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Día
2 (05/03/2014) Antigua
Antes
La mañana la dedicaremos a visitar lo que nos falte de Antigua.
Antes de comer, dejaremos la ciudad colonial para
llegar a nuestro hotel en el Lago Atitlán, tras un recorrido de 80 Km
que deberíamos hacer en una hora y veinte minutos. El Hotel y Centro de
Convenciones Jardines del Lago
está junto a la salida de los
ferris. Si nos diera tiempo, visitaríamos una de las 12 aldeas del
lago.
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Después
A las 4:15h ya estamos bien despiertos. Hacemos
tiempo hasta las 6h cuando, ya siendo de día, sentimos que podemos
ducharnos y vestirnos.
A las 7h comienzan a servir desayunos en el hotel,
pero es antes de esa hora cuando ya estamos paseando por la plaza de la
catedral buscando una mejor opción. La hayamos en el Cafe Barista,
donde comemos unas especies de tortillas envolviendo una mezcla de
queso,
jamón, tomate... buenísimas. Yo tomo mi desayuno con un batido de
mango y perejil.
 
Después giramos hacia el famoso arco del reloj.
Las calles se muestran muy bonitas: adoquinadas, amplias y lindadas por
largas y coloridas fachadas difícilmente más altas de unos 5 metros.
 
 
Cuando llegamos a la Merced vemos que hay
movimiento. Se ve que hoy es miércoles de ceniza y la gente sale de la
iglesia con una cruz negra dibujada en su frente. Nosotros nos hemos
metido en una tienda de souvenirs donde hemos comenzado con las
compras. Cuando comentamos a las dos chicas de la tienda que de ahí
tenemos intención de subir al Cerro de la Cruz a disfrutar de las
vistas de la ciudad - que no del volcán, pues hoy no ha acudido a la
cita -, nos dicen que sólo debemos subir en grupos grandes. Como no
conocemos ningún grupo grande no subimos.
 
En lugar de eso, bajamos hasta las Capuchinas y
cerramos el círculo volviendo al hotel a dejar las compras.
 
 
Cuando salimos es para recorrer la cercana plaza
de la catedral, con el Palacio de los Caballeros. Pillamos esa calle
porque finaliza en el handikraft market, que resulta ser muy local.
Luego nos metemos en el mercado de artesanía, que resulta ser muy
turístico.
 
Nuestro tiempo se acaba: hemos de hacer
el check
out del hotel a las 12h lo más tardar, y a las 12:30h nos recogen.
Volvemos mirando tiendas.
 
Ya en el hotel, el total de la habitación más la
cena de ayer se va a 2000 quetzales. A la media en punto se presenta el
conductor de la van.
Hacemos las tres horas de trayecto en un vehículo
abarrotado, pasando por ciudades y conducciones que nos han recordado a
las de África.
El hotel tiene unas vistas fantásticas, frente a
los tres volcanes que deberían verse al otro lado del lago, pero que
también están ocultos. ¿¡A que nos vamos de Guatemala sin ver un
volcán!?.
 
Ese pensamiento es el que hace que salgamos a
hacernos unas fotos durante la comida al verse la silueta del volcán
de San Pedro cuando el sol se sitúa tras él.
 
Comemos ceviche de camarones y tapavenas de plato
principal para mí, y crema de tomate y lomito para Eva. 180 quetzales
en total. Acabamos tan llenos que nos metemos en la habitación y sólo
yo haría una breve prospección por las tiendas de Panajachel antes de
esforzarnos por no dormirnos antes de las 21h. Casi lo conseguimos.
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