Día 2 (01/12/2009)   Stonehenge y Oxford

Antes   

   Deberíamos salir temprano para acabar de ver Salisbury y encaminarnos a Stonehenge, muy cerca de ahí. La visita a Stonhenge debería ser corta y, tras hacer los 110 Km que nos separan de Oxford en una hora y media aproximadamente, visitaríamos esa ciudad haciendo un recorrido por su centro y comiendo allí.

Ruta Inglaterra Día 2

   Después saldríamos para Croydon en otro trayecto de hora y media, con el fin de dejar el equipaje. Yo me encargaría de devolver el coche, no muy lejos de allí, para así quedarnos listos para dedicar los siguientes días a la visita de la ciudad de Londres.

   Los puntos numerados en el mapa son los lugares importantes del recorrido de hoy:

0- Salisbury
1- Stonehenge
2- Oxford
3- Croydon

Después

   Cumplimos la misión de madrugar bastante bien y, tras un fantástico desayuno en forma de completo plato combinado, estamos listos para meternos en el coche a las nueve y poco. Le tengo miedo al coche, pero con la luz del día creo que podré evitar las catástrofes de orientación.

   Una creencia que dura bien poco ya que, aunque vemos la aguja de la catedral desde muchos puntos de Salisbury, acabamos viéndonos repelidos a las afueras y volviendo a entrar. Al final, y aunque yo quería aparcar junto a la catedral, me meto en el primer parking que veo en el centro porque sé que andando vamos a ganar mucho tiempo. Hemos perdido más de media hora con la tontería. ¡La que me espera hoy!

Perdido a las afueras de Salisbury

   Salimos a una especie de centro comercial con calles internas, pero al aire libre, de tiendas modernas en un entorno completamente clásico. Cuando salimos pillamos la calle en dirección hacia la catedral. Vamos directamente y ayudados por un mapa que me han dado en el hotel. Pasamos por ancestrales muros y arcos de piedra y entre casas de arquitectura clásica. Todas ellas muestran orgullosas sus relucientes y coloreados escudos de armas. Cuando éstas desaparecen para dejar sitio a una enorme extensión de césped intuimos que estamos cerca de la catedral. Y, al poco, la omnipresente aguja muestra su extraordinario soporte. La catedral es enorme y es diferente a las góticas a las que estamos acostumbrados. Lástima que una parte esté restaurándose y, por lo tanto, tapada con andamios, porque resulta majestuosa. La rodeamos en nuestro paseo y admiramos la enorme fachada Oeste, como un gran mural de esculturas. Sinceramente impresionante.

Fachada de la catedral de SalisburyAguja de la catedral de Salisbury














Catedral de Salisbury












Catedral de Salisbury

















   Entramos. Es realmente enorme y está llena de diferentes salas. Acabamos haciéndonos unas fotos en su gran claustro, con su verde patio central. Es espectacular y lamento mucho que no tengamos tiempo suficiente como para explorarla a fondo.

   Cuando retornamos de nuestro tour comentamos la sensación que ya tuviéramos ayer de que Salisbury se merece una visita independiente y aunque Stonehenge no estuviera aquí al lado.

Paseando por SalisburyPaseando por Salisbury
















   Antes de volver al coche, aprovechamos para imbuirnos en las calles del centro, pasando por muchos puntos comunes al paseo de anoche. Market Square muestra un aspecto muy diferente al de ayer, con el gran mercado ocupándola. Van a ser las 12:00h, así que tenemos que irnos ya.

Paseando por Salisbury

   Como no, me pierdo para salir de Salisbury - al menos para salir por el lado correcto - y llegamos a Stonehenge tres cuartos de hora más tarde, para un trayecto que no debería llegar a media hora. En fin, empezamos a aceptar que esto es así y que esta isla sin GPS es un genocidio de tiempo. Al menos, al haber subido por la carretera equivocada, hemos podido ver desde el coche las ruinas de Old Sarum, un asentamiento histórico cuya maqueta habíamos contemplado en la catedral.

   Al menos ya estamos aquí y creo que tengo bastante claro el camino a Oxford. El aparcamiento está a un lado de la carretera y las ruinas al otro. Sin embargo, la entrada está en este mismo lado. Tras pagar las 6,60£ de la entrada se escoge el idioma de la audio-guía y atraviesas un túnel bajo la carretera para acceder, ahora sí, a Stonehenge.

Vista de Stonehenge

   La imagen que tanto habíamos visto se nos aparece ahora en vivo. ¡Estoy en un fondo de pantalla de Windows!.

StonehengeStonehenge
















Heelstone    Puedes estarte tanto rato como desees, pero la visita es corta ya que no hay nada que hacer allí más que seguir el camino que rodea el monumento y vuelve a la entrada, que también es la salida. El camino se encarga de que tengas vistas de cerca y de lejos y, ciertamente, la apariencia va cambiando en los 365º de su circunferencia. Los bloques de piedra son más grandes de lo que pensábamos, ciertamente, tiene algo especial. Uno pensaría que no son más que unas rocas apiladas, pero el tamaño, el aspecto, con sus líquenes que le otorgan categoría histórica y, sobre todo, el entorno, compuesto por una vasta explanada verde, sin una roca hasta donde llega la vista en cualquier sentido alrededor, le dan ese aura mágica.

