Este día está íntegramente dedicado a un tour en el
mar que deberemos haber contratado el día anterior y que incluiría
algunas o todas estas actividades:
- Ver manatís en su habitat natural.
- Hacer snorkel en pleno arrecife de
coral.
- Nadar con tiburones y rayas.
Después
Debemos
presentarnos a las 10:15h en la agencia para el tour de snorkel y, como
siempre nos levantamos mucho antes, remoloneamos un rato con el bonito
amanecer y salimos a desayunar al restaurante más cercanos.
Éste está en la
segunda planta de una casa donde se juntan dos calles y nos ofrece unas
bonitas vistas de Cayo Caulker mientras tomamos nuestros huevos con
bacon y tostadas. Nos cobran 18 beliceños por ello.
Debido al ritmo lento de esta isla caribeña, al
acabar podemos ir al hotel a por nuestros equipos de snorkel y
presentarnos en la agencia para nuestro tour de las 10:30h.
Nos acompañan caminando al embarcadero de water
taxis, donde embarcamos en una pequeña lancha que abandona sin demora
la isla.
La primera parada es en lo que llaman "The Channel", y
consta de 45 minutos recorriendo este paraíso submarino. Vemos
multitud de peces de colores e incluso una morena verde.
La segunda parada es en un lugar del arrecife poco
profundo donde los tiburones y rayas se han acostumbrado a las
constantes visitas de las barcas de turistas. Nuestro guía les echa
comida y nos metemos entre ellos. La sensación de estar rodeados de
estos animales es fantástica. Los podemos tocar sin problemas e incluso
una raya me acaba babeando la barriga.
La tercera y última parada es cerca del borde del
arrecife, que se diferencia claramente por el cambio de color del agua,
a un azul más oscuro, y porque las olas rompen contra esta frontera
natural. Esta parte es conocida como "Jardines de coral". Aquí tampoco cubre, y podemos continuar disfrutando de la
naturaleza submarina en un agua tan clara como ésta.
Cuando volvemos, pasadas más de tres horas,
estamos algo cansados, pero tremendamente satisfechos con la
experiencia, y pasamos por el hotel a cambiarnos y dejar los equipos
antes de salir a comer.
Escogemos el restaurante "La cubana", donde a
pesar de que tienen un buffet, preferimos comer de carta:
filete de ternera para Eva y dos tacos para mí. Unos 30 beliceños en
total.
Salimos con la idea de un paseo largo para bajar
la comida y nos decidimos en subir la isla hasta el final: el conocido
Split. Sin prisas vamos viendo como la calle se va vistiendo
paulatinamente de temática jamaicana hasta acabar en una zona llena de
gente en el agua y con música sonando constantemente por dos grandes
baffles. El bar más famoso de Cayo Caulker, el Lazy Lizzard, agrupa
gente joven frente a la estrecha separación entre este cayo y el
siguiente. Hay hasta un gran yate atracado junto al bar.
Iniciamos la vuelta para llegar al hotel a
descansar, del que sólo saldremos brevemente para una pequeña cena en
un puesto callejero.