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Día
9
(21/09/2020) Breuil-Cervinia
Antes
Este día
tenemos que salir de Parma para llegar al Valle de Aosta y cumplir con
nuestras visitas ahí, aunque podríamos hacer alguna visita en el centro
de la ciudad antes.
Tenemos un trayecto de entre 3 y 4 horas hasta
allí. La idea es tener cumplir con las visitas que tenemos aallí y
conseguir buenas vistas del Monte Cervino (Matterhorn).
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Dama Bianca
1- Breuil-Cervinia
2- Lago Blu
3- Gruta de Busserailles
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Después
Nos despertamos temprano y salimos, ya
desayunados,
pasadas las 10h. Caminamos hasta la Plaza del Duomo donde tenemos las
vistas de la catedral y el batipsterio.
 
Venimos con la intención de
visitar el interior de la caterdral porque tenemos entendido que es
espectacular y realmente no nos decepciona.
 
Con todos los muros y techos
decorados con frescos y tallas no podemos evitar quedarnos un rato
mirando.
 
Volvemos al hotel, hacemos el checkout y salimos
hacia el
Valle de Aosta alrededor de las 11h. Son más de tres horas y media de
conducción que hacemos sin ninguna parada, observando el cambio de
paisaje al pasar a la alta montaña.
Cuando llegamos al hotel en
Valternouche comprobamos que el cambio tanbién está en la temperatura,
pero ya lo esperábamos y estamos preparados con las chaquetas a mano.
 
Son poco más de las 14h, así que hacemos el checkin
y
salimos buscando donde comer. En el hotel ya nos han dicho que los
restaurantes del pueblo están cerrados a esta hora, así que seguimos
conduciendo
por la carretera, subiendo cada vez más, y parando en los restaurantes
que vemos. Siempre recibimos la misma respuesta: que están
cerrados. Lo único que encontramos es un bar donde nos hacen unos
bocadillos por 13€.
 Paramos
en el Lago Blu, aunque el Monte Cervino
está
totalmente cubierto. El paisaje es precioso, y solo falta el famoso
pico con su reflejo en el lago para redondear el paisaje.
 
Después seguimos hasta Breuil-Cervinia, donde
paseamos a solas y con las cimas cubiertas por nubes.
   
Cuando bajamos
decidimos parar en la Gruta de Busserailles, donde pagamos 2€ para
llevarnos la
mejor sorpresa del viaje ya que, si las paredes de piedra negras y el
arroyo de aguas lechosas abajo ya nos parecian preciosos, al final nos
encontramos con una imponente cascada con mucho caudal de agua que no
sabíamos que estaba.
 
Ha sido un privilegio disfrutar solos de este espectaculo natural.
Satisfechos, entramos en el bar-restaurante que hay ahí y nos tomamos
sendos tes por
6€.
 
Como parece que ha despejado, volvemos a parar en
el Lago Blu y
podemos ver parte del Monte Cervino, pero sin la cima. Habrá
que esperar a tener mejor suerte mañana.
Con esto volvemos al hotel a descansar. Saldremos
para
cenar poco antes de las 20h porque ya nos han dicho que el horario de
cenar por aqui es de 19 a 21h. Encontramos un bonito restaurante donde
comemos ternera tipo fricandó y Calamari a la marinera por 38€.
 
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