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Día
4
(23/10/2019) Parque Nacional Los Glaciares
Antes
Este día haremos la navegación por el Lago Argentino entre
icebergs en el tour conocido como "Ríos de Hielo Express". Está
previsto embarcar desde el puerto de Punta Bandera y
recorrer el Brazo Norte del lago observando los glaciares, entre los
que destacan el Upsala y Spegazzini.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- El Calafate
1- Puerto de Punta Bandera
2- Glaciar Upsala
3- Glaciar Spegazzini
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Después
Nos pasan a recoger sobre las 7:30h ya desayunados
en un minibús que ya va lleno y nos lleva al embarcadero tras más de
media hora de trayecto. Allí pagamos 400$ por persona por el acceso al
Parque Nacional porque con el ticket de ayer nos sale por la mitad.
Después
solo hay un camino que seguir: el que nos lleva al barco, tipo
catamarán, donde vamos a pasar el día. Dentro los asientos son anchos y
cómodos con una mesa en medio y hay grandes ventanales para no perder
de vista el protagonista de hoy: el paisaje.
Cuando empieza a navegar no aguantamos mucho antes
de abrigarnos y salir a fotografiar esta combinación de montaña y agua
lechosa. Enseguida empiezan a aparecer los primeros témpanos de hielo
bajando por el brazo del Lago Argentino. La primera parada es para
contemplar una caída de agua.
El programa marca que vamos directos al glaciar
Spegazzini, por el camino los paisajes son asombrosos y, conforme nos
acercamos, la aparición de icebergs se hace más frecuente.
La pared del glaciar es bastante más corta que la
del Perito Moreno de ayer, pero es más empinado y se puede ver como se
alimenta de tres ríos de nieve, lo que ofrece un paisaje
diferente y
fantástico y, ademas, hace que las rupturas de hielo sean más
frecuentes aquí.
El barco se queda parado frente a la
pared
mientras
todos la contemplamos en silencio, ya sea maravillados por el paisaje o
porque estamos atentos a una ruptura. Se oyen grandes crujidos a menudo
que decepcionan cuando vemos que solo cae un poquito de nieve. Sin
embargo tengo la suerte de grabar uno de éstos que sigue de una gran
caida que capturo completamente.
Satisfechos, regreamos a nuestros asientos, pero
solo para prepararnos para desembarcar, ya que vamos a dar un corto
paseo. Éste tiene que ver con la historia de las vacas salvajes, que
vienen de cuando echaron a la gente que vivía en el parque nacional y
no eran dueños de la tierra. Muchos tenían vacas pero no podían
llevárselas con lo que las abandonaron. Éstas criaron y se
asilvestraron, creando un problema para el parque, ya que en
invierno se comen los brotes de los árboles autóctonos y han desplazado
del territorio al huemul, una especie de ciervo endémico de Patagonia
que está en peligro de extinción.
Caminamos hasta la casa del guarda
que capturaba estas vacas para que se las llevaran y volvemos al barco
por la playa.
Nos quedamos sentados mientras se desanda este
brazo hasta el lago principal. La siguiente etapa es subir hasta el
glaciar Upsala, el segundo más grande del parque después del Viedma.
Nos explican que no vamos a acercarnos a la pared,
que luce maravillosa
en la lejanía, pero sí pasamos lentamente entre los grandes icebers que
ha dejado el glaciar. Éstos son más grandes que el barco y forman un
paisaje que no parece de este mundo.
Estos grandes bloques de hielo son la causa de que no nos
acerquemos a la larguísima pared del glaciar Upsala que vemos en la
lejanía. Se hace por seguridad, ya que los desprendimientos pueden ser
tan grandes que las ondas que provocan en el agua pueden suponer un
peligro para las embarcaciones.
Tras esta fantástica experiencia volvemos a
nuestros asientos, esta vez todos, pues ha llegado el momento del
almuerzo, mientras el barco vuelve al principio del trayecto, donde
seguirá hasta el Perito Moreno. El bocadillo de cordero patagónico está
riquísimo y de postre nos dan un mouse de frutos del bosque y dulce de
leche.
La llegada al Perito Moreno es a través del fiordo
que fotografiamos ayer desde las pasarelas. El barco se acerca al
extremo
derecho de la pared del glaciar y la recorre lentamente. Parece que
desde que estuvimos ayer hubo un gran desprendimiento y ahora la pared
permanece calmada. No llegamos a oír ni un solo crujido.
A partir de aquí la cosa va rápida: navegamos
hasta el mismo puerto donde embarcamos, y de allí nos llevan en mini
bus hasta el hotel. Descansamos poco pues es nuestra única opción de
visitar la Laguna Nímez, a la que partimos alrededor de las 19h.
Allí
pagamos 500$ cada uno y la rodeamos admirando la diversidad de aves.
Por ejemplo, las de las fotos de arriba corresponden, de izquierda a
derecha con: gallareta, becasina,
loica, tero, sobrepuesto y gavilán ceniciento. Los flamencos nos
esperan al final, en la Laguna Escondida. Un broche
ideal para un día fantastico.
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