagueti a la boloñesa usando un par de las
hamburguesas y nos recogemos satisfechos por este fantástico día.
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