Día 3 (15/12/2012)   Llegada a Granada: Albaicín


Antes   


    Este día deberemos recoger el coche de alquiler lo más temprano posible, así que saldremos del hotel en dirección al aeropuerto como si tuviéramos que pillar un vuelo.

   Ya con coche salvaremos la distancia que separa Sevilla de Granada, unos 270 Km, en aproximadamente tres horas.

Ruta de Sevilla a Granada

   El resto del día lo deberíamos aprovechar para visitas por la ciudad. La catedral y el mirador de San Nicolás estarían entre las primeras opciones para este día.

Después

   El día amenaza lluvia cuando, al levantarnos, comprobamos las vistas al Benito Villamarín que tenemos desde la habitación.

Vistas del Benito Villamarín desde nuestra habitación

   Otro gran desayuno para comenzar el día y Eva, que no ha podido comer tanto como yo, se hace un bocadillo para el camino. Con esas, son las 10h cuando hacemos el check out y nos despedimos de este magnífico hotel.

Hotel Silken Al AndalusHotel Silken Al Andalus
















   Chispea mientras nos plantamos en la parada del 34 para subirnos a él por última vez. Llegamos a Prado y enseguida encontramos la parada del bus al aeropuerto (EA), porque ya hay uno esperando pasajeros. El EA es blanco, a diferencia del resto de autobuses de Tussam, que son rojos. El billete turístico no nos vale aquí y, como ya hiciéramos a la ida, abonamos los 2,40€ por persona y nos acomodamos.

Parada del 34 cerca del hotelParada del EA en el aeropuerto de Sevilla
















   Ya en el aeropuerto sigo las instrucciones que tengo del email de Pepecar hacia el aparcamiento P24h, pero acabo llamando para localizar el minibús de Goldcar que nos llevará a las oficinas.

   Aunque yo he contratado el coche con Pepecar, está claro que se trata de un convenio entre empresas, pues no hay referencia a esa marca, sino que aparece Goldcar y su color corporativoFord Fiesta de Goldcar verde fosforito por todos lados. El alquiler son unos 40€, de los que ya adelanté 5, y añado el seguro a todo riesgo, que son unos 30€ y me elude de cualquier responsabilidad y no necesita de depósito con tarjeta de crédito. A ese precio se le añade el del depósito lleno de combustible, por el que te cobran unos 80€ y habrá que tener en cuenta si no se tiene planeado hacer muchos kilómetros. Pero creo que nosotros lo vamos a gastar, así que pagamos 153€ por el alquiler completo para 5 días, incluyendo la gasolina. Por cierto, ofrecen la opción de optar por un coche diesel por 2€ más al día, lo que podría interesar si los precios entre combustibles no fueran tan similares como ahora.

   Así nos hacemos con un Ford Fiesta nuevecito para que nos acompañe el resto del viaje y, algo pasadas las 11h salimos de ahí para pillar la A-92 hasta Granada. Está muy bien indicado y nos encontramos alejándonos de la capital andaluza sin incidencias.

   El paisaje nos ofrece olivos organizados en hileras, como si hubieran peinado valles y colinas cuidadosamente, y pueblos blancos. Es en uno de ellos donde paramos a las 12:30h para que Eva se coma su bocadillo, atraídos por su belleza desde la carretera. Es Estepa, que ya era famosa por sus dulces navideños antes de que Eugenio la inmortalizara en un chiste.

OlivosEstepa
















   Hemos parado junto a una gasolinera, pero nos damos cuenta de que, al otro lado de la carretera, hay lo que parece ser una fábrica de mantecados con un gran letrero ofreciendo la venta de los mismos. Así que cruzamos hacia allí. Hay cola para pedir, lo que nos da tiempo para explorar el lugar y cerciorarnos de que venden mucho más que mantecados allí. Nos hacemos con dos bandejas de esos mantecados, un pastel de San Antonio, un pan de Cádiz y tres cajas de bombones por 44,67€ y nos regalan una caja de bombones más.

   Hemos gastado una hora aquí, y nos reincorporamos a la carretera dispuestos a finalizar el viaje a Granada de una tacada.

Conduciendo a Granada

   El paisaje llega a cambiar un poco cuando aparecen montañas, pero la llovizna nos viene acompañando desde que nos levantamos hoy.

El pueblo de Archidona desde la carretera

   La E-902 rodea la ciudad de Granada excepto por su lado montañoso, y tenemos que ir por ella para llegar a nuestro hotel en el Sur de la ciudad. El truco es seguir las indicaciones a "Sierra Nevada" y ya se ve desde la carretera. Llegamos sobre las 15h y la habitación cumple con las expectativas.

   Tras un breve descanso, volvemos al coche para pasarnos por las taquillas de la Alhambra para comprar las entradas de mañana y, de ahí, iremos al Albaicín.

