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Día
6
(29/08/2021) Sorrento
Antes
Tras varios días de recorridos a pie nos reservamos este día
para
descansar. Ya bien sea paseando por Sorrento o bajando a las playas de
Sant'Agnello.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- Domus San Vicenzo
1- Playas de Sant'Agnello
2- Sorrento
3- Puerto de Sorrento
4- Estación de tren de Sant'Agenllo
5- Estación de tren de Sorrento
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Después
Bajamos a desayunar cuando nos despertamos, sin necesidad de
ningún despertador y cuando estamos listos salimos hacia Piano de
Sorrento, algo pasadas las 10h, para bajar a la zona de playas. Ayer ya
nos rompieron la ilusión de poder bajar a las playas en acensor cuando
nos explicaron en el hotel que estaba fuera de servicio.
La forma que queda es a traves de las rampas encadenadas que serpentean
desde el pueblo y que coparten vehículos y peatones.
La playas son privadas y en la curva hacia la última rampa hay un arco
que lleva a la entrada de las dos zonas principales: Bagni Tina y Bagni
Rosita, que corresponden a las sombrillas azul y blancas y amarillas y
verdes respectivamente que hemos estado viendo al bajar.
Nos decidimos por el Bagni Rosita y pagamos unos 20€ por dos literas
con una sombrilla. Estamos cerca de tres horas disfrutando de este
sitio tan peculiar: el agua no cubre por las cercanías, pero si te
alejas nadando sí y puedes explorar las cuevas y tener vista al Vesubio.
Cuando salimos bajamos por la única rampa que nos dejamos para ir al
centro de esta zona de playitas y puerto, donde escogemos el
Restaurante Fracatell para comer: dos parrilladas mixtas con entrantes
y bebida por 55€ en total. Pillamos el minibus que sube al pueblo llamado "Ascensore del mare" por 0,50€ cada uno y volvemos al hotel.
Salimos sobre las 17:45h hacia la estación de "Agnello" para pillar el
tren a Sorrento. El billete cuesta 1,30€ y es una sola estación. Hay
una buena frecuencia de trenes, con dos o más por hora. Llegamos a Sorrento algo antes de las 18:30h y paseamos por Corso Italia hasta llegar a la Piazza Tasso.
Allí, nos metemos por la estrecha Via San Cesareo con mucho ambiente y
tiendas de productos locales, de los cuales destaca el Lemoncello y
productos relacionados con el limón, en general.
Cuando llegamos al Sedile Dominova, que ahora está ocupado por un
restaurante, y admiramos los frescos, subimos a Corso Italia para
pillar el camino de vuelta teniendo en frente la Catedral de los Santos
Felipe y Giacomo.
Son casi las 20h cuando pillamos el tren de vuelta. Cenaremos en el
hotel con lo que comparamos ayer en el súper y ya no saldremos más.
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