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Día
6
(05/12/2009) Regreso a Barcelona
Antes
Fin del viaje, pero hasta las 15:30h que sale el
aeropuerto, daremos una vuelta por Croydon para acabar las compras y
nos desplazaremos al aeropuerto en tren para comer allí una vez
realizada la facturación.
La llegada al aeropuerto de Girona está prevista
para las 18:30h
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Después
La única hora límite para salir de la cama hoy la
ponía el
horario del desayuno, así que remoloneamos lo que queremos.
Volvemos a las habitaciones con el estómago lleno para dejar
listo el equipaje y utilizar lo que sea necesario usar de la habitación
antes de entregar la llave. Cuando lo hacemos, el recepcionista, que es
de Burgos, nos ofrece un taxi al aeropuerto por 20£ que aceptamos
gustosos. Eso nos da todavía más tiempo, así que salimos del hotel en
busca de tiendas. No es que haya muchas en lo más cercano, pero
alejándonos un poco damos con algún supermercado de barrio que nos
sirve para avituallarnos de alimentos típicos para traernos.
Cuando volvemos todavía esperamos un rato en el
hall del hotel a que llegue el taxi a las 12:30h.
El proceso continua sin incidencias: nos deja en el
aeropuerto,
facturamos, pasamos el control de seguridad y nos queda una espera de
hora y media que las mujeres se pasan en las tiendas. A la hora
prevista despega y aterriza el avión.
Repasando el viaje, Londres ya lo conocíamos y nos parece una
ciudad que hay que visitar, pero lo que hemos visto fuera de la capital
nos ha encantado. Realmente, cuando unos lugares en los que acabas
yendo de rebote brillan tanto, no puedes evitar preguntarte que más hay
en la multitud de ciudades que, como Salisbury, no conocías, de entre
las que aparecen por el mapa de Gran Bretaña. Nos queda una asignatura
pendiente por aquí.
Aparte de eso, si tuviera que
cambiar algo de este plan de viaje, tal vez cambiara el hotel. Nos ha
parecido un buen hotel, y creo que he acertado del todo al elegir
Croydon para alojarnos, con mejor oferta hotelera de calidad a buenos
precios y bien comunicado, pero buscaría uno cerca de la estación de
tren. Ese autobús que hay que pillar para ir hasta ella, merece la pena
evitárselo.
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