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Día
4
(27/08/2021) Capri
Antes
Tenemos el ferri a Capri a las 10:35h, con lo que deberíamos
llegar a la isla sobre las 11:20h. Una vez allí dejaríamos las maletas
en una consigna y embarcaríamos en uno de los tours que dan la vuelta a
la isla y paran en la Grotta Azzurra.
Tras el tour comeríamos y después pasearíamos por
Capri hasta la hora de partida de nuestro ferri a Sorrento, a las
17:40h. Tras llegar a Sorrento, iremos a nuestro nuevo hotel/convento
en Sant'Agnello.
Los puntos marcados en el mapa son:
1- Puerto turísitco de Capri
2- Casco antiguo de Capri
3- Jardines de Augusto
4- I Faraglioni
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Después
Ayer también trajimos del súper algo para desayunar y
pedimos un
taxi para el puerto para las 9:30h que llega puntual. Le pagamos 15€ y
nos unimos a una cola hacia la zona marcada para NLG, que es la
compañía de nuestro ferri, pero finalmente no era para el nuestro.
Tenemos que esperar a que llegue, cosa que hace poco antes de la
hora marcada: 10:35h. Embarcamos y tenemos un tranquilo trayecto de
menos de una hora que nos deja en el puerto de Capri a las 11:30h.
En la misma pasarela que lleva la isla está la oficina de
turismo, donde pregunto por la consigna donde dejar el equipaje y me
indican una tienda en la que pagamos 8€ por dejar nuestras dos pequeñas
maletas, la mochila y el bolso.
De ahí vamos al
primer stand que hemos visto ofreciendo el tour de navegación alrededor
de la isla, dode pagamos 18€ cada uno por embarcar en una pequeña
lancha justo ahí mismo. No tenemos que esperar mucho antes de partir.
Al comprar el ticket ya nos han dicho que la Grotta Azzurra
está cerrada hoy.
El recorrido es en la dirección
contraria a las agujas del reloj, con lo que el mejor lado para
disfrutar de los paisajes de la isla es el izquierdo (estribor), pero
nosotros estamos en el derecho (babor).
En cuanto
dejamos la zona del puerto atrás la isla se vuelve más vertical y
enseguida llegamos a la Grotta Azurra, donde comprobamos que
efectivamente está cerrada para todo el mundo y la razón es evidente,
el mar está demasiado alto y solo se ve la parte superior de la
entrada, que deja claro que solo podría entrarse buceando.
La navegación alrededor de la isla continúa descubriendo cavernas
en las paredes y la aparición de fortalezas de vez en cuando.
La
siguiente atracción es la mayor de este tour: Los faraglioni. Dos
grandes y altas rocas que surgen del mar dejando un paso entre ellas y,
en una de ellas, una puerta natural.
Se encuentran frente a la Marina Piccola, que es el puerto
más privado en la parte opuesta del puerto turístico.
Poco después, el conductor nos sorprende con la visita de la
Grotta del Coral, donde nos muestra un resquicio del efecto de la
Grotta Azzurra que no hemos podido ver, donde la luz que se cuela bajo
el mar parece iluminar el azul del mismo.
El tour ha durado una hora y media y nos deja en la Marina
Grande, donde embarcamos. Como pasan de las 13:30h elegimos un lugar
donde comer de entre la amplia oferta de restaurantes frente al mar.
Entramos en el restaurante Augusto porque ofrece más variedad y
pedimos sushi de pulpo y de salmón y un antipasti para compartir y
espagueti vongole para mi y macarrones all'arrabiata para Eva. Con vino
y postres pagamos unos 80€ en total.
Son alrededor
de las 15:30h cuando estamos listos para subir a Capri, la población.
Para ello pagamos 2€ cada uno por el billete del funicular que nos sube
en poco más de 5 minutos. Antes hemos pasado por el stand de SNAV para
que nos den los tickets del ferri a Sorrento.
Al salir de la
estación lo primero que vemos es una terraza al mar. Disfrutamos de las
vistas antes de adentrarnos en la ciudad. La estación está en el centro
de Capri.
Dejamos la plaza atrás y paseamos por las
concurridas y estrechas calles de Capri hacia la única visita que
queremos hacer. Enseguida llegamos al otro lado de la isla donde
seguimos las señales hacia los Jardines de Augusto.
Cuando llegamos necesitamos comprar la entrada de 1€, pero el
problema es que no la venden. Solo se puede obtener online, así que me
veo obligado a hacer la compra usando el navegador del móvil.
Las vistas, como ya empieza a ser una costumbre aquí, son
maravillosas. En un lado se pueden ver los faraglioni y en otro un
sinuoso y antiguo camino que baja hasta el mar.
Tras esta visita nos quedan unos 45 minutos antes
de pillar el
funicular de vuelta, así que paseamos y hacemos algunas compras antes
de volver a la plaza, donde nos sentamos a una terraza y matamos el
tiempo con café y helado hasta la hora marcada.
Poco después de las 17h iniciamos el camino de vuelta yendo a
la
cercana estación del funicular, donde ocupamos un lugar en las
escaleras como parte de la cola de espera. El funicular nos deja en el
puerto a 25 minutos de la hora de partida del ferri.
Recojemos nuestro equipaje y vemos un ferri de SNAV llegando
que
asumimos que es el nuestro, pues no hay ningún otro en la parte del
puerto nos dejaron por la mañana. Sin embargo, sí vemos un barco de
SNAV, más grande, al que está embarcando gente, al otro lado del
puerto. Voy a preguntar por si acaso y resulta ser el nuestro a
Sorrento.
Ocupamos nuestro sitio para el corto trayecto de 40 minutos
hasta
la llegada a Sorrento, donde nos asombra la verticalidad de su costa.
Esa verticalidad impresiona incluso más cuando estamos frente
a
ella, ya en el puerto de Sorrento. Cuando llegamos a la parada de taxis
ya no queda ninguno y hemos de esperar hasta que vuelva a alguno.
Nos cobra 30€ por dejarnos frente al Domus San Vicenzo, el convento que
será
nuestro
alojamiento, y nos reunimos con la monja que se encarga de los
huéspedes, porque es la que habla bien inglés, para completar el check
in. Cuando llegamos a la habitación nos encontramos una inesperada y
maravillosa sorpresa tras la ventana.
Todavía
tenemos comida suficiente como para no tener que salir a cenar y
descansamos sabiendo que mañana es el día más cansado del viaje.
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