El día comienza
pronto ya que el vuelo a Flores sale a las 6:30h. Ya en Flores
decidiremos si llegarnos a Tikal por bus o taxi.
Estamos alojados en el Jaguar Inn, dentro del
Parque, con lo que tenemos todo el día para explorar el complejo
arqueológico y disfrutar de la selva. Tenemos pensado unirnos al tour
para ver anochecer desde uno de los templos para poner un broche de oro
a este día y a este país.
Después
Desde nuestra habitación hemos podido oír la
tormenta que ha durado toda la noche, aunque cuando salimos del hotel a
las 5h ya ha terminado.
Todo marcha bien en un concurrido aeropuerto a
esas tempranas horas y nos ponemos en Flores, con un avión mucho más
pequeño de lo normal, sobre las 7:30h. El aeropuerto es muy pequeño y
bajamos del avión para acudir andando a una misma sala donde están
las aduanas, inmigración y la única cinta de equipajes
Nos encontramos con un cartel con mi nombre nada
más salir y el hombre que lo sujeta es también el conductor que nos va
a llevar.
Es poco más de una hora de trayecto y hacemos dos
paradas: una en una tienda de regalos muy cara pero con café gratuito
y otra en la entrada del parque donde compramos las entradas por 150
quetzales por persona.
Llegamos al Jaguar Inn, donde hacemos el checkin y
descansamos antes de ir al parque arqueológico.
Vemos un grupo de simpáticos coatís comiendo sin
descanso de un árbol antes de llegar a la entrada, donde nos comprueban
los tickets.
Lo que sigue es
un fantástico paseo por la selva
en el que vemos un mono araña y un pájaro carpintero entre el espeso
follaje.
Tras unos 20 minutos llegamos a las primeras
ruinas mayas, el grupo F, que resultan algo decepcionantes. Sin
embargo, la llamada Gran Plaza está cerca.
Antes visitamos el grupo marcado como mercado.
Después, y tras maravillarnos con la cara
posterior del templo I, al que llaman "Gran
Jaguar", llegamos a la maravillosa plaza, con ese templo mostrando su
larga escalinata, frente a un hermano más bajo y ancho. A los lados,
las estructuras de la acrópolis culminan este increíble lugar.
Me subo al templo II para tener unas formidables
vistas de la plaza, aunque el esfuerzo se paga con semejante calor.
Pasamos por el templo III, que aún no está
desenterrado y nos muestra cómo la jungla puede ocultar grandes
construcciones.
El templo IV es el punto más alejado del parque y
está tapado en su mayor parte. Pero la gente no viene hasta aquí para
ver la construcción, sino para subir a él, no en vano es el templo
más alto de todo el complejo. En su cima están las
mejores vistas de Tikal: un infinito mar verde del que sobresalen las
puntas de los otros templos. Es tan fantástico que George Lucas la
usó en "La guerra de las galaxias" y yo como cabecera de estas páginas.
Volvemos por otro camino para visitar estructuras
no vistas, como el grupo llamado Mundo Perdido.
Seguimos por la acrópolis y el templo V, que luce
solitario y magnífico. De ahí volvemos al hotel, al que llegamos
cansados de la caminata.
Comemos a base de pasta por unos 300 quetzales y
nos tumbamos un rato.
Antes de que anochezca salimos a pasear por la
jungla esperando ver tucanes. Nos topamos con el mismo grupo de coatís
que, por lo visto, aún no han terminado de comer. Después, aparecen los
tucanes en lo más alto.
Como siempre, el sueño viene rápido y no nos
resistimos, pues mañana hemos de estar listos a las 6h.