Este día madrugaremos para poder embarcar en nuesto ferri a Bimini que
zarpa a las 9h. Eso no debería dejar en la isla de Bahamas alrededor de
las 19:30h.
Haremos el check in en nuestro apartamento y dedicaremos el
resto del día a disfrutar de la isla.
Los puntos marcados en el mapa son:
0- House of Love
1- Radio Beach
2- Puerto de Bimini
3- Hilton Resort
4- Camino de Bimini
5- Aeropuerto
Después
El jet lag sigue ayudándonos a madrugar y, aunque teníamos
el despertador para las 6h, a las 5:30h estamos desayunando entre lo
que
trajimos ayer. Completamos las maletas y dejamos una con una bolsa con
las compras hechas en los parques.
El Uber llega enseguida y nos deja
en la terminal de Balearia Caribbean a las 7h. Allí facturamos la
maleta grande y subimos a pasar el control hacia la enorme sala de
espera.
Poco antes de las 9h, que es la hora marcada para zarpar, se
abre el camino al barco, donde escogemos asientos y cuando zarpa
salimos a ver como el paisaje de la costa se va abriendo conforme nos
alejamos.
La duración del trayecto está marcada en 3 horas, pero
llegamos en 2. La explicación es que hay que esperar en el puerto a que
den permiso
y luego hay que pasar los trámites de inmigración, lo que lleva
bastante tiempo. Curiosamente, los que vuelven el mismo día no tienen
que pasar por inmigración. Es solo para los que hacemos noche.
Ya con el sello de Bahamas en el pasaporte recogemos nuestro
equipaje de entre todos los que están esperando fuera y un carrusel
eléctrico nos saca del embarcadero.
Primero para en
el hotel Hilton y después en la parada de taxis, donde pillamos uno a
nuestro alojamiento por 5$ por persona.
La casa es espectacular, con dos dormitorios, sala de estar
y cocina. Salimos a un supermercado cercano que está frente a un
restaurante de barbacoa de pescado pero cuando llegamos solo hay un
grupo jugando al dominó y un tipo nos dice que está cerrado, que vuelva
mañana. Hacemos la compra para cocinarnos la comida de hoy y para los
desayunos y volvemos a la casa, de la que no saldremos hasta haber
comido y descansado un poco.
La salida es a la playa que tenemos al lado, donde estamos
completamente solos y donde ya podemos integrarnos en este paraiso. En
cuanto me meto en el agua con el equipo de snorkel veo dos bancos de
peces tropicales. Aparecen muchos más cuando me alejo y, al sumergirme
en un lugar en el que no había ninguno para ver el paisaje más de
cerca, aparece una raya perfectamente camuflada en la arena huyendo.
Volvemos a la casa y salimos poco después a explorar este
pueblo, Alice Town. Seguimos la única carretera entre las casa
coloreadas.
Cuando decidimos dar media vuelta porque el sol se
está
poniendo, precisamente por esa misma razón, buscamos el primer acceso a
la playa Oeste para disfrutar de la puesta de sol. Después nos metemos
en casa y ya no saldremos hasta mañana.