Tenemos el vuelo de vuelta a Barcelona a las 16:05h, con lo
que
podría dar tiempo a hacer alguna visita en Frankfurt por la mañana.
Después
Dejamos
los apartamentos bien descansados y tras un desayuno-almuerzo en el que
hemos agotado la comida que nos quedaba. En la siguiente calle se
encuentra la parada de metro de Galluswarte, donde ya sacamos billete
hasta el aeropuerto. Es sólo una parada hasta la gran estación de
Haubtbahnhof, donde cambiamos de tren hasta el aeropuerto. Vamos con
tiempo porque no sabemos como irán los trámites con la pierna
escayolada de Eva.
En el aeropuerto, en cuanto ven la pierna de Eva
nos envían a la oficina de pasajeros con necesidades especiales y la
llevan en silla de ruedas hasta el mismo avión, así que pasamos los
controles sin hacer cola.
Ha sido un viaje condicionado desde el primer día
por este problema con la pierna Eva pero al final parece que nos hemos
adaptado bien a ello.
La zona que hemos recorrido es maravillosa. Sin
duda, un imperdible en Europa.
Mientras el avión nos devuelve a nuestra vida, con
la cabeza apoyada en la ventana, rememoro el placer de conducir por la
Selva Negra.