   Me incorporo a la carretera con el firme deseo de fijarme mucho y evitar errores, pasan de las 12:20h y eso hace que el tiempo de luz que vayamos a tener en Oxford ya sea reducido. Quitarle más es lo mismo que no ir.

   Lo he hecho todo bien cuando entramos en Oxford poco antes de las 14:00h. Había venido aquí con el pensamiento de meterme en el centro con el coche y buscar aparcamiento, pero como en la periferia de Oxford ya encontramos, muy bien indicado, las señales para el park&ride, nos metemos en él. Conozco ese sistema por haberlo leído y valorado. Se trata de aparcamientos baratos en los suburbios de la ciudad con transporte regular en autobús a y desde el centro. No es caro y, dada la experiencia conduciendo por las ciudades inglesas, creo firmemente que ganaremos tiempo si "nos llevan".Bus llegando al centro de Oxford

    Ya sin coche, usamos los aseos del centro mientras esperamos el próximo bus, recogiendo y revisando documentación sobre Oxford, incluido un plano de la ciudad. Los autobuses son verdes, de dos pisos y consiguen ponernos en el centro a las 14:30h. El precio es de 2£ por persona, ida y vuelta.

   Al bajar se me plantea un problema: es la hora de comer, pero nos quedan menos de dos horas de luz, si las gastamos comiendo ya hemos visto Oxford. Eva ve un KFC y dice que le apetece y yo veo la luz: allí se come rápido. Hay ambiente por las calles, gente joven mayormente y, como estamos deseando visitar el lugar, en media hora estamos fuera comidos. Son las 15:00h y vamos a comenzar el recorrido que llevo preparado por esta vistosa ciudad.

Calle de Oxford

   Este recorrido comienza en la torre Carfax, donde destaca su antiguo reloj (abajo a la izquierda), y sigue High Street hasta meternos por Cattle St, a la izquierda, entre el All Souls College y la Radcliffe Square, con su destacada cámara.

Reloj de la torre Carfax en OxfordCámara Radcliffe en Oxford




























   Hemos de decir que, aparte de los puntos destacados, todos los edificios tienen una arquitectura espectacular con varios siglos encima. Giramos a la derecha para encontrarnos con el puente de los suspiros que, sorprendentemente, y como ya pasara con la catedral de esta mañana, también tiene una parte en reformas.

All Souls College en OxfordPuente de los suspiros de Oxford














Calle de Oxford con bicicletasMagadalen en Oxford


















   Seguimos las preciosas y solitarias calles intuitivamente para volver a High Street, ya cerca del Magdalen College y su llamativa torre cuadrada con seis picos. Nos sorprenden la cantidad de bicicletas que hay aparcadas por aquí. Al cruzar nos metemos por una calle que da a un jardín botánico, mientras, al fondo, podemos ver niños uniformados jugando al rugby en un gran campo de césped. Sin embargo, yo tengo claro mi objetivo y, tras consultar el mapa, recorremos Merton St. para llegar a él: la entrada al Christ Church. Pero nos damos con la puerta en las narices... figuradamente, claro. La puerta está abierta, pero un guarda no nos deja entrar y nos señala un letrero que explica que estamos en la Canterbury Gate, y la puerta para visitantes es la Meadow Gate, justo en el otro extremo del recinto.

Por las calles de OxfordPor las calles de Oxford
















   Recorremos ese camino que nos lleva ante el campo de rugby que hemos visto antes, al parecer pertenece al Christ Church y todos los niños nos adelantan en su camino hacia el colegio, habiendo finalizado su partido de rugby. Nosotros les seguimos para entrar por la misma puerta, donde hay una taquilla para vender entradas, con un significativo descuento para seniors que mis padres pueden aprovechar. Son 6£ para nosotros y 4,50£ para ellos.

   Vamos caminando por las diferentes estancias y los bonitos jardines donde posamos ante un hermoso árbol de Navidad. Un bedel nos hace una foto de grupo en el famoso patio y después subimos para visitar el lugar que realmente me ha traído hasta aquí: el Hall del que está inspirado el de Hogwarts. Pero como Hogwarts no existe, nosotros vemos éste, que forma parte del tour Harry Potter que se hace en este país.

   La sala está expuesta con cada posición decorada como si la cena de navidad fuera a ser esa misma noche. Las paredes están repletas de cuadros de personajes antiguos, y hay muchos, porque como el techo está tan alto, hay mucha pared para rellenar.

Christchurch CollegePatio del Christ Church en Oxford
















Hall de Christ Church en Oxford











Patio en el Christ Church de Oxford

















   Las fotos salen oscuras por la débil iluminación, pero se respira la atmósfera de Hogwarts. El salón está en modo mírame-y-no-me-toques, aunque te dejan entrar, pasando entre las mesas, para observarlo de cerca.
Anocheciendo en Oxford
    Misión cumplida. Ahora nos toca volver al coche y conducir de noche hasta nuestro hotel. Luego conduciría sólo hasta el lugar donde recogimos el coche para entregarlo, algo que ahora mismo me da auténtico pánico.

