Saldremos de Hlane con la idea de llegar al Campamento Crocodile Bridge
en el
Parque Kruger, pero podríamos pasar parte de la mañana explorando Hlane
si no pudimos hacerlo el día anterior.
Si llegamos con
mucho tiempo al campamento, dejaríamos el equipaje en nuestro bungalow
y saldríamos para nuestra primera visita en Kruger.
Después
Madrugo y a las
5:45h salgo hacia la recepción donde ayer quedé a las 6h para que me
digan si podemos hacer el Rhino Tour o no. Como no hay nadie me toca
esperar, pero lo hago a gusto mirando los hipopótamos en el pequeño
lago y los pájaros, que están muy activos. Hay un árbol frente al
restaurante lleno de tejedores con sus nidos.
A las 6:15h
todavía no ha llegado la recepcionista, pero un colega suyo me dice que
sí vamos a poder hacer el tour, por lo que voy corriendo a buscar a
Eva, pues solo quedan 15 minutos para que salga el tour. Cuando
llegamos nos damos cuenta de que no había prisa, pues el tour va a ser
solo para nosotros dos. Nos cobran 340R cada uno por él (Suazilandia
tiene
su propia moneda pero como suele
mantener paridad con el Rand los precios son igualmente válidos para
ambas monedas).
Salimos en este tour, que se ha convertido en privado, con
un
guía que comienza a rastrear para encontrar los rinocerontes. Mientras,
vamos viendo jirafas, ñus, impalas, linyalas, etc....
Finalmente
parece que ha encontrado rinocerontes y nos pide bajar del vehiculo
para poder verlos
de cerca. Esto no me lo esperaba, y caminamos hasta ver a una cría de
rinoceronte sola. Nos acercamos siguiendo sus indicaciones hasta que
sale la madre, que él ya había percibido mientras que nosotros no. Nos
acercamos lentamente hasta que salen los dos corriendo.
Seguimos haciendo ruta en lo que creemos que es el camino de vuelta al
campamento, pero no es así. El guía sigue rastreando y acaba encontrando
un frupo de tres rinocerontes adultos y nos vuelve a pedir que bajemos
y nos acercamos mucho a ellos en lo que nos parece una experiencia
espectacular.
El tour dura unas dos horas y ha resultado ser una
experiencia increíble y ahora
lo siguiente es ir a desayunar, lo que hacemos disfrutando del buffet y
de las vistas al waterhole, donde hay dos hipopótamos a los que se les
va uniendo un ñu, varios impalas y dos rinocerontes.
Damos una vuelta para despedirnos del campamento y disfrutar
de la fauna de allí, con linyalas pastando dentro y la
amplia variedad de pájaros que me dió los buenos días.
Nos marchamos hacia el Kruger en una travesía de dos horas
que nos lleva a cruzar de nuevo la frontera, esta vez para regresar a
Sudáfrica. Ya de vuelta en Sudáfrica queremos repostar antes de entrar
al Parque Kruger, y lo hacemos en un pueblo llamado Kamaqhekeza.
40 minutos después entramos en el Kruger por la puerta Crocodile
Bridge, donde paramos para hacer los trámites de entrada al parque y
también el checkin
en el Crocodile Bridge Camp que, sorprendentemente, se hacen a la vez y
por la misma persona, que acaba entregándonos la llave del bungalow.
El campamento es pequeño pero coqueto y tiene hasta
gasolinera. El bungalow tiene
vistas al río, ya que lo habíamos reservado así. Comemos en la terraza
lo que quedó de las pizzas de ayer mientras vemos hipopótamos y
elefantes acudir al río.
Salimos a las 15h para nuestra primera ruta por el Kruger.
El calor es aplastante: marca 41 grados. Esa debe ser la razon para que
durante la primera hora y cuarto no hayamos visto más que impalas y
ñus.
Damos media vuelta y volvemos por la misma
carretera cuando nos
aparece un elefante siguiendo la carretera por un lado que nos mira,
pues parece que tiene intención de cruzar. Nosotros estamos más
abrumados que él. Cuando cruza se queda a
comer a nuestro lado y podemos hacerle fotos desde muy cerca.
Cuando ya falta poco para llegar al campamento vemos 4
coches parados en el carril derecho y nos acercamos para descubrir que
abajo hay una gran manada de elefantes con varias crías cenando.
Disfrutamos un rato del espectáculo.
Antes de volver al bungalow paramos en la tienda del
campamento para provisionarnos de bebida y comida para la cena y el desayuno.
Durante la
cena dos elefantes y unos antílopes pasan por el otro lado de la valla
que protege nuestro bungalow, a apenas un metro de nosotros.