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Día
1
(13/12/2012) Llegada a Sevilla: Real Alcázar y Catedral
Antes
Madrugón para este día, ya que nuestro vuelo sale a las 6 de la
mañana. Eso también hace que nos presentemos en Sevilla muy temprano.
Deberemos pillar el bus del aeropuerto al centro y cambiar de autobús
en el lugar del mapa de abajo donde pone "El Prado" para llegar a
nuestro hotel.
Como será demasiado temprano como
para que nos den habitación dejaremos las bolsas y volveremos a pillar
un bus a El Prado para cambiar a un tranvía a la zona de La Catedral,
que es la que muestra el mapa.
Debemos aprovechar esta zona, el barrio de Santa Cruz, que
acumula tantos imperdibles de Sevilla en tan poco espacio para este día
a fin de no acumular mucho cansancio. Aun así, se espera que lleguemos
al hotel por la tarde temprano, para no salir más hasta el día
siguiente.
Los puntos marcados en el mapa son:
1- Catedral y Giralda 2- Reales Alcázares 3- Archivo de indias 4- Hospital de la caridad 5- Torre del oro 6- La Maestranza 7- Plaza de España
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Después
No conseguimos aparcar en El Prat a tiempo de subir al N17
como era nuestro plan, así que por miedo a perder el vuelo usamos el
plan B y dejamos el coche en aparcaivola.
Vamos
directamente a la puerta de embarque pasando rápidamente el control de
seguridad dada la poca gente que hay a estas intempestivas horas. A las
5:30h, como estaba previsto, estamos haciendo cola para embarcar.
El vuelo tampoco tiene imprevistos y nos plantamos en
Sevilla, aun de noche, a las 7:30h. Nos amanece mientras el autobús EA
nos adentra en la capital andaluza por 2,40€ por persona.
Cuando nos apeamos en Prado ya es de día y localizamos las
oficinas de Tussam donde poder comprar un par de billetes turísticos de
3 días por 10€ cada uno. Ahora ya estamos listos para pasar por el
hotel y allí mismo para el 34, que es el bus que nos va a dejar más
cerca.
Tenemos el hotel junto al campo del Betis,
el Benito Villamarín, que se convierte en un punto de referencia
fantástico para saber dónde bajarse. El hotel Silken al-Andalus no
desengaña y se nos muestra magnífico. Además, a pesar de la temprana
hora, las 9h, nos dan habitación, con lo que descansamos un rato antes
de salir a comenzar nuestras visitas.
Pillamos el
34 hasta Prado, donde nos subimos al tranvía que nos lleva a la
catedral. A esta zona le vamos a dedicar el día. El descanso ha sido
generoso, así que son casi las 11 cuando nos plantamos ante la entrada
al Real Alcázar. Vamos a comenzar aquí ya que la catedral abre a las
11:30h.
Son 8,50€ por persona para entrar y el mapa
ya nos obliga a organizar bien la visita, pues es un recinto enorme
lleno de estancias.
Comenzamos por la parte baja del mapa que hemos conseguido en la
entrada, explorando las diferentes salas de abajo a arriba y dejando los
amplios y fastuosos jardines para el final. El complejo es
extraordinario y con algunos patios de gran belleza.
Los jardines están repletos de fuentes de los tipos más diversos
y las plantas organizadas de forma extraordinaria. Hechos para perderse
por ellos. Sin duda, hemos
comenzado por un plato fuerte.
Como no podemos
salir por donde hemos entrado procuramos seguir una salida lo más
cercana posible, ya que nuestra siguiente visita estaba justo ahí.
La entrada a la catedral está señalada por la composición de
metal que corona la Giralda o, al menos, una igual y al cruzar la
puerta hay un mostrador donde pagar los 8€ de cada entrada. Los
desempleados están exentos pero, aunque Eva lo es, no hemos traído
ningún documento que lo acredite.
La catedral es espectacular, muy grande y plagada de rincones
mágicos. Uno de ellos presenta el mausoleo de Cristóbal Colón.
Pero la visita no podría estar completa si no subiéramos a la
Giralda, y comenzamos a "escalar" sus 35 rampas hasta el campanario
pasando por ventanas que nos ofrecen una "preview" de las vistas que nos
podemos encontrar arriba y que crecen en amplitud conforme ganamos
altura.
Ya arriba, un recinto cuadrado ofrece vistas a los 365º bajo las campanas.
De vuelta en la catedral, completamos el círculo de nuestra
visita recorriendo las salas del tesoro y acabando en el patio de los
naranjos, ya en el exterior.
La subida nos ha cansado, pero la siguiente visita está ahí
mismo: el edificio del archivo de Indias. Éste es un cuadrado perfecto
y la entrada es gratuita por la puerta que da a la calle donde está el
mercadillo navideño.
Hay que pasar por un arco de seguridad y hay una exposición con
documentos de la época que, como son originales, previenen de cualquier
opción de hacer fotos.
Al salir, nos adentramos en el barrio de Santa Cruz buscando un
lugar para comer. Algo sencillo porque la oferta en esta zona es muy
amplia.
Caminamos un poco y nos topamos con la
Plaza del Salvador, donde se ve una multitud haciendo el aperitivo
frente a la Iglesia que tenemos en la lista de visitas a hacer. Es aquí
donde nos metemos en pequeño bar con un menú de 8,90€.
Comemos muy bien, en cantidad y en calidad, e incluso nos invitan
a un par de chupitos de orujo. Contrariamente a lo que estamos
acostumbrados, los precios no tienen gastos ocultos, y el total a pagar
son 17,80€.
Hemos decidido visitar la Iglesia del Salvador ahora porque es
tontería dejarla para mañana si ya estamos aquí. Después, hemos visto
la parada del C5 junto al Ayuntamiento, que nos llevará hasta donde
podamos pillar el 34 que nos lleve al hotel, pasando por la Maestranza
y la Torre del Oro.
La plaza está llena de
naranjos, un árbol que, en lo poco que llevamos aquí, estamos viendo
por todas partes. Las iglesias por fuera tienen una arquitectura que no
hace ver su condición litúrgica entre el resto de fachadas de Sevilla,
que se nos aparecen en todos sitios como si estuvieran recién pintadas
y mayoritariamente en dos colores.
Dentro, la iglesia es preciosa, con un altar recargado y barroco.
Esperamos el bus C5 y resulta ser un modelo más pequeño que el
autobús regular, sin duda debido a la estrechez de las calles por las
que ha de circular. Apenas logramos ver los dos iconos sevillanos por
los que pasa y nos prometemos verlos mañana a pie. Cuando nos bajamos,
nos queda un corto paseo hasta la parada del 34. Estamos en el Paseo de
las Delicias y pasamos junto al palacio que alberga la Junta de
Andalucía y junto al puente de los Remedios.
Nos merecemos este descanso en un día en el que hemos comenzado
tan temprano y, con el sueño atrasado, nos deleitamos con el placer de
la siesta.
Por la noche todavía saldremos a cenar
algo a un bar cercano al hotel: El rincón de Manolo, donde las
riquísimas tapas a 2€ presagian que volveremos. Por el camino podemos
hacer unas fotos del Benito Villamarín:
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