   Pero vamos paso a paso. Ya es de noche y caminamos hasta ver el castillo de Oxford buscando una parada que vimos desde el mismo autobús, pero como no la encontramos nos ponemos a esperar donde nos bajamos y, cuando aparece ese inconfundible bus verde de dos pisos, nos subimos. Son las 16:30h y el coche se puede entregar hasta las 21h. De una forma u otra, lo conseguiremos.

   El trayecto se nos hace un poco largo y cuando llegamos, sólo bajar del autobús lo que vemos no nos cuadra. Es como si en nuestra ausencia hubieran hecho pequeñas modificaciones en la gran explanada, como recortarla de un lado, cambiar las oficinas de sitio...  intento compartir esta extraña sensación con el conductor y él enseguida tiene una teoría. Me pide el ticket del parking y me dice: "¿Ves?, es de Redbridge y éste es Pear tree". ¡No me jodas! ¿Nos hemos equivocado de autobús?

   Pues en realidad no. Eso explica que tenga el mismo número que con el que vinimos, pero hemos ido en dirección contraria. Tiene sentido: si te pones en la misma parada en la que te bajaste y te subes a un autobús que va en la misma dirección, seguirás su trayecto hacia adelante, no hacia atrás. En este caso, nosotros aparcamos en el park&ride que está en el Sur de la ciudad y ahora estamos en el que está más al Norte - y mucho más lejos, además -. La solución es clara: hemos de continuar en el mismo bus, volviendo a Oxford y luego a nuestro aparcamiento. ¡Ole mis huevos!¡Aquí me he dejado un par de horas para hacer el tema más interesante.

   Llegamos cansados de autobús al coche. ¡Es que encima nos queda un buen rato en coche!. Cuando salimos del aparcamiento nos encontramos con una buena retención de tráfico, intento improvisar, pero sólo perdemos el tiempo un rato hasta volver al final dePurley Way la cola. ¿Qué esperaba?

   Una vez en la M40, sin problemas, acabamos entrando en Croydon. ¡Por fin!. Falta poco para las 20:00h y tengo unas ganas locas de deshacerme de este coche. Sin embargo, al rato de adentrarnos en Croydon ya sé que la pesadilla no ha terminado. He seguido la amplia avenida hasta esperar llegar a alguna referencia del mapa de la parte del hotel que llevo encima, pero no la he encontrado y, otra vez, estoy completamente perdido.

   Preguntamos... y mucho, para llegar a la Purley Way, la avenida donde está el hotel y que tengo completa en mi folio impreso de Google Maps. Nos ponemos muy contentos porque el tema se estaba poniendo serio. Pero, incomprensiblemente, la pesadilla continúa. Por mucho que me recorro la calle no encuentro el Hotel, ¡ni siquiera el aeropuerto que tiene enfrente!. Cuando llegamos a la altura del PC World, que aparece claramente en mi mapa, soy consciente de que nos hemos pasado. Vuelta atrás. Pero nada.

   No lo entiendo. Estoy en la calle, tengo algunas referencias, pero no soy capaz de dar con la zona. Tengo ganas de llorar. Paro en una gasolinera y le explico todo este razonamiento al dependiente sin ocultar mi desesperación. "¿Cómo es posible que llegue al PC World de ahí y no encuentre el hotel?". Y entonces se produce uno de esos momentos mágicos. Esa persona me da luz sin necesidad de hablar. Simplemente coge mi mapa, le da la vuelta y me lo entrega. Ya está todo dicho: he estado yendo y viniendo por la parte de la Purley Way de arriba del mapa sin bajar del PC World.

   Paso la barrera que me había formado con el PC World y aparece todo: el aeródromo, el hotel, el centro comercial. Noto lágrimas de felicidad. Todavía no entiendo como hemos acabado en el Norte en vez del Sur, pero es que hemos dado tantas vueltas por Croydon... Y qué gilipollas también yo, ¿no?.

   En fin, el Hotel Hilton tiene aparcamiento gratuito donde el coche va a dormir. Van a ser las 22:00h y sólo queremos cenar algo y descansar. Además, las habitaciones están muy bien. En ese aspectoHabitación del Hilton Croydon hemos acertado.

   Antes de bajar a por unos sandwiches llamo a la compañía de alquiler y me dicen que si lo presento mañana temprano no me cuenta como otro día. "Iré a primera hora" les prometo y les pregunto todos los detalles que se me ocurre para poder llegar hasta ellos. La pesadilla todavía no ha acabado, al menos para mí, y quiero asegurarme de que no sea muy grave.

   Quedamos en que yo saldré temprano, sobre las 6:00h, y que ellos bajen a desayunar al buffet, que yo ya apareceré. Pero ahora sólo tengo una imagen en mi cabeza, y es precisamente la de la foto.