Nuestro último día en la península del Yucatán comenzará en
Valladolid, que visitaremos brevemente. Podemos aprovechar la mañana
para llegarnos a Ek Balam, a 20 minutos de la ciudad.
Lo importante será estar en el aeropuerto de Cancún con
tiempo de
sobras para devolver el coche y embarcar en el vuelo a Miami de las
16:55h.
A las 20:00h llegaríamos a la ciudad
americana, donde sólo hemos de cenar y pasar la noche en nuestro hotel
en Miami Beach.
Hoy
es un día relajado en el que lo único que realmente debemos hacer es
estar en el aeropuerto algo más tarde del mediodía. Por lo tanto no
tenemos prisa en levantarnos y desayunar. El hotel se muestra muy
tranquilo a esas horas de la mañana.
Finalmente salimos a pasear por el centro de Valladolid sobre
las
8:15h, comenzando por la Plaza en la que se encuentra el hotel, y que
marca el punto más céntrico de la ciudad.
Es bonita, con más espacio que la de Antigua. Nosotros
atravesamos el parque y pasamos por la fuente para llegar a
la
catedral, justo en el lado opuesto del hotel.
Cruzamos la amplia calle para entrar en ella y
explorar sus austeros muros exteriores rodeándola.
En 15 minutos ya hemos acabado con la plaza, y nos metemos
por
las calles para explorar los alrededores. Eva ha leído sobre la
tradición de esta ciudad con el calzado y escruta las zapaterías
buscando algo que llevarse a buen precio.
A las 9:15h estamos de regreso al hotel para seguir nuestro
calmado plan de ruta: hacer el check out y salir con el coche hacia la
carretera principal, que pasa justo delante.
El
centro de Valladolid bien se merece una visita. El estilo colonial es
patente y fácilmente comparable al de Antigua, con esas fachadas bajas
de colores. La diferencia está en que aquí hay edificios altos y las
calles están asfaltadas, con un incesante ir y venir de coches.
Conducimos por esta recta carretera entre la selva que sólo
cruza
alguna población cada tanto, siempre anunciada por los dichosos
badenes. Tras tres horas de camino estamos en el punto en el que
deberíamos tomar la carretera que baja al aeropuerto.
Sin embargo, no vemos salida a ella cuando el GPS nos muestra
como pasamos de ese punto. Mi solución es cambiar de sentido y,
siguiendo el mapa del GPS, meternos en una salida que indica claramente
que va a Valladolid y Mérida.
Cuando estamos en
ella vemos claramente que es desde donde se puede pillar la que va al
aeropuerto, aunque sólo en la dirección contraria a la que vamos. Nos
acojonamos cuando vemos que los carteles no hablan de más salidas que
la de Valladolid, en unos 180 Km. Esto es como una autopista directa y
por primera vez en el país veo el límite de velocidad al máximo: 110
Km/h. Voy mirando la vegetación que nos
separa del otro sentido - el deseado - buscando un hueco, pues no
pienso hacerme todos esos kilómetros de ida y luego de vuelta otra vez.
Al final, se abre una amplio arcén a la izquierda desde el que veo un
estrecho caminito que comunica los dos sentidos. No hay más que hablar,
me meto por ahí y soluciono por fin nuestra llegada al aeropuerto de
Cancún.
Con todo, llego al aeropuerto sobre las 12:30h.
Hemos conducido casi cuatro horas. Como todavía no
están los que tienen que recoger el coche, lo meto en el parking y
guardo bien el ticket.
Tras varias llamadas,
aparecen sobre las 13h. Menos mal que no tenemos ninguna prisa. Les doy
unos pocos pesos extra por el parking y la gasolina que dejo algo por
debajo del nivel en el que me lo dieron, y recojo mi depósito en
dólares, que pienso utilizar en Miami.
Ya con las
maletas embarcadas y pasado el control de seguridad, escogemos un
Domino's pizza para comer. Estamos en un amplio hall con varios
restaurantes y tiendas de regalos, entre las múltiples puertas de
embarque. Desde una de ellas sale nuestro vuelo puntual sobre las 17h.
Los trámites de inmigración en el aeropuerto de
Miami van rápidos porque hay muchas garitas atendiendo la larga cola y
a las 20:30h estamos pillando taxi, que tienen una tarifa fija de 32$
(USD esta vez) para Miami Beach.
Nos dejan en nuestro hotel en North Beach, el
Baltic Hotel, donde hacemos el check in y salimos a dar un paseo hasta
un supermercado donde nos hacemos con varias cosas de picar que usamos
ante viendo una película doblada al latino en la tele de nuestra
habitación.