|
|
Día
10
(28/03/2015) Moscú
Antes
Nos tocará madrugar para nuestro vuelo doméstico a
Moscú
de las 9:20h y que ha de alcanzar la capital rusa sobre las 10:50h.
Ya alojados, dedicaremos el día a visitar los puntos de
interés
más alejados usando el metro, que es otra visita en sí, y la Plaza
Roja, donde tenemos previsto comer. El área del
Kremlin quedará para el día siguiente.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Hotel Garden Ring
1- Área de la Plaza Roja y el Kremlin
2- Mercado de Izmailovo
3- Universidad Estatal de Moscú
4- VDNKH
|
Después
Madrugamos siguiendo las indicaciones del hotel
para
pillar nuestro vuelo de las 9:20h a Moscú y llegamos al aeropuerto de
Vnukovo sin incidencias. Aquí probamos a hacer lo que otras veces para
alcanzar la ciudad: seguir a los locales. Pero aunque nos llevan a la
cola habitual para pillar taxis en el exterior, allí nos llama el
hombre acreditado con un peto para la asignación de taxis y nos lleva
hasta uno. Me ha dado mala espina que nos haya evitado la cola y mis
temores se confirman cuando nos pide 4000 rublos al dejar las maletas
en el maletero.
Niego rotundamente y cogemos nuestras maletas diciendo que vamos a
pillar el tren. Debo haber sido muy rotundo porque no me hace ninguna
oferta mientras nos alejamos, como yo esperaba.
Pero sí se nos acerca un hombre y nos dice que nos lleva por
3000
rub, yo le digo que no y, justo antes de entrar de nuevo en el
aeropuerto, acepto su oferta de 2500 rub. Hacemos justamente lo que no
se debería hacer: meternos en un coche con un desconocido. Por si
acaso, voy siguiendo la ruta que llevamos, sufriendo el tráfico
infernal, buscando detectar el caso de que no nos llevara al hotel. No
hay problema, nos deja en el hotel alrededor de una hora después de
habernos cogido.
El Hotel Garden Ring no nos
decepciona. No da directamente a Propekt Mira sino que está en una
pequeña zona abierta. Lo dejamos enseguida para salvar las dos manzanas
hasta la estación de metro de Sukharevskaya, que usamos para ponernos
enseguida en Okhotny ryad. Cuando sacamos el ticket en la máquina por
50 rub cada uno, nos sale una tarjeta azul que nos permite acceder
simplemente acercándola a la máquina que controla el torno.
Cuando bajamos estamos ante el Teatro Bolshoi y, frente a él,
se
encuentra el monumento a Karl Marx. Buscamos el paso subterráneo para
cruzar hacia allí, pues la Plaza Roja está muy cerca.
Cuando nos ponemos ante la Puerta de la Resurrección son las
12:30h Como el horario del mausoleo de Lenin es de 10 a 13h, esperamos
poder hacer la visita.
Entramos a la Plaza, que está muy transitada, y nos quedamos
mirando todo lo que tenemos alrededor: La Catedral de Kazán, el
edificio rojo del Museo Estatal de la Historia de Rusia, las murallas
del Kremlin y la majestuosa Catedral de San Basilio al otro lado de
este amplio espacio adoquinado. La única pega está en la Torre del
Salvador, la más bonita del Kremlin, pero que ahora está totalmente
cubierta por reformas. La que yo creía que sería una gran protagonista
de nuestras fotos aquí, estamos buscando la forma de que no salga.
Vamos hacia la derecha, hacia el Kremlin, donde vemos la
pequeña
pirámide escalonada del mausoleo, pero no hay cola a la que unirse. El
cordón a lo largo de todo el Kremlin sigue ahí, con el mausoleo detrás,
así que me dirijo a una de las guardias para preguntar por gesto si se
puede visitar y me dice que a partir de Abril. Otra pega más de la
temporada baja.
Pasamos un rato disfrutando de las vistas de esta plaza
dirigiéndonos lentamente hacia la Catedral de San Basilio mientras le
dedicamos el tiempo a las esperas para poder sacarla en nuestras fotos
con la mínima gente posible.
Cuando llegamos nos metemos en ella y pagamos 350
rub por cada una de nuestras dos entradas.
El interior nos sorprende por lo poco convencional. Hemos de
seguir un circuito entre paredes pintadas con cenefas florales y
descubriendo una multitud de pequeñas salas con iconos y tesoros
subiendo y bajando pisos. Es muy extraño para una catedral.
Al salir continuamos, dejando la plaza detrás observando el
río
Moscova y observando la Catedral desde el puente. No lo
cruzamos
pues van a ser las 14h y hora de comer y tenemos unos grandes
alamacenes muy cerca: los famosos GUM, que tienen el honor de dar la
réplica con su fachada a las murallas del Kremlin, formando los
laterales de esta bonita plaza.
Nos metemos en ellos y buscamos un sitio donde comer. Si este
edificio lo forman tres largas galerías con tres pisos cada una,
encontramos nuestro sitio en la planta superior de la tercera galería.
El resto de estos almacenes es una visita turística pues las tiendas
son muy exclusivas.
Éste es el único lugar con cola aquí y eso ya nos ha dado una
pista. Se trata de un self-service llamado Stolobar y que nos permite
llenar una bandeja de pequeños platos de comida local. Pagamos 1620 rub
por las dos bandejas. Entre todo lo que pruebo he de destacar el
strudel de cereza. Pura delicia.
Cuando salimos a
las 15h echamos un vistazo más a la plaza y damos un
paseo
hacia la estación de Kitay-Gorod para pasar por la
Iglesia de la Trinidad de Nikitniki y algunos otros puntos, pero el
aire frío que viene del río no nos deja disfrutar del paseo y acabamos
alcanzando el metro sin demora.
Las piernas nos
piden la vuelta al hotel, y estamos en la misma línea que él, pero nos
resistimos a todo eso para hacer el trasbordo a la línea roja y hacer
las nueve paradas hasta la Universidad para fotografiar el edificio.
Ahora sí volvemos y descansamos por fin. Salimos por la noche
para disfrutar de la iluminación de la Plaza Roja, pero pasando por el
máximo número de estaciones de mi lista, que forman otra visita de la
capital rusa.
Entramos en Prospekt Mira y pillamos el anillo - la línea
marrón
que es circular para comunicar con el resto - y nos bajamos en
Belorusskaya, Kievskaya, Park kultury, Kropotkinskaya... pero no puedo
ver la última de mi recorrido, Ploshchad Revolutsii, porque está
cerrada por obras.
Cuando salimos nos encontramos un anticipo con la Plaza del
Teatro iluminada pero, sin embargo, nos encontramos la Plaza Roja en
una oscuridad total. No lo entiendo. Damos una vuelta por el interior
del GUM, que es el único sitio con luz, y salimos de nuevo al agujero
negro de la plaza. No puedo evitar preguntar a alguien que está, como
nosotros, contemplando la oscuridad de la plaza y nos indica que,
justamente ahora, se está celebrando la hora del planeta, donde se
dejan a oscuras durante una hora lugares emblemáticos del mundo. Ya es
casualidad.
Efectivamente, las luces van apareciendo poco a poco,
edificio a
edificio, hasta completar el espectáculo de esta plaza por la noche,
donde destaca la bombillería del GUM.
Nos recogemos comprando un par de crepes rellenas de carne
picada
en un pequeño puesto del metro y que señalamos a una mujer. El precio
es ridículo:20 rub cada una. Pasamos por la estación Novokuznetyskaya
para completar nuestra lista.
|
|
|
|