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Día
10 (04/10/2023) Seúl: Namsan
Antes
Éste será el primer día que podremos dedicar enteramente a
los
principales lugares turísticos de Séul. Lo normal sería que,
aprovechando que tenemos la mayoría de atractivos principales de la
ciudad a un paseo del hotel, primero completáramos los más cercanos y,
seguramente, visitemos algún palacio.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Thomas Myeongdong
1- Estación de Seúl
2- Palacio Deoksugung
3- Puerta Sungnyemun
4- Funicular de Namsan
5- Seoul Tower
6- Villa Namsangol Hanok
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Después
Como ayer nos acostamos tarde hoy toca lo mismo para despertarse. Entre
unas cosas y otras salimos hacia la cercana plaza del ayuntamiento
cerca del mediodía. En esa plaza está la parada del 172, que es el bus
que nos ha de llevar al Palacio Changgyeonggung pero cuando llegamos
nos lo encontramos cerrado.
Empezamos a buscar la razón junto con las
demás personas que llegan y se sorprenden por lo mismo, incluidos
locales, hasta que damos con un mensaje diciendo que excepcionalmente
esta semana iban a abrir el martes - el día que cierran los palacios
cada semana - y cerrar el miércoles. Probablemente esto se deba a ese
festivo excepcional que nos ha ido fastidiando y, aunque haya acabado
ya, lo sigue haciendo.
Cambiamos de plan y pillamos un bus hacia el Palacio Gyeongbokgung. Son
las 13h y podríamos estar para el cambio de guardia de las 14h. Cuando
llegamos, la famosa e impresionante puerta principal está en obras y
hay un mapa marcando el recorrido hacia el lateral donde se encuentra
la entrada provisional. Pasamos por dentro del recinto de palacio entre
multitud de parejas vestidas con el traje tradicional fotografiándose
junto a la muralla hasta que llegamos a donde se suponía que era la
entrada, que nos encontramos cerrada.
De nuevo, un pequeño mensaje
indica que hoy está cerrado por la misma razón que el otro palacio. Ya
me parece mal que nadie sepa este cambio, como indican la cantidad de
locales vestidos para la ocasión (la entrada al palacio es gratuita si
se va vestido así), pero al menos podrían haberlo indicado en la puerta
principal y no hacernos recorrer todo el trayecto provisional para
averiguarlo.
Con los planes rotos, bajamos por la plaza
Gwanghwamun buscando dos cosas: o una peluquería para Eva o un lugar
para comer. Encontramos lo segundo en un restaurante especializado en
spagueti. Yo me pido Vongole y Eva Fruti di mare que, como se espera de un sitio tan especializado, no defraudan.
Allí nos indican una peluquería siguiendo una avenida lateral a la
Plaza del ayuntamiento que resulta estar cerrada. Google maps nos
indica otra cercana, junto al Museo de Historia Natural, que es
perfecta.
Mientras Eva se arregla yo doy un paseo y me encuentro con la
franquicia Popeyes. He oído hablar maravillas del pollo frito coreano,
así que me pido un par de piezas con una cocacola mientras espero la
hora de recoger a Eva. Está exquisito. No es solo el rebozado, sino que
la carne de pollo está deshuesada y melosa, se deshace en la boca,
haciendo un conjunto espectacular. Repetiré sin duda.
Mientras voy a recoger a Eva empieza a llover,
como ya anunciara la previsión meteorológica. Volvemos al hotel entre
descargas de agua y, como renuncio a no hacer ninguna visita hoy y la
previsión marca que parará de llover pronto, salgo con el chubasquero
en dirección al monte Namsan, cercano al hotel.
Llego a la terminal del funicular y pago 14000 wons por el trayecto de
ida y vuelta. Cuando llego arriba ya ha dejado de llover y aun tengo
luz como para fotografiar todo el recinto lleno de coloridos candados.
A diferencia de otros lugares del mundo, aquí promocionan que las
parejas dejen candados e incluso dejan esculturas de metal con este
propósito, creando un paisaje único.
Completo la visita alrededor de todo el recinto,
pero no subo a la torre pues las nubes bajas dejan claro que no vería
nada, además de ser caro: 21000 wons.
Con la noche la ciudad se ilumina y las nubes se van aclarando
permitiendo disfrutar de las vistas del Seul nocturno. Poco después
tomo el funicular de bajada para iniciar la vuelta al hotel.
Aun saldremos un rato a nuestro habitual ya
mercado nocturno donde pillaremos algunos takoyakis y zumo de granada
natural.
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