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Día
4
(16/09/2020) Venecia
Antes
Tenemos el hotel al lado de la Basílica de San
Antonio de
Padua para asegurarnos visitarla, ya sea el día anterior o, si no pudo
ser, la mañana de este día.
Después haríamos el
corto trayecto hasta Venecia, donde dejaríamos el coche en uno de los
parkings y llegaríamos al Hotel Montecarlo, con una localización
magnífica para, desde allí explorar Venecia durante el resto de este
día y el siguiente.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Montecarlo
1- Parking de Tronchetto
2- Plaza San Marcos
3- Zona de Rialto
4- Puente de la Academia
5- Arsenale
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Después
Salimos del hotel a las 10h, ya desayunados. El
check out
es hasta las 11h, pero deberíamos tener tiempo suficiente para lo que
queremos hacer. Entramos en la Basílica de San Antonio de Padua que,
obviamente, está enteramente dedicada a este santo.
La basílica es muy bonita por dentro y el lugar de
la
tumba probablemente sea el más bonito de todos, rodeada de paredes
blancas con relieves tallados en el mármol.
Están prohibidas las
fotografias pero, como no siempre hay algún cura y, cuando lo hay, solo
indican que no se deben hacer fotos, todo el mundo sale de aquí con
las fotos que quiere..
Después nos acercamos a la colindante Prato della Valle, que es una
plaza con un canal circular
flanqueado por sendas filas de esculturas. Un sitio que llama mucho la
atención. Con esto hemos acabado en Padua. Hacemos el checkout y
salimos en direccion a Venecia, donde llegamos en menos de una hora.
Dejamos el coche en el Parking Tronchetto, donde
solo
podemos dejarlo en el piso superior, donde da el sol. Al bajar no
encontramos señales que nos marquen el camino a las opciones de
transporte. Seguimos a algunos y acabamos en una oficina de transporte
privada donde compramos dos billetes a San Marcos por 7.5 euros cada
uno. El único problema es que hay que esperar a que el barco se llene y
estamos casi una hora así.
Cuando nos dejan, hemos de pasar por cuatro puentes bajo el sol
abrasador con las maletas. Menos mal que todos esos puentes tienen
rampa. Enseguida nos ponemos ante el Hotel Montecarlo, donde hacemos el
checkin.
Estamos realmente muy cerca de la Plaza San
Marcos, pero lo
primero es comer algo. Asi que salimos y en el primer restaurante que
nos dice algo entramos a comer. Todo un acierto: las pizzas son
creativas y buenisimas. Yo como una de pistachos y mortadela de Bologna
y Eva unos gnochis. Pagamos unos 30 euros en total.
Seguimos el camino que iniciamos hacia Rialto
pero, antes
de llegar, nos dejamos convencer para nuestro paseo en Gondola por 80€,
que ya sabía que era el precio oficial.
Es caro, pero la experiencia
nos deja con un buen sabor de boca y coincidimos en que ha merecido la
pena.
Por fin llegamos al puente de Rialto, que por dentro luce muy diferente
de como lo habiamos visto por fuera, durante nuestro paseo en gondola.
Damos una vuelta por el mercado y regresamos a San Marcos siguiendo las
constantes señales que marcan el camino y atravesando multitud de
rincones que enamoran.
Pregunto en el Palacio Ducal y nos confirman que
no hace
falta reservar, que cuando vengamos mañana lo podremos visitar sin
mucha espera.
Aprovechamos que estamos aquí para maravillarnos
con los
detalles de los monumentos de esta plaza, hasta que decidimos descansar
en el hotel un rato.
Saldremos una vez más para ver la Plaza San Marcos de noche y comprar
algunas piezas de fruta que harán de cena, ya que nuestra comida tardía
y amplia no nos deja con ganas de más.
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