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Dia
13
(15/10/2022) Retorno
Antes
En nuestro último día saldremos de Graskop, tal vez haciendo
alguna corta visita que nos hubiéramos dejado el día anterior, hacia el
aeropuerto de Johannesburgo.
Tenemos el vuelo de regreso a casa a las 18:10, con lo que
deberemos llegar con tiempo para devolver el coche y facturar.
Llegaremos a casa a la mañana del día siguiente tras un
enlace de menos de tres horas en el aeropuerto de Estambul.
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Después
Alrededor de las 8:30h salimos hacia la calle principal de
Graskop para desayunar en el local que nos han aconsejado. La niebla da
un aire especial a las calles vacías a esta hora.
Salimos tras un buen desayuno por unos 200R en total. Son las 9h y en
este momento comenzamos nuestro camino de regreso a casa. La idea es
llegar al aeropuerto antes de las 16h, pero como el viaje es largo y
hay zonas en obras que nos obligan a hacer un rodeo hasta la autopista
hacia Johannesburgo, vamos a ir directos sin pararnos en las cascadas
que nos han recomendado en el Laguna Lodge.
Nos despedimos de Graskop poco antes de las 10h y seguimos el camino
que nos marca el GPS hasta alcanzar la autopista 4 casi dos horas
después.
La autopista 4 realmente lleva a Pretoria, así que unos 30 Km antes del
desvío a la 12, que es la que lleva a Johannesburgo, paramos a repostar
y estirar las piernas en un lugar llamado Petroport.
Usamos el lavabo, hacemos algunas compras y nos sorprendemos de ver que
fuera tienen búfalos y rinocerontes negros, que son los más amenazados
de extinción.
Hemos parado aquí por casualidad, tras aceptar que no teníamos gasolina
suficiente para llegar al aeropuerto, donde tenemos que entregar el
coche con el depósito lleno.
Cuando llegamos al aeropuerto poco después de las 15h no consigo
encontrar el camino a la gasolinera que tienen allí y al final acabamos
entregando el coche sin llenar del todo. Nos dicen que no hay problema,
aunque luego se acabarán cobrando más de lo que vale un depósito entero
de mi tarjeta.
Facturamos la maleta y pasamos el control
de seguridad. Esta terminal es grande y hacemos tiempo en la zona de
tiendas comiendo y haciendo nuestras últimas compras.
El vuelo de regreso sale a la hora prevista y, tanto los vuelos como el enlace en Estambul, ocurren sin incidencias.
De esta forma culminamos una aventura que hemos disfrutado mucho y nos
ha dejado la idea de que el que quiera hacer su primer safari por su
cuenta debería ser en el Kruger, donde tanto la tarea como la
posibilidad de ver animales salvajes es mucho más sencilla.
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