Tarifas del parking de la Alhambra   A la Alhambra llegamos rápido, pues está cerca y muy bien indicada y nos metemos en un parking compuesto por varias terrazas escalonadas ante la falta de alternativas con el coche. En la taquilla me dicen que aquí no venden por anticipado, pero que no hay problema de aforo para comprarlas mañana a la hora que lleguemos.

   Cuando estoy haciendo cola en la máquina para pagar el aparcamiento veo que la media de los que han finalizado su visita al monumento hoy es de unos 10€ y me prometo mirar opciones para dejar el coche en el camino de vuelta. Yo pago 1,60€ por los 5 minutos que he estado.

   Efectivamente, antes de culminar la subida hay sitios donde poder dejar el coche, y mañana los miraré primero. Ahora me adentro en la ciudad de Granada y me encuentro con una pesadilla para el conductor: calles estrechas sin ninguna organización aparente y sentidos obligatorios que hacen que llegar rápidamente a un sitio sea una quimera. A esto se une la imposibilidad de aparcar en prácticamente toda la ciudad y, por lo tanto, cuando por fin llego a los pies de la colina que alberga el barrio del Albaicín, me encuentro dando vueltas buscando donde dejar el coche.
Plaza de Isabel la Católica
   Al final decido tirar por una subida con lecho de piedras y marcada como calle sin salida. Al menos es larga y nos acerca a donde queremos ir, pero ahí donde cabe un coche ya hay uno. Cuando llegamos al final me encuentro con un estrecho cruce donde coches de tres direcciones diferentes nos encontramos de morros. Sólo conseguimos salir de aquí gracias a un hombre que abre una zona cerrada para que yo pueda meter el coche y dar media vuelta, mientras los demás pasan. Y es que la estrecha y larga subida por la que he venido es de doble dirección. No tenemos más remedio que volverla a recorrer de bajada.

   Aunque ahora nos damos cuenta de que es una calle con movimiento, con lo que muchos coches se van y otros ya están aparcando. Afortunadamente encontramos un hueco antes de llegar al final y podremos dar nuestro paseo por el Albaicín como estaba planeado, aunque necesitaremos el paraguas para ello por este chispear que no cesa.

Aparcamos el coche en el AlbaicínPaseando por el Albaicín
















   Este barrio se caracteriza por sus casas blancas, sus calles estrechas, su piso hecho de piedras pequeñas y, dado que se encuentra en una colina, sus vistas. A eso hemos venido y nos encaminamos al mirador de Cruz de Quiros, llamado el Ojo de Granada como primer destino.

Señal para el "Ojo de Granada"
Mirador de Cruz de QuirosVistas de Granada desde el mirador de Cruz de Quiros
















   Esto es sólo un preámbulo para el mirador que realmente hemos venido a ver, nosotros y todos los turistas que vienen aquí: el de San Nicolás. La famosa terraza a la Alhambra, a la que nos dirigimos ahora y que hemos dejado para el final porque queremos tener vistas de día y de noche, con el monumento iluminado.

Mirador de San Nicolás

   Las vistas son espectaculares y se puede ver la Alhambra en toda su longitud. Está lleno de gente que, en general, no permanece. Hay una constante itinerancia de parejas, grupos con guía, solitarios... todos buscando la fotografía ideal.

Vistas desde el mirador de San Nicolás
Bar Kiki en el mirador de San Nicolás
   Hacemos algo de tiempo, pero está claro que falta todavía bastante para que la falta de luz haga iluminarse a la Alhambra. Sólo son las 16:30h, así que tenemos al menos una hora para gastar. Nos metemos en el bar del mismo mirador, llamado Kiki, donde nos tomamos un par de cocacolas por 2€ cada una. En esta ciudad todas las consumiciones vienen con tapa, y aquí no hay excepción, con lo que podemos disfrutar de un revoltillo también.

   Al salir damos una vuelta explorando el barrio y pasamos por la Placeta de San Miguel Bajo, muy cerca del mirador de la Cruz de Quiros.


Placeta de San Miguel BajoPlaceta de San Miguel Bajo
















   Volvemos a San Nicolás cuando ya está anocheciendo y las luces aparecen con timidez por la ciudad. Aunque no será hasta las 18h que la Alhambra se cubrirá de una halo amarillento para resurgir fantástica entre la oscuridad de la loma que la alberga.

Mirador de San Nicolás al atardecerVista nocturna de la Catedral de Granada
















   Ya nos podemos ir. No podremos visitar mucho más de la ciudad hoy, pero el tiempo aquí ha merecido la pena.

   Recorremos Granada buscando donde aparcar a fin de cenar algo y no será hasta encontrar un Alcampo que lo haremos. De ahí caminaremos por la zona de la Plaza de toros, junto a un hospital, hasta meternos en un restaurante de barrio: Saloon El Alamo. Cenamos de menú: sopa y pescado con una tapa de champiñones rellenos. Todo fresco y buenísimo por 8,50€ cada uno.

   Ya podemos volver al hotel y descansar para mañana.